Limones debutó con el Puertollano en Segunda B

El portero de Daimiel, Jesús Reguillos Moya, más conocido en el mundo del fútbol por Limones, debutó con el Puertollano en partido oficial dentro de la primera jornada de Liga en Segunda B. Limones fue el portero titular en la victoria de su equipo ante el Lorca por 2-0.

La vida ha cambiado en Puertollano y de una manera radical. La afición ha pasado del llanto a la sonrisa en cuestión de minutos, lo que tardó el equipo de Manolo Zúñiga en rodar el balón. Hacía tiempo, mucho tiempo, que el aroma a gloria y a fútbol no se respiraba por el nuevo Cerrú. Quizá sea un aviso de tardes gloriosas que se avecinan, pero todo será más fácil si hay una cabeza visible dentro del club que ponga cordura, paciencia, seguridad y más ilusión. Puede ser que sea cuestión de tiempo. El Club Deportivo Puertollano consiguió en la tarde de ayer sus tres primeros puntos del curso gracias a los goles de Guerra y Sergio Molina en un partido que desbordó fútbol por los cuatro costados.

El equipo industrial salió en la tarde de ayer a actuar como llevan ensayando toda la pretemporada. El guión salió casi a la perfección teniendo en cuenta las imprecisiones típicas del mes de agosto. En diez minutos de partido, la hinchada del Ciudad de Puertollano ovacionó más a su equipo que en toda la temporada pasada y en ese mismo tiempo se vio más fútbol que en más de una temporada.

Fue curioso como a los diez minutos ya se había acercado en tres ocasiones el cuadro industrial a la meta de Manolo, pero ni Sergio Molina, ni Fran Piera ni Pizarraya dieron con la tecla del gol. Pero todo era cuestión de tiempo porque el Puertollano era dueño y señor del partido y fue superior al Lorca en todas las facetas del juego. Tan sólo a balón parado se acercó el equipo de Benigno a la meta de Limones, pero el cancerbero de Daimiel estuvo muy acertado y mandó como el entrenador dentro del terreno de juego.

El mejor fútbol
Se gustó el Puertollano en demasía durante el primer acto. Fran Piera y Pizarraya se encargaron de hacer todas las filigranas para el delirio de la afición industrial. El catalán y el andaluz entraron por la izquierda y por la derecha, llegaron hasta la cocina y al salón y jugaron al fútbol como Pedro por su casa. Hasta en una docena de ocasiones llegó el equipo azul a la meta rival.

Fue en el minuto 27 cuando, después de cuatro ocasiones claras llegó el primer gol industrial. Un contraataque de pizarra en botas de Fran Piera sirvió para que el pequeño interior se metiera entre líneas y al borde del área puso un pase perfecto a su compañero Guerra y éste, tras dejar sentado a un defensor batió por bajo a Manolo para subir el primero al marcador.

Pudo aumentar de nuevo Guerra la distancia en el marcador, pero un mano a mano no fue capaz de resolverlo. A falta de diez minutos para el descanso, Pizarraya no logró poner la guinda con un gol a una jugada de ‘crack’ que hizo Piera por la derecha tirando al muñeco. Pero un minuto antes del descanso, de nuevo con un jugadón de Piera por el costado derecho, puso un balón al hueco para Pizarraya y este se la puso a placer para que Sergio Molina subiera el segundo al marcador.

Al descanso, la afición se puso en pie y ovacionó calurosamente a una plantilla que hizo el mejor fútbol visto en Puertollano durante mucho tiempo.

Bajó el ritmo
En el segundo tiempo, el equipo de Manolo Zúñiga bajó el listón y las piernas, lógicamente, empezaron a flojear. Fue entonces el momento del Lorca que aprovechó para meter más mordiente en ataque y pillar desprevenido al Puertollano. Tan sólo un disparo lejano que se marchó alto fue todo lo que hizo el equipo murciano mientras que los azules se dedicaron a tocarla y buscar contras peligrosas para abultar más el marcador. En ese momento, el técnico de Luciana decidió sacar la dinamita y meter más músculo en el centro del campo para contener al adversario.
En medio de una continua ovación y de gritos de “olé y olé” por parte de la afición el Puertollano sumó los tres primeros puntos de la temporada y promete una campaña llena de ilusión, alegría y sobre todo, fútbol, mucho fútbol.

Ahora, el equipo de Manolo Zúñiga afrontará dos jornadas lejos de Puertollano y tratará de sumar algo positivo en sus desplazamientos. Esperemos que no suceda lo del año pasado, que en el Sánchez Menor primero y en el Nuevo Ciudad de Puertollano después los azules cosechaban buenos resultados, pero en sus desplazamientos tardaron muchísimo en conseguir su primera victoria. Este año la diferencia son las sensaciones, el juego mostrado por el equipo en este primer partido y la proyección de los jugadores.