Eusebio Villar, presidente del Daimiel CF y el todavía entrenador, Kiko Peña, mantendrán una reunión esta tarde en la que, con casi toda probabilidad, Peña quedará desvinculado del Daimiel CF. La rueda de prensa del técnico tras el Daimiel-Quintanar del Rey, deja a las claras que en su ánimo no está continuar al frente de una nave blanca que marcha a la deriva. Es evidente que, por lo que pudimos escuchar, la actitud del entrenador es la de llegar a un acuerdo para salir lo mejor posible del conjunto daimieleño.
Personalmente pensamos que la actitud de Peña va a ser la de facilitar las cosas, lejos de entrar en un conflicto que solo empeoraría la situación. Su actitud ayer en la rueda de prensa así lo denota. Además es un entrenador joven, trabajador (nadie lo puede poner en duda) que ha querido poner en marcha un proyecto en el Daimiel muy ambicioso, algo para lo que el actual Daimiel ni está preparado ni tiene estructura, lo que ha llevado al fracaso, en suma, su proyecto.
Sea como fuere, es claro que tras lo de ayer, Eusebio Villar tiene que tomar decisiones, aunque no sean del agrado de todos, ni fáciles de tomar, si es que aún se quiere retomar con mínimas garantías un proyecto que parece embocarse definitivamente al descenso.
Un entrenador de la casa
La mejor manera para salir del atolladero es mirar adentro de la casa para dar la oportunidad a gente que conozca bien la infraestructura local, sus debilidades, carencias y puntos fuertes. Un entrenador que, en suma, reconduzca una situación difícil y complicada y qie lo primero que tendrá que hacer es buscar jugadores porque, a día de hoy, para ir a jugar a La Roda sólo hay diez jugadores disponibles. Recordar que Quesada, Rubén y Carlos García serán baja por sanción, Alberto Fernández y Juanpe, casi segura por lesión, y Sosa, ha decidido abandonar la disciplina del Club.
Como esta temporada hay que tener el Título de Entrenador de Nivel 3 para poder entrenar en Tercera división, que sepamos sólo hay dos personas en Daimiel que tengan dicha titulación, Paco Madrid, actual Director de la Escuela de Fútbol de Daimiel, y Raimundo Gómez del Pulgar, que aunque no lo tiene, está realizando el curso lo que le habilitaría para dar el salto.
Todas las miradas pasan por este último, ya que Paco Madrid nunca ha tenido la oportunidad, con Eusebio Villar, de poder entrenar al primer equipo. Además y sin que le disguste la posibilidad, Madrid últimamente ha preferido realizar más la función de un Director Deportivo, que la de entrenador. Quizá si Rimun llega a ocupar el puesto de entrenador, Madrid pueda involucrarse en un proyecto Daimiel CF que debe reconducirse, desde los cimientos hasta la azotea.
Rimun no puede hacer milagros, menos si no cuenta con jugadores, pero puede ser el primer paso, del definitivo cambio radical hacia la valoración de la cantera local y provincial que tantos aficionados demandan. De momento el ex entrenador del Daimiel Juvenil (fue el primer entrenador daimieleño que ascendió al equipo Juvenil a la Liga Nacional), del Atlético Daimiel (al que sacó del descenso una temporada y a la siguiente le hizo líder de la Preferente y coquetear con el ascenso a Tercera) y del Atlético Teresiano (al que dejó tercero en la clasificación márchándose cansado de las presiones para que jugaran determinados futbolistas), no ha hecho declaraciones "hasta que Kiko Peña no se desvincule oficialmente, no debo hacer ningún comentario. Es un compañero y debe estar mal. Sí te digo que entrenar al equipo de tu pueblo siempre hace ilusión, más cuando he sido jugador del equipo. Pero ahora mismo no hay nada", dice.
Va a ser complicado, para el entrenador que venga, atraer jugadores a un proyecto que es el colista de la Tercera división, pero a su vez el reto es bonito: devolver la ilusión a la cantera local y la cordura a sus dirigentes. Es momento de que alguien que aglutine los sentimientos de afición y jugadores llegue al equipo, que sepa todo acerca del club, se dialogue con la cantera, no sólo con los equipos juveniles, sino con El Carmen Daimiel. En fin darle un vuelco a la situación aunque sea con el tren en marcha.
Y si el tren descarrila, que por lo menos queden vagones sanos y salvos, para conformar un nuevo convoy con una estructura mínima y comprometida que de un nuevo impulso desde dentro al depauperado y desilusionado mundillo del fútbol daimieleño aunque sea por las vías, de nuevo, de la Regional.
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