Kiko Peña puede respirar tranquilo después de que su equipo consiguiera un trabajado triunfo sobre el Mora. Además, con estos tres puntos, el Daimiel vuelve a la senda de las victorias tras seis jornadas sin ganar y sale de los puestos de descenso a Primera Autonómica.
Fue un partido malo, aburrido incluso, en la primera parte. La segunda parte se animó algo más, pero ninguno de los dos equipos se impuso con claridad a su rival, aunque el dominio fue alterno conforme se iban agotando los minutos. Las ocasiones fueron escasas, aunque claras, para uno y otro equipo. Una vez más, y van ni se sabe, el Daimiel pudo sentenciar y llegar cómodo al final del partido, pero no lo hizo y acabó pidiendo la hora más por la escasa contundencia atrás que por el verdadero peligro moracho.
Kiko Peña puso en liza el habitual 4-1-4-1, con la novedad de Pablo Jódar en el lateral izquierdo. Finalmente jugó Naranjo en punta por lo que Sosa volvió a la línea de cuatro del centro del campo acompañando a Alberto Fernández. Le sigue faltando chispa y juego al de Almadén, un jugador del que se espera mucho más, sobre todo en forma de goles, de lo que viene dando al Daimiel CF. Por su parte el ex jugador del Daimiel CF y ahora entrenador del Mora, Santi García Calvo, propuso el clásico 4-4-2 con el “armario” Moisés y Adrián en punta. Poco, poquísimo ofrecieron los dos equipos al respetable en unos tediosos primeros 45 minutos, lentos y sin ritmo.
Los equipos no llegaban con claridad, las defensas se mostraban firmes y el juego se desarrollaba en una guerra de guerrillas en el centro del campo. Rubén estaba muy marcado y no ofreció jugadas de peligro, mientras que por la otra banda, David Ruiz tampoco se mostró activo. Por su parte el Mora lo intentó tratando de llevarle balones a Moisés, pero la defensa del Daimiel se mostró expeditiva. Las dos únicas acciones de cierto mérito llegaron en jugadas aisladas. La primera, en el minuto 9, a favor del Mora con un disparo sorpresivo de Zurro que salió por poco demasiado cruzado.
La respuesta del Daimiel llegó en una de las poquísimas veces en la que Rubén conseguía marcharse de su par. Su disparo tocaba en un defensa y con Maxi totalmente batido, ni Juanpe ni Carlos García llegan para empujar el balón al fondo de las mallas, perdiéndose junto al poste derecho del meta Maxi.
Mejor segunda mitad
Kiko Peña movió ficha en el descanso. Dispuso de un equipo más ofensivo con la incorporación de Valdivia al centro del campo. Juanpe retrasó su posición, lo mismo que Alberto Fernández y el Daimiel dispuso de sus mejores momentos en el comienzo de este periodo. A ello ayudó el gol de Rubén. Nada más comenzar la segunda parte. Un balón largo de Naranjo para la carrera del extremo por banda derecha, este llega casi a la línea de fondo y prácticamente sin ángulo trata de centrar, con la pierna derecha. Sin embargo el balón, en vez de abrirse para el remate, lo que hace es que toma una parábola imposible que salva al meta, y al bajar se introduce en la portería. Visualmente es un golazo, pero con la dosis de fortuna que en innumerables ocasiones le ha faltado al Daimiel.
Con el gol en contra, el Mora trató de hacerse para adelante. Pero sus ataques no eran fluidos y el Daimiel se replegaba bien. Valdivia puso muy buenos balones a la banda, y ahora sí que Rubén, y en menor medida David Ruiz, rompían por sus carriles (siempre con la pierna cambiada). Entonces se volvió a ver la película tantas veces repetida esta temporada. Llegadas daimieleñas, saques de esquina que no se aprovechan y ocasiones clamorosas que se fallan para poder sentenciar. La primera en el minuto 64. Una falta que saca Pablo Jódar y Juanpe remata de cabeza ante Maxi que se queda clavado. Cuando se canta gol, la pelota se va fuera por milímetros.
Y la mejor en el minuto 68. Rubén habilita un buen balón a Naranjo que se queda sólo ante Maxi y le saca una vaselina que parece gol. Pero no, toca en el poste se pasea por la línea y se va fuera. A partir de ahí sería el Mora el que atacaría con insistencia la portería de Ruiz Caba. En el haber del Mora hay que indicar que sacó la “nada despreciable” cantidad de cuatro saques de esquina en todo el partido. Pero ojo, el Mora ha sido el equipo que más saques de esquina ha botado de los que han pasado por Daimiel. Por su parte los blancos botaron cinco, lo que da muestras que los de Peña no estuvieron nada finos ayer.
Sufrimiento final
Como el Daimiel no es el Daimiel si no hace sufrir a su hinchada, Adrián se encargó de poner el corazón en un puño a la afición cuando remataba con la cabeza al larguero una falta sacada por Mario. Corría el minuto 71 y Peña se decidió a meter fortaleza defensiva en el centro del campo con Jaime Núñez que sustituía a un muy desdibujado Sosa. El Mora lo intentaba y la defensa blanca comenzó a dar cierta apariencia de nerviosismo. Había que ganar y lo que ha venido pasando en el equipo hasta ahora rondaba en la mente de todos. Cada aproximación moracha cortaba el aliento. En el Daimiel, Valdivia, con algún destello de calidad, trataba de exharse al equipo encima, pero no era suficiente.
A su vez García Onrubia se encargó de encrespar los ánimos. No midió igual a los dos equipos, y no es posible que cada falta local llegara con la consiguiente amonestación, mientras que en los visitantes no. Como en la jugada en que Novillo se desentendió del balón y agarró a Rubén. No hubo amonestación. Las faltas eran cada vez más cerca del área local y el Mora botó sus dos córneres de este período en los últimos instantes. Kiko Peña se decidió a dar entrada a Ramón, y la verdad es que el juvenil se fajó con la defensa visitante. Incluso tuvo algún desmarque que no aprovecharon sus compañeros, quizá faltos de confianza en el juvenil. El caso es que el gol del empate moracho pudo llegar en el minuto 91 cuando David, al que Santi García Calvo puso de delantero en estos momentos, remataba de forma muy ajustada al palo y el balón se iba fuera.
Pidiendo la hora acabó el Daimiel pero con un suspiro de alivio enorme cuando García Onrubia, en el 95, pitaba el final de un partido que ojalá sirva para la definitiva remontada de los blancos, y ofrecer la necesaria tranquilidad a la entidad.
Fue un partido malo, aburrido incluso, en la primera parte. La segunda parte se animó algo más, pero ninguno de los dos equipos se impuso con claridad a su rival, aunque el dominio fue alterno conforme se iban agotando los minutos. Las ocasiones fueron escasas, aunque claras, para uno y otro equipo. Una vez más, y van ni se sabe, el Daimiel pudo sentenciar y llegar cómodo al final del partido, pero no lo hizo y acabó pidiendo la hora más por la escasa contundencia atrás que por el verdadero peligro moracho.
Kiko Peña puso en liza el habitual 4-1-4-1, con la novedad de Pablo Jódar en el lateral izquierdo. Finalmente jugó Naranjo en punta por lo que Sosa volvió a la línea de cuatro del centro del campo acompañando a Alberto Fernández. Le sigue faltando chispa y juego al de Almadén, un jugador del que se espera mucho más, sobre todo en forma de goles, de lo que viene dando al Daimiel CF. Por su parte el ex jugador del Daimiel CF y ahora entrenador del Mora, Santi García Calvo, propuso el clásico 4-4-2 con el “armario” Moisés y Adrián en punta. Poco, poquísimo ofrecieron los dos equipos al respetable en unos tediosos primeros 45 minutos, lentos y sin ritmo.
Los equipos no llegaban con claridad, las defensas se mostraban firmes y el juego se desarrollaba en una guerra de guerrillas en el centro del campo. Rubén estaba muy marcado y no ofreció jugadas de peligro, mientras que por la otra banda, David Ruiz tampoco se mostró activo. Por su parte el Mora lo intentó tratando de llevarle balones a Moisés, pero la defensa del Daimiel se mostró expeditiva. Las dos únicas acciones de cierto mérito llegaron en jugadas aisladas. La primera, en el minuto 9, a favor del Mora con un disparo sorpresivo de Zurro que salió por poco demasiado cruzado.
La respuesta del Daimiel llegó en una de las poquísimas veces en la que Rubén conseguía marcharse de su par. Su disparo tocaba en un defensa y con Maxi totalmente batido, ni Juanpe ni Carlos García llegan para empujar el balón al fondo de las mallas, perdiéndose junto al poste derecho del meta Maxi.
Mejor segunda mitad
Kiko Peña movió ficha en el descanso. Dispuso de un equipo más ofensivo con la incorporación de Valdivia al centro del campo. Juanpe retrasó su posición, lo mismo que Alberto Fernández y el Daimiel dispuso de sus mejores momentos en el comienzo de este periodo. A ello ayudó el gol de Rubén. Nada más comenzar la segunda parte. Un balón largo de Naranjo para la carrera del extremo por banda derecha, este llega casi a la línea de fondo y prácticamente sin ángulo trata de centrar, con la pierna derecha. Sin embargo el balón, en vez de abrirse para el remate, lo que hace es que toma una parábola imposible que salva al meta, y al bajar se introduce en la portería. Visualmente es un golazo, pero con la dosis de fortuna que en innumerables ocasiones le ha faltado al Daimiel.
Con el gol en contra, el Mora trató de hacerse para adelante. Pero sus ataques no eran fluidos y el Daimiel se replegaba bien. Valdivia puso muy buenos balones a la banda, y ahora sí que Rubén, y en menor medida David Ruiz, rompían por sus carriles (siempre con la pierna cambiada). Entonces se volvió a ver la película tantas veces repetida esta temporada. Llegadas daimieleñas, saques de esquina que no se aprovechan y ocasiones clamorosas que se fallan para poder sentenciar. La primera en el minuto 64. Una falta que saca Pablo Jódar y Juanpe remata de cabeza ante Maxi que se queda clavado. Cuando se canta gol, la pelota se va fuera por milímetros.
Y la mejor en el minuto 68. Rubén habilita un buen balón a Naranjo que se queda sólo ante Maxi y le saca una vaselina que parece gol. Pero no, toca en el poste se pasea por la línea y se va fuera. A partir de ahí sería el Mora el que atacaría con insistencia la portería de Ruiz Caba. En el haber del Mora hay que indicar que sacó la “nada despreciable” cantidad de cuatro saques de esquina en todo el partido. Pero ojo, el Mora ha sido el equipo que más saques de esquina ha botado de los que han pasado por Daimiel. Por su parte los blancos botaron cinco, lo que da muestras que los de Peña no estuvieron nada finos ayer.
Sufrimiento final
Como el Daimiel no es el Daimiel si no hace sufrir a su hinchada, Adrián se encargó de poner el corazón en un puño a la afición cuando remataba con la cabeza al larguero una falta sacada por Mario. Corría el minuto 71 y Peña se decidió a meter fortaleza defensiva en el centro del campo con Jaime Núñez que sustituía a un muy desdibujado Sosa. El Mora lo intentaba y la defensa blanca comenzó a dar cierta apariencia de nerviosismo. Había que ganar y lo que ha venido pasando en el equipo hasta ahora rondaba en la mente de todos. Cada aproximación moracha cortaba el aliento. En el Daimiel, Valdivia, con algún destello de calidad, trataba de exharse al equipo encima, pero no era suficiente.
A su vez García Onrubia se encargó de encrespar los ánimos. No midió igual a los dos equipos, y no es posible que cada falta local llegara con la consiguiente amonestación, mientras que en los visitantes no. Como en la jugada en que Novillo se desentendió del balón y agarró a Rubén. No hubo amonestación. Las faltas eran cada vez más cerca del área local y el Mora botó sus dos córneres de este período en los últimos instantes. Kiko Peña se decidió a dar entrada a Ramón, y la verdad es que el juvenil se fajó con la defensa visitante. Incluso tuvo algún desmarque que no aprovecharon sus compañeros, quizá faltos de confianza en el juvenil. El caso es que el gol del empate moracho pudo llegar en el minuto 91 cuando David, al que Santi García Calvo puso de delantero en estos momentos, remataba de forma muy ajustada al palo y el balón se iba fuera.
Pidiendo la hora acabó el Daimiel pero con un suspiro de alivio enorme cuando García Onrubia, en el 95, pitaba el final de un partido que ojalá sirva para la definitiva remontada de los blancos, y ofrecer la necesaria tranquilidad a la entidad.
1 DAIMIEL: Ruiz Caba, Armindo, Pablo Jódar, Carlos García, Fran Blasco (Valdivia, min. 45), Juanpe, Alberto Fernández, Sosa (Jaime Núñez, min. 79), Naranjo, Rubén y David Ruiz (Ramón, min. 85).
0 MORA: Maxi, David, Edu, Héctor (Jorge, min. 69), Moisés, Lolo (Otero, min. 85), Paulo, Zurro, Mario, Novillo y Adrián (Chane, min. 82).
ÁRBITRO: García Onrubia, asistido en las bandas por Cerdán Aguilar y Toledo Galindo. De la Delegación de Albacete. No midió por el mismo rasero a los dos equipos a la hora de sacar las tarjetas amarillas. Amonestó por parte del Daimiel a Juanpe, Rubén, Alberto Fernández, Valdivia y David Ruiz. Por parte del Mora vieron amarilla Héctor y Paulo.
GOL:
1-0, minuto 48. Rubén.
INCIDENCIAS: Estadio Municipal de Daimiel. Espléndida tarde y buen estado del terreno de juego. El Daimiel regaló un banderín al Mora por su primera visita a la localidad como equipo de Tercera División. Tomás Lozano podría ser el nuevo secretario técnico del Daimiel CF aunque aún no hay nada definitivo.
LA FOTO DE LA AFICIÓN
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