martes, 27 de octubre de 2009

Rimun se encuentra muy afectado por el incidente del domingo


Raimundo Gómez del Pulgar, aficionado agredido por el colegiado San Martín Santos que pitaba el Guadalajara-Daimiel de Liga Nacional, se encuentra muy afectado por todo lo ocurrido. Buena persona donde las haya, aún no digiere lo que le sucedió. Amante del fútbol como pocos, es habitual verle las mañanas del sábado en el Nuestra Señora del Carmen viendo un partido de alevines, o en cualquier campo de Tercera o Regional el domingo por la tarde. De hecho, como entrenador que es, ex jugador y aficionado al Daimiel CF, se desplazó el sábado a Villarrobledo a ver el Villarrobledo-Daimiel y el domingo por la mañana estaba en Guadalajara.


Nunca ha tenido un problema similar, ni como jugador, ni como entrenador. Fue un perro de presa como defensa. Como entrenador ha demostrado su categoría en un equipo como el Atlético Daimiel al que hizo soñar con el ascenso a Tercera. Y como persona, su servicialidad está fuera de toda duda. Es bombero. Reproducimos aquí la entrevista que le ha hecho el compañero Román Bravo para EL DÍA DE CIUDAD REAL.


Rimun: “Lo que ocurrió no se puede creer. En mi vida me pasó algo así. El árbitro me golpeó porque le dije que corriera más ya que no se estaba moviendo. Me insultó y me pegó en la cara. Me quedé atónito, sin entender qué pasaba. Yo había ido a ver el partido de mi hijo con mi mujer, tranquilo, sin problemas ni exigencias. Solamente quería que el árbitro corriera, que ponga actitud para dirigir. Pero la actitud ‘chulesca’ de San Martín no se puede entender. En vez de dar ejemplo a los juveniles, se acercó a la grada y me pegó”, aseguró Raimundo Gómez del Pulgar, al cual se lo notaba todavía muy afectado por lo sucedido.


“No voy a ir a ver más a mi hijo, eso lo tengo decidido. Estoy muy mal anímicamente. Tuvimos que ir a la comisaria a denunciar, estuvimos hasta las tantas allí, de mal humor y nerviosos. En 20 años de entrenador de fútbol base nunca he visto algo así. Puedo entender que un árbitro esté cansado, lo que no me explico es cómo un profesional deja de hacer su labor solamente para ir a insultar y pegarle a un aficionado”, agregó el padre del jugador Rubén Gómez del Pulgar. El hijo de la victima, según su padre, también estaba “muy nervioso e incrédulo por lo ocurrido”.

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