Hemos podido leer el anexo al acta del colegiado San Martín Santos con respecto al partido Guadalajara-Daimiel de Liga Nacional y, como era de esperar, todo está contado al revés. Hay algunas cosas que son incomprensibles, como que el colegiado no explique por qué expulsó a Dachu. Así es. San Martín Santos dice que en el minuto 51 le saca amarilla por "cortar el balón voluntariamente con la mano, cortando un pase".
En el apartado de Expulsiones se indica que en ese mismo minuto, el 51, Dachu recibe la segunda amarilla, pero ¿por qué? Nada de nada. No se especifica cuál es el motivo. Si se explaya el colegiado en lo que, según él, le dijo Dachu una vez expulsado. En el caso de Alberto, le expulsó, con roja directa, por decirle "que malo eres, sinvergüenza, te has cargado el partido". Al igual que con Dachu se explaya en otra serie de insultos y actos que según él ocurrieron y que los jugadores del Daimiel y entrenador niegan tajantemente.
Pero lo que más llama la atención es que San Martín Santos, según la redacción del anexo, estuvo más pendiente de la colocación de los espectadores y de lo que le decían, que del desarrollo del juego. Así se puede inferir de la lectura del anexo, porque dice con pelos y señales, según él, donde estaban los espectadores y qué le decían. Hay que convenir que el "Jerónimo de la Morena está rodeado de una valla, y que en ella se apoya el espectador que quiere, algo que molestó, por lo que parece, a San Martín Santos.
En relación a las suspensiones del partido, que hubo dos, el colegiado dice que "corrió peligro su integridad física por las amenzas de dos espectadores". Pues realmente inaudito que un colegiado de Tercera división se sienta amenazado por dos espectadores. Qué será cuando vaya a partidos de mayor enjundia.
El colegiado no dice dónde ocurrieron los hechos
El lamentable episodio de la agresión a Rimun lo cuenta así San Martín Santos. Para empezar dice que el partido ya estaba suspendido, lo cual no es así, según el entrenador del Daimiel. Dice San Martín que "Suspendido el partido, dicho espectador continúa insultándome muy cerca de mí, señalándome con el dedo y le aparto para que no siga escupiéndome en la cara. Me lanza una cazadora en el rostro y se viene hacia mi soltando puñetazos al aire intentando alcanzarme no lográndolo al ser sujetado". Ninguno de los espectadores daimieleños que estuvo en el partido suscriben lo comentado aquí por San Martín Santos. Es más ¿cómo es posible que esto sucediera si Rimun nunca accedió al terreno de juego, ni siquiera el colegiado admite que hubo invasión del terreno de juego ni del túnel de vestuarios?
Lo grave, a nuestro juicio, es que el colegiado no dice en ningún momento dónde se producen "los zarandeos e insultos". ¿En el terreno de juego?¿En el acceso a los vestuarios?... ¿Por qué no dice dónde se produjeron? y ¿por qué dice que la suspensión del partido fue anterior cuando no es verdad?
Y la última cuestión es que dice que "cuando estoy en mi vestuariola puerta es aporreada y pateada con todo tipo de insultos por parte de varios jugadores del Daimiel". Y uno se pregunta ¿cómo supo que eran jugadores del Daimiel si estaba dentro y no lo pudo ver? Al respecto, Joaquín Calahorra niega que ni un solo futbolista de su equipo aporrerara la puerta del árbitro.
Lamentablemente será la palabra de los daimieleños contra la del árbitro porque no hay imágenes de lo que pasó. Bien que lo sabe San Martín Santos cuya fama por los campos de Guadalajara y Castilla-La Mancha es bien conocida, tal y como sucede con Zafrilla Jiménez o Sevilla Lérida. En el Daimiel hay esperanzas de que el Comité de Competición estime los antecedentes de este colegiado e investigue, de forma imparcial, lo que de verdad sucedió en el Jerónimo de la Morena.
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