domingo, 11 de octubre de 2009

El Carranque se parte la cara para empatar. El Daimiel perdonó demasiado. Moha protagonizó un susto monumental al perder la consciencia (2-2)

Antes de nada hay que volver a santiguarse por no haber ocurrido una desgracia irreparable en el Estadio Municipal de Daimiel. Corría el minuto 87 cuando Moha se lanzaba en plancha para rematar el gol que suponía el empate y recibir una patada en toda la cara, de forma totalmente fortuita, del defensa central daimieleño Carlos García. El impacto fue tal que Moha perdió la consciencia durante varios minutos, a parte de sangrar abundantemente por la nariz y una brecha en la ceja.

De nuevo la tragedia sobrevoló por el Estadio porque los jugadores del Carranque hacían claros gestos de la gravedad del impacto e incluso, cuando fue retirado el jugador, no querían volver al terreno de juego hasta no estar seguros de la recuperación de su compañero. Afortunadamente, Moha, recuperó la consciencia y fue atendido rápidamente por los médicos de urgencia del Centro de Salud de Daimiel y luego trasladado en ambulancia al Hospital General de Ciudad Real, eso si, con el cuello inmovilizado. Una ambulancia que, por cierto, tardó más de media hora en llegar.

En cuanto al partido, indicar que el Daimiel realizó uno de los mejores, si no el mejor partido de la temporada. El Carranque fue prácticamente un convidado de piedra durante al menos 70 minutos. El Daimiel tuvo ocasiones para haber conseguido una goleada de escándalo ante un líder que pasaba sin pena ni gloria por el Estadio Municipal. Sin embargo el gol de Mayo dio alas a los visitantes que conseguían empatar a falta de tres minutos. Fue mucho premio para un Carranque que se acercó tres veces al área de Astillero y que lanzó dos saques de esquina en todo el partido, en los minutos 57 y 86, por siete (4 y 3) del Daimiel. Así es el fútbol. El Carranque tuvo la suerte del campeón, mientras que el Daimiel no supo matar un partido que tuvo totalmente controlado.

Buen debut de Noel
En la alineación había novedades. Astillero debutaba como titular en el Estadio Municipal, ya que antes lo había hecho fuera de casa. Para Sosa también fue su primer partido en el once inicial. Jugó en el centro del campo y suyo fue el primer disparo con muchísima intención a los cuatro minutos. Pero sin duda las miradas se centraron en Noel, la última incorporación blanca y que hace el número 36 en enfundarse la blanca del Daimiel en lo que llevamos de temporada.
Debutó con dos goles, aunque uno no subió al marcador. Jugó de lateral derecho y vio una tarjeta amarilla. Ya avisábamos que las suele ver con facilidad. Fue la primera del partido y a nuestro juicio, rigurosa. Pero lo importante llegaba después. Su altura propicia que suba en todas las jugadas a balón parado. Así a los 18 minutos remata con la cabeza de forma impecable y el balón entra por la escuadra, rebota, por dentro, en el hierro que sustenta la red, da en el larguero y se sale. Ni árbitro ni asistente estimaron que la pelota rebasó la línea de gol, pese a las enormes protestas de los jugadores locales y la bronca del público.

Pero lo que son las cosas. Sólo dos minutos después, un centro de Armindo se le escapa a Puma y Noel, casi de rebote, marca el primer tanto del partido. No pudo tener mejor debut con los blancos el jugador de Picón. Para entonces, minuto 20. El Daimiel ya había dado serios avisos en el área del Carranque. David Ruiz llegaba bien por banda y había puesto balones para ser rematados. Uno de ellos no lo aprovechó Naranjo en buena posición. El Carranque dispuso de una ocasión a los cinco minutos, cuando Goyo, el lanzador de todo tipo de faltas, botó una desde lejos y el balón, al caer, toco el larguero por encima y se marchó fuera. Eso fue todo lo que dio de sí el líder en el primer tiempo.

El árbitro, Royo García, ordenó mediada esta primera parte que los recogepelotas abandonaran su sitio por lo que una vez más se perdió muchísimo tiempo y se cortó el ritmo del partido.

Dominio daimieleño
Tras el gol el dominio blanco se intensificó. Quesada y Alberto Fernández se mostraban como una barrera infranqueable para la media del Carranque. Una y otra vez se jugaba en las inmediaciones del área de Puma. Así en el minuto 32, comenzó el show particular de Rubén. Desarboló por completo a Goyo, que acabó desquiciado y recibiendo una amarilla por impotencia. En esa jugada del 32, se fue de todo el mundo y encaró a Puma. Este tocó pero no lo suficiente como para desviar, y cuando la pelota se metía Pacheco salvaba el que pudo ser el 2-0. Y antes del descanso, un fenomenal centro de Armindo iba presto para ser rematado por Noel en el segundo palo sin oposición ninguna, pero no llegó el defensa ante la desesperación de la parroquia local.

En la segunda parte el Carranque intentó imprimir más velocidad a su juego, pero no podía con un Daimiel que estaba siendo muy superior al líder. Nada más comenzar esta segunda mitad, un centro de David Ruiz desde la izquierda al segundo palo, lo conecta Rubén con la cabeza, con toda la portería para él, pero el esférico sale alto. Parecía que se iba a repetir la historia del partido ante el Illescas, pero esta vez, en el minuto 53, la perfecta triangulación entre Armindo, Rubén y David Ruiz encuentra el premio del gol con el certero disparo de este. Es su cuarto gol esta temporada.

Con el 2-0 nada hacía presagiar que el Carranque se llevara algo de Daimiel. Aunque su imagen mejoraba con respecto a la mala de la primera parte, no era capaz de llegar a los dominios de Astillero, a no ser que fuera a través de los infinitos balonazos de Goyo desde el centro del campo, por las faltas que pitaba una y otra vez, Royo García. El Daimiel buscó la sentencia, como en el minuto 59, en una gran jugada de Naranjo que se plantó solo ante Puma, pero al que no le pudo batir, quizá por escorarse demasiado. Cuatro después llegaba la jugada del primer tanto carranqueño. Falta que saca rápido esta vez Goyo sobre la posición de Koke, que pilla a la defensa descolocada. Este, desde la banda, saca un centro raso que se pasea por todo el área sin que nadie despeje, y Mayo, en el segundo palo, fusila al fondo de las mallas.

El Carranque se lo empieza a creer
Primera llegada y primer gol. A pesar del tanto, el Daimiel puede sentenciar en varios contragolpes llevados por Rubén. En el 67 Rubén dispara duro pero centrado y ataja Puma, pero luego, en el 68 un precioso centro desde la banda no lo remata David Ruiz por milímetros haciéndose Puma con el balón. De momento el Daimiel sigue controlando, pero el centro del campo empieza a perder la posesión del balón. El Carranque lo intenta con balones a Koke, hombre técnico y peligroso, pero se mueren en la frontal. Eso sí, en el minuto 70, un centro muy similar al que valió el primer gol, pudo significar el empate, pero esta vez Mayo vio muy grande a Astillero y la echó fuera. Era la segunda llegada, y casi gol.

El partido estaba abierto aunque el Daimiel lo podía matar en una contra. La tuvo Rubén en el minuto 72, otra vez solo ante Puma, y este salva in extremis con la punta de la bota cual portero de balonmano. La pelota salió llorando rozando el poste ante el “gol” del público, que no llegó.
Demasiadas, muchas veces, estaba perdonando el Daimiel, ante un Carranque que insistía pero, repito, no llegaba con claridad. Hasta el minuto 87. Tres o cuatro rechaces sin que se despeje aquel balón ni nadie la empujara al fondo hasta que Moha se tira en plancha y consigue que el balón se ajuste al palo largo para entrar en la portería. Se jugó el tipo Moha pero a su equipo le valió la pena.

Tercera llegada, segundo gol. Con muy poquito el Carranque se llevaba un punto de un Estadio que no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Siete minutos se tardó en reanudar el juego, en el minuto 94, por la lesión de Moha. Había que jugar, como mínimo, hasta el 97, y el descuento fue de tres minutos, hasta el 100, a todas luces corto por todo el tiempo que se perdió con los balones perdidos y los cambios, si tenemos en cuenta que en la primera parte descontó dos minutos.

Llueve sobre mojado
En definitiva, el punto sabe a muy poco por los méritos del Daimiel, pero llueve sobre mojado. Ya pasó lo mismo en Marchamalo y la afición poco a poco va perdiendo la confianza porque importante es jugar bien, pero más lo es ganar cuando el equipo está a dos puntos del descenso. Cierto que ayer estaba enfrente el líder invicto, pero también que este Daimiel necesita los triunfos, jugando como ayer estos tienen que llegar y que, también es verdad, este Daimiel estaba llamado a estar mucho más arriba de donde ahora se encuentra.

FICHA TÉCNICA
2 DAIMIEL: Astillero, Noel, Armindo, Carlos García, Fran Blasco, Quesada, Alberto Fernández (Valdivia, min. 64), Sosa (Jaime Núñez, min. 74), Naranjo, Rubén y David Ruiz.

2 CARRANQUE: Puma, León, Goyo, Pacheco, Mariano, Almendro, Mayo (Calle, min. 73), Peque (Rafita, min. 53), Moha (Carlos, min. 94), Hugo y Koke.

ÁRBITRO: Royo García, asistido en las bandas por Bairez Sierra y Pérez León, de la Delegación de Albacete. Mal. No midió a los dos equipos por el mismo rasero de las tarjetas. Muy condescendiente con el Carranque. No vio como gol el remate de Noel que se estrelló en el hierro que sustenta la red de la portería por dentro rebotaba en el larguero y volvía al terreno de juego. Ordenó retirar a los recogepelotas mediada la primera parte. Sólo se descontaron tres minutos en la segunda parte, cuando en la primera descontó dos. Enseñó tarjetas amarillas por el Daimiel a Noel, David Ruiz, Jaime Núñez, Quesada y Fran Blasco. Por parte del Carranque la vieron Mayo, Goyo, Mariano, Almendro y Hugo. Enorme bronca del público tanto en el descanso como al final del partido.

GOLES:
1-0, minuto 20. Noel.
2-0, minuto 53. David Ruiz.
2-1, minuto 63. Mayo.
2-2, minuto 87. Moha.

INCIDENCIAS: Espléndida tarde en el Estadio Municipal de Daimiel. Buen estado del césped. Unos 360 espectadores en la grada. Los aficionados pertenecientes a la “Charanga del Titanic” desplegaron una pancarta en la que se podía leer “No a la trata de blancos. Jugadores=Personas. Actual situación=vergonzosa”. El jugador del Carranque, Moha, sufrió un fuerte impacto en la cara cuando el consiguió el gol. Estuvo unos minutos tendido en el césped e incluso cuando acabó el partido seguía siendo atendido por los médicos. La ambulancia correspondiente (no los servicios de urgencias del Sescam que llegaron muy rápido) llegó cerca de media hora después del impacto.

LA FOTO DE LA AFICIÓN

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