Tal y como suena. Lo que en términos periodísticos se tacha como "Un hombre mordío a un perro", fue lo que sucedió en Guadalajara. El colegido adscrito al Colegio de Castilla-La Mancha, que pertenece a la Delegación de Guadalajara y que ostenta la categoría de Tercera división, Javier San Martín Santos, agredió, mediante un puñetazo, a un espectador daimieleño durante el transcurso del partido de la Liga Nacional Juvenil entre el CD Guadalajara y el Daimiel CF. El aficionado es Raimundo Gómez del Pulgar, conocido en el mundo del fútbol como Rimun, que se desplazó hasta Guadalajara para ver el partido, ya que en el Daimiel juega su hijo Rubén.
Los hechos, según varios testigos, se produjeron de la siguiente forma. Rimun se encontraba en sitio habilitado para el público, detras dela vaya que delimita el terreno de juego, en la zona de la grada del "Jerónimo de la Morena" de Guadalajara. Cuando faltaban diez minutos para el final del partido, el aficionado daimieleño espetó al Colegiado "que tenía que correr más porque para eso te pagan", ya que a entender del aficionado San Martín Santos mostraba ciertas deficiencias físicas durante el choque y no se movía del círculo central.
El Colegiado, ni corto ni perezoso, le contestó "Me va a pagar tu puta madre", y acto seguido se acercó a la vaya y le dio un puñetazo en la cara a Rimun. El estupor fue enorme porque hubo momentos en los que no se sabía qué hacer, aunque, según todos los testigos, Rimun en ningún momento repelió la agresión hacia el colegiado y se mantuvo en la zona del público. Peor reacción fue la de Rubén, hijo de Rimun y que estaba jugando el partido, ya que tuvo que ser sujetado por sus compañeros. Después de esto el colegiado San Martín Santos, se refugió en los vestuarios del "Jerónimo de la Morena" y dio por suspendido el partido cuando iban 0-0 en el marcador y había expulsado a dos jugadores del Daimiel.
El árbitro expulsó a dos jugadores daimieleños en el minuto 57...
Lo cierto es que el partido fue de lo más accidentado pero por el bochornoso arbitraje de San Martín Santos, ya que tanto Guadalajara como Daimiel disputaron un partido dónde no hubo incidentes que reseñar. La primera decisión histriónica del colegiado fue expulsar a Dachu en el minuto 57 por una presunta mano que nadie vio. Era la segunda amarilla, y por tanto expulsión. Como los jugadores daimieleños no estaban de acuerdo, hubo protestas. Así Rubio vio la roja directa en ese mismo momento por protestar la expulsión de su compañero. Así que el Daimiel jugaba con dos menos desde el minuto 57.
... y suspendió el partido durante un cuarto de hora en el 65
Pero lo más chocante fue cuando en el minuto 65, paró el partido y le dijo al Delegado de campo que suspendía el partido hasta que no se personara la Fuerza Pública en el recinto deportivo y desalojara a un espectador "que le estaba increpando desde la vaya". Resulta que ese espectador era otro padre de un jugador del Daimiel, que se encontraba situado enfrente de la zona de tribuna, detras de los banquillos, pero en zona habilitada para el público. De hecho había otros espectadores, incluso de Guadalajara, en esa zona.
Después de cuarto de hora suspendido el partido, y con los dos equipos en vestuarios, San Martín Santos accedió a reanudar el choque, aunque no se personó la Fuerza Pública, pero los espectadores que estaban detrás de los banquillos fueron desalojados de allí. Después, y a falta de diez minutos para el final, llegó la agresión ya relatada a Rimun y que supuso la suspensión definitiva del partido, con 0-0 en el marcador yel Daimiel CF jugando con 9.
La expedición daimieleña no da crédito
Los aficionados, jugadores, directivos y entrenador del Daimiel CF Juvenil no dan crédito a lo sucedido. Por supuesto Rimun, que tiene acreditado un gran nombre en el mundo del fútbol por su saber estar a lo largo de toda su carrera deportiva, como jugador y entrenador, denunció en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía los hechos e incluso se trasladó al Hospital para que le realizaran un informe médico. Todo ello lo hizo con testigos. Según ha podido saber FÚTBOL DE DAIMIEL el colegiado San Martín Santos también denunció los hechos en Comisaría, pero tendrá difícil explicar cómo abandonó sus atribuciones de impartir justicia para ir a la banda a pegarle un puñetazo a un espectador, que todo el mundo vio.
Demasiado estresado por muchos partidos
San Martín Santos se trató de escusar por sus actos, una vez que ya había suspendido el partido entre el Guadalajara y el Daimiel, en el sentido de que estaba estresado porque era su tercer partido del fin de semana y, además tenía otro más que pitar por la tarde.
En fin, cosa curiosa que a los jugadores no les dejen jugar en dos equipos del mismo club si no han transcurrido más de 24 horas entre partido y partido, y mientras los colegiados, que realizan un esfuerzo físico también considerable, puedan pitar hasta en cuatro encuentros en un mismo fin de semana, algo que, evidentemente, merma la capacidad del árbitro en cuestión, a no ser que, como San Martín Santos, no se mueva del centro del campo.
Pendientes del anexo
El colegiado indicó que iba a realizar un anexo al acta (en la web de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha figura únicamente como partido suspendido) por lo que el Daimiel está preocupado por lo que pueda pasar tras el tumulto organizado tras la agresión del árbitro. Ya se sabe que para el Comité la versión del árbitro es la que prima, si no hay imágenes, que al parecer no las hay, aunque en este caso haya denuncia y muchos testigos. Lo peor es si el Daimiel es obligado a retornar hasta Guadalajara para acabar el partido -quedan diez minutos- con dos jugadores menos. Un desplazamiento que es de los más costosos y que el Daimiel no tiene ninguna culpa de lo sucedido.
Grave lesión de Róber
No quedan aquí las desgracias del Daimiel en este partido, porque el jugador Róber se lesionó de gravedad en el primer minuto de juego, de forma totalmente fortuita. Se produjo un esgince en la rodilla y puede tratarse de rotura de ligamento cruzado y anterior. Rápidamente fue trasladado al Hospital de Guadalajara donde determinaron que no había hueso roto pero dada la hinchazón, había que esperar unos días para determinar la gravedad de la lesión. El caso es que el chaval vino con prácticamente toda la pierna escayolada.
Habrá que estar atentos a cómo se desarrollen los acontecimientos pero es, desde luego, un caso atípico y muy desagradable que no se debe dar en ningún campo y menos tratándose de partidos de juveniles y teniendo por protagonista a la persona que debe ser ejemplo.
Los hechos, según varios testigos, se produjeron de la siguiente forma. Rimun se encontraba en sitio habilitado para el público, detras dela vaya que delimita el terreno de juego, en la zona de la grada del "Jerónimo de la Morena" de Guadalajara. Cuando faltaban diez minutos para el final del partido, el aficionado daimieleño espetó al Colegiado "que tenía que correr más porque para eso te pagan", ya que a entender del aficionado San Martín Santos mostraba ciertas deficiencias físicas durante el choque y no se movía del círculo central.
El Colegiado, ni corto ni perezoso, le contestó "Me va a pagar tu puta madre", y acto seguido se acercó a la vaya y le dio un puñetazo en la cara a Rimun. El estupor fue enorme porque hubo momentos en los que no se sabía qué hacer, aunque, según todos los testigos, Rimun en ningún momento repelió la agresión hacia el colegiado y se mantuvo en la zona del público. Peor reacción fue la de Rubén, hijo de Rimun y que estaba jugando el partido, ya que tuvo que ser sujetado por sus compañeros. Después de esto el colegiado San Martín Santos, se refugió en los vestuarios del "Jerónimo de la Morena" y dio por suspendido el partido cuando iban 0-0 en el marcador y había expulsado a dos jugadores del Daimiel.
El árbitro expulsó a dos jugadores daimieleños en el minuto 57...
Lo cierto es que el partido fue de lo más accidentado pero por el bochornoso arbitraje de San Martín Santos, ya que tanto Guadalajara como Daimiel disputaron un partido dónde no hubo incidentes que reseñar. La primera decisión histriónica del colegiado fue expulsar a Dachu en el minuto 57 por una presunta mano que nadie vio. Era la segunda amarilla, y por tanto expulsión. Como los jugadores daimieleños no estaban de acuerdo, hubo protestas. Así Rubio vio la roja directa en ese mismo momento por protestar la expulsión de su compañero. Así que el Daimiel jugaba con dos menos desde el minuto 57.
... y suspendió el partido durante un cuarto de hora en el 65
Pero lo más chocante fue cuando en el minuto 65, paró el partido y le dijo al Delegado de campo que suspendía el partido hasta que no se personara la Fuerza Pública en el recinto deportivo y desalojara a un espectador "que le estaba increpando desde la vaya". Resulta que ese espectador era otro padre de un jugador del Daimiel, que se encontraba situado enfrente de la zona de tribuna, detras de los banquillos, pero en zona habilitada para el público. De hecho había otros espectadores, incluso de Guadalajara, en esa zona.
Después de cuarto de hora suspendido el partido, y con los dos equipos en vestuarios, San Martín Santos accedió a reanudar el choque, aunque no se personó la Fuerza Pública, pero los espectadores que estaban detrás de los banquillos fueron desalojados de allí. Después, y a falta de diez minutos para el final, llegó la agresión ya relatada a Rimun y que supuso la suspensión definitiva del partido, con 0-0 en el marcador yel Daimiel CF jugando con 9.
La expedición daimieleña no da crédito
Los aficionados, jugadores, directivos y entrenador del Daimiel CF Juvenil no dan crédito a lo sucedido. Por supuesto Rimun, que tiene acreditado un gran nombre en el mundo del fútbol por su saber estar a lo largo de toda su carrera deportiva, como jugador y entrenador, denunció en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía los hechos e incluso se trasladó al Hospital para que le realizaran un informe médico. Todo ello lo hizo con testigos. Según ha podido saber FÚTBOL DE DAIMIEL el colegiado San Martín Santos también denunció los hechos en Comisaría, pero tendrá difícil explicar cómo abandonó sus atribuciones de impartir justicia para ir a la banda a pegarle un puñetazo a un espectador, que todo el mundo vio.
Demasiado estresado por muchos partidos
San Martín Santos se trató de escusar por sus actos, una vez que ya había suspendido el partido entre el Guadalajara y el Daimiel, en el sentido de que estaba estresado porque era su tercer partido del fin de semana y, además tenía otro más que pitar por la tarde.
En fin, cosa curiosa que a los jugadores no les dejen jugar en dos equipos del mismo club si no han transcurrido más de 24 horas entre partido y partido, y mientras los colegiados, que realizan un esfuerzo físico también considerable, puedan pitar hasta en cuatro encuentros en un mismo fin de semana, algo que, evidentemente, merma la capacidad del árbitro en cuestión, a no ser que, como San Martín Santos, no se mueva del centro del campo.
Pendientes del anexo
El colegiado indicó que iba a realizar un anexo al acta (en la web de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha figura únicamente como partido suspendido) por lo que el Daimiel está preocupado por lo que pueda pasar tras el tumulto organizado tras la agresión del árbitro. Ya se sabe que para el Comité la versión del árbitro es la que prima, si no hay imágenes, que al parecer no las hay, aunque en este caso haya denuncia y muchos testigos. Lo peor es si el Daimiel es obligado a retornar hasta Guadalajara para acabar el partido -quedan diez minutos- con dos jugadores menos. Un desplazamiento que es de los más costosos y que el Daimiel no tiene ninguna culpa de lo sucedido.
Grave lesión de Róber
No quedan aquí las desgracias del Daimiel en este partido, porque el jugador Róber se lesionó de gravedad en el primer minuto de juego, de forma totalmente fortuita. Se produjo un esgince en la rodilla y puede tratarse de rotura de ligamento cruzado y anterior. Rápidamente fue trasladado al Hospital de Guadalajara donde determinaron que no había hueso roto pero dada la hinchazón, había que esperar unos días para determinar la gravedad de la lesión. El caso es que el chaval vino con prácticamente toda la pierna escayolada.
Habrá que estar atentos a cómo se desarrollen los acontecimientos pero es, desde luego, un caso atípico y muy desagradable que no se debe dar en ningún campo y menos tratándose de partidos de juveniles y teniendo por protagonista a la persona que debe ser ejemplo.
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