Un "moragazo" mete de lleno al Daimiel en la lucha por la Promoción (0-1)

Cuando más difícil parecía. Cuando nadie daba (dábamos) un duro por el Daimiel. Cuando enfrente se tenía un rival que peleaba todo. Cuando al lado se tenía todo en la mano para sentenciar. Cuando todo parecía perdido, llega Moraga, marca un golazo, pierde en su casa el Almagro, por primera y única vez en toda la Liga, y deja al Daimiel segundo en la tabla y con la posibilidad matemática de clasificarse para la Promoción en el próximo partido... ante el Almagro. En Miguelturra, los jugadores del Daimiel dieron la cara y demostraron implicación a tope. Así, sí.

El fútbol tiene estas cosas. Lo que parecía perdido un domingo, al otro resucita. El Daimiel llegaba al Candelario León Rivas, un campo muy pequeño, con muchas dudas por el rendimiento y actitud que los de Santi, que por fin siguió el partido desde el banquillo, pudieran desarrollar. A esto se le unía la revolución en la alineación, siendo solo una de las variantes obligadas. Aarón, Jesús, Rafa Cortés y Chule, este por sanción, se caían de la alineación. Entraban Moraga, lógico, Bernal, Paco y Gonzalo, estos dos causando cierta sorpresa. Desde luego sonó a toque de atención, sobre todo, a Jesús y Rafa Cortés.

Desde el primer momento se vio a un Daimiel muy metido en el partido. Al menos se evitó que en los primeros minutos se recibiera un gol, aunque en el primer córner del partido una indecisión entre defensa y portero pudo costar muy caro a los intereses blancos, en el minuto 6. El partido iba a ser de rompe y rasga como se preveía. En un campo tan pequeño, cada balón largo, saque de banda o despeje generaría una ocasión. Así fue. El balón casi siempre estuvo volando por el cielo miguelturreño, que, además, se complicaba con el molesto fuerte viento de costado.

Muy poco fútbol en la primera parte, y menos ocasiones. Por el Daimiel, ninguna. Y por el Miguelturreño un remate de cabeza de Garceso, alto, a la salida de un córner. Por lo demás las defensas se impusieron en todo momnto a las delanteras. La anticipación fue la tónica dominante y el trabajo defensivo en el centro del campo de ambas escuadras fue encomible. Un partido de mucho contacto, de mucho toque de cabeza, de voleones y de tensión, mucha tensión, jugado al máximo de revoluciones tanto por una parte como por la otra.

Raúl Martín, al poste
El segundo periodo comenzó muy bien para el Daimiel. Los blancos salieron dispuestos a rasear más el balón. Gonzalo sacó de su sitio a los centrales un par de veces lo que originó cierto peligro en la portería defendida por Agustín. Fueron los mejores minutos visitantes que pasaron a dominar claramente al Miguelturreño. La primera ocasión blanca llegaba en el minuto 47 en un remate de cabeza de Moraga a la salida de un córner, en muy buena posición, pero con mala dirección.

Ese fue el preludio del primer susto importante para el Miguelturreño. Un saque de banda largo, es rematado con la cabeza por Raúl Martín. Cuando parecía que el tanto era irremediable, la pelota pegaba en el poste, y el rechace era despejado por la defensa. Corría el minuto 48. Para entonces se notaba que el decorado había cambiado. Bernal e Ismael se habían hecho con el centro del campo y conectaban bien con Paco y Raúl Martín en banda. El esférico merodeaba el área local con mucha más presencia que en el primer tiempo.

Así se llegaba al minuto 56. Francis roba en banda y tiende a irse al centro, combina con Gonzalo y este es cazado en la frontal, practicamente perpendicular al centro de la portería. Era una ocasión perfecta, un balón centrado a excaso un metro de la forntal del área. Raúl Martín y Moraga se relamían pensando en cómo poder batir a Agustín. Fue Moraga el que de zapatazo de impresión, con la izquierda, colocaba el esférico por toda la escuadra derecha de la portería de Agustín rompiendo todas las telarañas habidas y por haber. Nada pudo hacer el meta.

El tanto fue celebrado como si de la final de la Copa de Europa se tratase. No hemos visto en toda la Liga celebrar un gol con la intensidad con que se celebró este. Los blancos, en esa acción, sacaron toda la rabia que tenían guardada en este nefasto último tramo de Liga que les ha condenado a no poder saborear el ascenso directo a Tercera y tener que pelear por la Promoción. Ese "moragazo" puede valer su peso en oro porque pone al Daimiel en la mejor de las disposiciones para conquistar la segunda plaza.

A partir del tanto el Miguelturreño lo dio todo y más. Encomiable el esfuerzo y el tesón de los chicos de José Vicente Rojas que trataron por todos los medios de lograr como mínimo el empate. Pero el Daimiel, por fin, volvió a dar la cara, a demostrar por qué ha sido una de las defensas más sólidas y contundentes del campeonato, aunque siguieron habiendo errores en la compenetración, probablemente producidos por los nervios, y en el juego aéreo. esta faceta pudo costar un disgusto carísimo porque en el minuto 63, Piri encontró petroleo en una indecisión de Rubio que le dejó solo ante Maxi, pero se entretuvo y su disparo tocó en José Carlos y se fue a córner. A la salida de este córner llegó la mejor ocasión local. Lo botaba Javi Torres, como todos, Maxi falla en la salida, y Buda, sin portero, remata con la cabeza demasiado cruzado. Lo cierto es que parecía gol de forma irremediable, pero la pelota se marchaba fuera de milagro.

El Daimiel supo contener al Miguelturreño
El Miguelturreño nunca bajó los brazos y el Daimiel trató de cortar el ímpetu local a base de enfriar el juego, bien tratando de tocar o perdiendo tiempo en cada falta. Lo importante era conseguir los tres puntos que dieran al traste con las malas impresiones de las últimas jornadas. El equipo se solidarizó en el esfuerzo y Santi empezó a mover ficha con hombres verdaderamente exhaustos.

A falta de cinco minutos llegaba la noticia, totalmente inesperada, de que el Almagro perdía en su casa. Fue en tonces cuando los jugadores apretaron los dientes y eran conscientes de lo importante que era sacar estos tres puntos. El descuento se hizo interminable. Cinco largos minutos que dieron para otro error de Maxi que, afortunadamente enmendaba Fernando, bajo palos, si bien el colegiado pitó falta al portero. Ahí se murió el partido y al final lógica alegría en los jugadores, técnicos, directiva y en los bastantes aficionados que se desplazaron desde Daimiel a Miguelturra.

El Daimiel queda segundo en la tabla y el domingo recibe al tercero, con los mismos puntos, Almagro. El que gane ese partido, jugará la Promoción de Ascenso a Tercera división, muy probablemente, ante el CF Talavera. Si hay un empate, todo se decidirá en la última jornada, donde el Daimiel visitará Piedrabuena y el Almagro recibirá al Motilla. En ese caso el Daimiel partiría con una ventaja de +8 en el golaverage general. El Daimiel CF tiene todas las opciones de jugar esa Promoción, ahora sólo hace falta que la afición vuelva a estar a la altura de las circunstancias.

"Raúl Martín, vete a tomar por culo"
No puedo pasar por alto lo que sucedió cuando el jugador del Daimiel CF, Raúl Martín, natural y residente en Miguelturra, fue sustituido en el minuto 92 por Calahorra. Por megafonía del Candelario León Rivas se dijo, textualmente: "cambio en el Daimiel. Calahorra sustituye al listo de Raúl Martín. Como dicen en mi pueblo, vete a tomar por culo". Se oyó perfectamente y la expedición daimieleña se quedó perpleja. Porque ya se tuvo que aguantar los ánimos dados al equipo local por megafonía, algo totalmente prohibido durante la disputa del choque, pero llegar a ese insulto tan chavacano debería ser tenido en cuenta por los estamentos federativos.

El Daimiel CF le comunicó al árbitro su malestar por lo sucedido, pero no se incluyó en el acta por aceptar las disculpas del Delegado del Miguelturreño. Es la primera vez que veo algo así en toda mi vida de periodista y se debería cortar de raíz. Sin embargo el colegiado sí que indicó en el acta que al retirarse a vestuarios "recibió un manotazo en el brazo" sin causarle dolor. En fin, lo de la megafonía es algo lamentable que un club señero como el Miguelturreño debería evitar a toda costa.

FICHA TÉCNICA

0 MIGUELTURREÑO: Agustín, Ríos (Tabú, min. 85), Lope, Juanma, Garceso, Jaime, Calahorra (Manzano, min. 78), Buda, Piri (Moya, min. 71), Javi Torres y Fran.

1 DAIMIEL: Maxi, Fernando, Moraga, José Carlos, Rubio, Ismael, Paco (Jesús, min. 76), Bernal, Gonzalo (Rafa Cortés, min. 65), Francis (Dachu, min. 85) y Raúl Martín (Cala, min. 92).

ÁRBITRO: Gallego Sacristana, asistido en las bandas por Sáinz Pardo y Barrilero Castillo, de la Delegación de Ciudad Real. No fue un partido fácil y tuvo errores de apreciación, pero salió del partido airoso. Enseñó tarjetas amarillas por el Miguelturreño a Ríos, Piri y Buda. Por el Daimiel la vieron Rubio, Cala y Paco, estos dos cuando estaban en el banquillo.

GOL:
0-1, minuto 56. Moraga.

INCIDENCIAS: Campo Candelario León Rivas, de césped artificial, muy pequeño. Unos 200 espectadores en la grada, con bastantes de Daimiel. Tarde con molesto viento de costado. Lamentable la labor de la megafonía isultand gravemente a Raúl Martín cuando fue sustituido. Le dijeron "vete a tomar por culo".