lunes, 9 de abril de 2012

Pedro Sánchez de la Nieta: "Para mí, el entrenador no descansa"



Los caminos del fútbol han llevado al Villanovense y a Pedro Sánchez de la Nieta (entrenador del equipo natural de Daimiel) a encontrarse en el momento justo para que ambas partes vuelvan a disfrutar con el deporte rey. El técnico manchego ha vuelto a divertirse al frente de un banquillo y el club serón está saboreando como nunca la participación en la división de bronce donde está a punto de certificar una permanencia histórica.
Sánchez de la Nieta aterrizó en el Romero Cuerda hace 19 jornadas, una vuelta, para suceder en el cargo de entrenador a Adolfo Muñoz. En este periodo ha logrado que el Villanovense pase de ser el típico pupas de la Segunda B a competir como uno más sin tener como principal amenaza el descenso.
Este enfermero que está a punto de cumplir 50 años de edad, no sólo compatibiliza su condición de sanitario con la de entrenador, sino que podría decirse que ha aplicado los mejores cuidados de enfermería a un paciente al que le costaba mantener las constantes vitales futbolísticas. Y es que, como dijo la pasada semana después de ser amonestado por interesarse por un jugador del Badajoz que cayó al suelo lesionado, Sánchez de la Nieta maneja las urgencias.
-El Villanovense ha conseguido desde su llegada 34 de 57 puntos, ¿cuál ha sido el secreto?
-Indudablemente el trabajo. Y lo fundamental ha sido el que los jugadores acepten como válido el trabajo que tú vienes a desarrollar porque luego son ellos los que lo trasladan al terreno de juego. Ellos han aceptado como válida esa forma de trabajar, se han identificado con ella, y han sido tan positivos que la han trasladado al campo y se han conseguido estos resultados. A partir de ahí, ha habido que matizar alguna cosas en el aspecto táctico y de colocación de jugadores, pero ese ha sido el secreto que ha dado resultado y morimos con esta forma de trabajar.
-Empezó ganando al Sevilla en casa y luego llegaron dos derrotas consecutivas, ¿cómo recuerda aquellos primeros días?
-Los recuerdo muy bonitos. El primer día sobretodo porque me acuerdo que estabais todos con una tensión de venir de perder de Badajoz, de haber enlazado una serie de resultados negativos y se hacía necesario sumar tres puntos para salir de esas posiciones de descenso. Empezar ganando fue muy positivo y yo me alegré muchísimo, de todo corazón y os lo dije en la rueda de prensa, porque os veía con otras caras, porque vosotros os alegrabais y sobretodo la afición y la directiva.
-Luego, dos derrotas seguidas.
-Eso me hizo un poco mella por no conseguir ningún punto con todo lo que se había trabajado y lo que los jugadores habían trasladado al terreno de juego. Porque si recuerdas, en Cádiz perdimos 3-1 pero no fue merecido ese resultado para nada. Y con el Caravaca tampoco, porque ha sido el partido con más ocasiones de gol y más tiros entre los tres palos que hemos tenido de todos los que yo llevo aquí. Sin embargo, su portero y la poca efectividad hicieron que se perdieran esos tres puntos. Recordarás que estaba deseando que llegara el día del Lorca para resarcirnos porque no podía ser que el equipo tuviera tanta mala suerte y tanta poca efectividad. Con el Lorca el equipo siguió igual y se ganó. Ahí fue donde se cimentó un poco lo que iba a ser este equipo. Saber identificarse con la Segunda B, que son partidos que se ganan, que se pierden o que se empatan, pero no rachas de cinco o seis derrotas y una victoria y otros cinco partidos perdidos, que es lo que te da el descenso.
-¿Qué ha sido lo más difícil para que lograr la solidez que ahora demuestra el equipo?
-Elegir los jugadores. Y no porque no los tenga en el equipo, sino porque estáis viendo que me rompo la cabeza para saber a quién poner porque esa solidez te la dan prácticamente la totalidad de los jugadores, por no decir todos. Entonces, saber en cada momento qué elegir, es la mayor dificultad que tengo porque luego el trabajo lo aceptan a la perfección, tácticamente lo captan perfectamente, pero elegir a los jugadores me es problemático porque muchas veces dejo jugadores que quizá merecerían estar en la convocatoria o jugar.
-A partir de ahí todo es más fácil.
-Por supuesto. Ahora mismo, para un entrenador, romperte la cabeza pensado a quién dejas fuera y el malestar que le puedas crear, deportivamente hablando porque están siendo correctos al máximo, es muy beneficioso porque dispones de muchos efectivos para llevar a cabo el trabajo táctico y el estilo de juego domingo a domingo.
-Dicen sus jugadores que es un entrenador con las ideas claras, trabajador, observador, exigente, estudioso y que no deja nada al azar. ¿Es así?
-Yo siempre he entendido que cuando eres jugador de fútbol, lo que demuestras en el terreno de juego y en los entrenamientos, luego lo trasladas a la vida privada. Y es así. Y yo lo traslado también a como soy como entrenador. Yo era muy exigente conmigo mismo como jugador porque sabía que no era un virtuoso y que no era un monstruo. Entonces, para llegar a Segunda división tuve continuamente que currar, currar y currar y tratar de mejorar día a día, limando defectos o dejándolos aparcados para que no se me vieron. Y lo que hago es trasladar eso al equipo que tengo ahora mismo, porque es mi forma de pensar. Tratar de controlar todo, tratar de insistir en todo, y lo que no se pueda controlar tratar que por lo menos no te haga daño. A partir de ahí entra la concepción táctica, física, estratégica y hasta la alimentación de los jugadores. Es lo que pretendemos, que las cosas que podemos controlar no nos hagan daño si están descontroladas.
-Por todo esto, su jornada deportiva debe ir mucho más allá del entrenamiento con los jugadores.
-Para mí, el entrenador no descansa. Y si descansa, se le escapan detalles porque es no descansando, viendo videos, pidiendo informes y preparando entrenamiento y muchas veces no te salen bien las cosas. Por eso, si no desarrollas todo ese trabajo oscuro, se te van a escapar más detalles.
-A más de uno, viendo su trabajo en el Villanovense, le ha extrañado que llevara dos años sin entrenar.
-Cuando terminé con el Puertollano, e incluso estando allí, hubo algún equipo de superior categoría que se interesó por mí pero al final no salió. Terminé en Puertollano y me equivoqué pensando que elegía personas para poder entrenar. Reaccioné y tuve equipos, pero no cuajó ninguna negociación. Todos sabemos cómo está el fútbol. Y también es cierto que los equipos en los que yo tenía interés eligieron a otros entrenadores, por qué no decirlo. A eso se unió mi particularidad de no poder compatibilizar el fútbol con mi trabajo. He esperado mi momento, no he desesperado, ese momento llegó con el Villanovense y sólo puedo decir que estoy contentísimo.
-¿Cómo se consigue que un equipo al que le hacían con facilidad hasta 3 y 4 goles en un partido reduzca en más de la mitad el número de goles encajados?
-Sobretodo trabajando mucho el aspecto defensivo pero no sólo los defensas, sino todo el conjunto. Y fundamentalmente, haciendo ver las características de los jugadores que tienes y haciéndoles entender que a lo mejor hay que jugar a defender con más ímpetu y dejar un poco de lado la vistosidad porque no sean especialmente tus características.
-Una de su principal preocupación cuando llegó era el número de goles encajados por el equipo.
-Y sigue siendo importante aunque llevemos 20 goles en los 19 partidos que llevo aquí porque todo lo que sea salir a un gol por partido no me gusta para nada. Y de hecho les sigo insistiendo a los jugadores que, aunque virtualmente podamos tener el objetivo conseguido, yo no quiero ser un equipo al que le metan en estos seis partidos 2 o 3 goles. También te digo que para mí la solidez no sólo es no encajar goles. Mi intención ha sido ser un equipo difícil en el sentido de tener una estructura sólida.
-¿En qué momento empezó a ver que era posible lograr aquello que dijo de demostrar que un equipo humilde se podía mantener en Segunda B?
-El primer partido se te hacía un poco prematuro pero viendo la forma de trabajar de los jugadores y lo que sucedió en los dos partidos siguientes en los que, aunque se perdió, el equipo dio la talla, y viendo sobretodo como se repuso con el Lorca y cómo fuimos a San Roque y empatamos debiendo ganar por lo de aquel penalti en el descuento, en ese momento fui consciente de que este equipo, trabajando con la misma intensidad y si lo jugadores se identificaban con la forma de trabajar, podía salir de ahí abajo y conseguir objetivos más cercanos como la permanencia. Y creo que eso también los visteis los medios de comunicación y la afición.
-De todos modos, los resultados son los que dictan sentencia. Incluso sobre el trabajo.
-Eso lo tengo muy claro. Incluso ahora mismo, si perdemos los seis partidos que nos quedan y nos salvamos, todos nos quedaremos con el mal sabor de boca de haber empañado todo lo que hasta ahora hemos realizado.
-Sin duda que este es el momento más dulce del Villanovense en esta categoría. ¿También lo es para usted como entrenador?
-Para mí todo lo que sea ir consiguiendo objetivos son momentos dulces. Para mí este es un momento dulce porque me encontré un equipo con problemas de resultados y hemos conseguido subsanar esos problemas en 19 partidos. Si conseguimos darle consistencia y continuación a esta situación salvaremos la categoría y será un momento dulcísimo. Esos momentos son positivos tanto cuando se juega play-off como cuando se consiguen objetivos ambiciosos para equipos que nunca los habían conseguido.
-¿Qué es más difícil ascender o mantenerse?
-Son muy difíciles las dos cosas. El ascenso porque tienes que poner todo de tu parte, los jugadores tienen que ser ambiciosos y muy bien elegidos y porque la tensión de estar arriba te va minando. No es menos complicado un equipo hecho para no descender, que ha estado en puestos de descenso, que los jugadores tienen la presión y la inquietud a la hora de tener la posesión o de querer hacer jugadas, el miedo a que te hagan gol rápido. Es muy difícil. No sabría valorar qué situación es más difícil aunque lógicamente cuando estás arriba la ansiedad no es por perder la categoría y te puedes refugiar en el resultado, cosa en la que no te puedes refugiar cuando pierdes la categoría.
-¿En que porcentaje se parece el Villanovense al equipo ideal de Pedro Sánchez de la Nieta?
-Pues se parece en un porcentaje importante. Te diría que en un 80 o 90 por ciento. Pero está claro que todo es mejorable. Tanto los jugadores para el entrenador como el entrenador desde el punto de vista de jugadores, directiva y afición. Se puede mejorar todo y en eso tenemos que seguir trabajando.
-¿En qué medida influye haber sido defensa en el Sánchez de la Nieta entrenador?
-Sobretodo en la rigurosidad táctica y del esfuerzo físico y en la superación porque yo no tenía grandes cualidades técnicas pero intentaba superar a jugadores técnicamente mejores con esa rigurosidad física y táctica.
-¿Va a continuar la próxima temporada en el Villanovense?
-Cuando firmamos el contrato estaba todo condicionado a conseguir la permanencia. Cuando lo logremos será el momento de llevar a efecto el acuerdo al que llegamos.

FICHA

Nombre completo. Pedro Sánchez de la Nieta Ogallar
Nació en Daimiel (Ciudad Real), 26/05/1962
Como jugador. Daimiel, Getafe, Jaén, Granada, Alzira, Orense, Getafe, Manchego, Atlético Ciudad Real, Tomelloso y Valdepeñas.
Como entrenador. Tomelloso (02-05), Puertollano (05-09) y Villanovense.

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