Hoy es el día fijado por la directiva del Daimiel CF para tomar una decisión drástica acerca del futuro del Club. A las 20:30 están convocados los socios y aficionados del Daimiel CF, en la Casa de Cultura, para debatir si el Daimiel continúa existiendo o bien tiene que desaparecer. Así de drástico… y no es una inocentada. Eusebio Villar dice que se va, que no le apoya nadie y que sean otros los que se hagan cargo del Club, la asociación deportiva y cultural más antigua de Daimiel.
Es evidente que esos “otros” tendrán que saber la situación real del Club. La económica, claro, porque la deportiva, aún cuando es complicada, tiene solución. Ha habido rumores de todo tipo en los últimos días. Incluso han sonado nombres que no han desmentido su supuesto interés en coger las riendas del club, hacer tabla rasa con todo y apostar fuerte por la cantera local y provincial. Es posible que el anuncio de Villar de dejarlo haya pillado con el pie cambiado a estas personas, porque lo primordial es saber cómo y cuánto debe en la actualidad el Daimiel CF. Y por supuesto cuáles son los ingresos que quedan por llegar al equipo.
El juvenil, también en peligro
Lo que está en juego es la pervivencia del Daimiel CF, de todo el club, no solo el equipo de Tercera división, porque también han saltado a la palestra personas (en su mayoría padres) que han mostrado su predisposición a continuar al frente de los dos equipos juveniles. Pero el problema es que esos dos equipos son también Daimiel CF por lo que todas las obligaciones a las que hubiera que acudir, caerían sobre los responsables del equipo juvenil.
El juvenil, también en peligro
Lo que está en juego es la pervivencia del Daimiel CF, de todo el club, no solo el equipo de Tercera división, porque también han saltado a la palestra personas (en su mayoría padres) que han mostrado su predisposición a continuar al frente de los dos equipos juveniles. Pero el problema es que esos dos equipos son también Daimiel CF por lo que todas las obligaciones a las que hubiera que acudir, caerían sobre los responsables del equipo juvenil.
Así pues Villar dice que lo deja, sin más, y que ayudará a los que entren, si es que entra alguna directiva. El presidente tiene sobre su espalda la posibilidad de salir bien del club o salir muy mal. Lo primero que tendrá que hacer es explicar, con pelos y señales, la situación real del club, cuánto se debe, a quién se debe y cuándo se ha de pagar. El miedo, evidentemente, para los que entren es que aparezcan “pellas” una vez que asuman el mando y Eusebio Villar se desentienda de las mismas.
A nivel deportivo hay solución
En el aspecto deportivo, todo el mundo asume un más que posible descenso, si se rompe de forma drástica con la actual plantilla y se acaba como buenamente se pueda. Los aficionados consultados están más que hartos de que el nombre del Daimiel aparezca en prensa nada más que para cosas desagradables. Quieren que se finiquite a Kiko Peña cuanto antes. A la vista está que el entrenador quiere cobrar íntegramente lo que pactó. Está en su derecho. Por lo tanto la solución es pagarle o llegar a un entendimiento para pagarle en plazos, supuesto que aún queda subvención del Ayuntamiento que cobrar y los emolumentos correspondientes a la Copa Diputación, de la cual el Daimiel tiene que jugar la Final.
Y es imprescindible olvidarse y zanjar el asunto Kiko Peña para que Rimun pueda trabajar, con esta plantilla o la que se pueda reunir. Si es con la actual plantilla, y dado el enorme grado de compromiso existente, la permanencia es muy difícil pero posible, porque el Daimiel está ahora atravesando dificultades, pero no van a tardar en saltar a los medios otros equipos. De momento los jugadores del Talavera ya han amenazado con irse si no se les paga ya.
Si es imposible mantener a los 16 jugadores actuales, con los cuales es posible la permanencia, habrá que recortar y jugar con lo que se pueda, tratar de descender lo más dignamente posible y preparar la próxima campaña en Regional Preferente. Eso es lo que habría que hacer si deportivamente se quiere la solución. Otras cuestiones como lo de “que entrene Peña” son bravuconadas que no llevan a nada y que significarían la muerte deportiva, porque, como el propio Peña dijo en rueda de prensa, ya no se veía capacitado para sacar al equipo adelante. Al margen de que es inviable su retorno por la propia desconfianza que él mismo generó en los que eran sus jugadores.
Total, que esta noche los verdaderos aficionados, los que quieren de verdad al Daimiel CF tienen una cita en la Casa de Cultura para tratar de encontrar soluciones, apoyos y todo tipo de ideas para evitar que un club señero, aunque depauperado en los últimos tiempos, pueda seguir subsistiendo a la espera de tiempos mejores.
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