El Daimiel ha perdido en La Roda por 2-0, pero es de esas derrotas que duelen menos porque en la conciencia queda el saber que se ha hecho todo lo humanamente posible para sacar adelante el partido. Todo estaba en contra del Daimiel, un equipo muy mermado, ante uno de los trasatlanticos de este grupo de Tercera división. La mejor muestra son las declaraciones del entrenador rodense, y como dato, decir que el primer tiro a puerta de La Roda se produjo en el minuto 50.
Cuando se da todo lo que se tiene, y más, no se puede criticar nada. Y eso es lo que parece no entender Eusebio Villar, presidente del Daimiel CF. Una vez más, y haciendo gala de su particularísima visión del fútbol, lo primero que le escuchamos, nada más acabar el partido es "no se puede ir a jugar con juveniles". Hombre, claro, pero, ¿De quién es la culpa de esta situación? ¿Quién ha dado de baja a dos jugadores, Sosa y Alberto Fernández, por motivos económicos? ¿Por qué Rimun no se pudo sentar en el banquillo? ¿Por qué no hay un proyecto serio DE CLUB después de cinco años de presidencia? Personalmente me hubiera gustado oir de boca del presidente, "lo han dado todo. Ojalá fuese así en todos los partidos. Les voy a felicitar. Agradezco a todos el esfuerzo, sobretodo a los juveniles que nos han echado hoy una mano". Pero eso no fue lo que oí.
Sabemos de los múltiples problemas de todo tipo que asolan a la entidad, pero, señor presidente, cuando su equipo va a La Roda, (cinco victorias consecutivas, segundo equipo menos goleado del grupo, segundo clasificado, una plantilla de impresión...) con dos jugadores menos en la plantilla por cuestión económica, Sosa y Alberto Fernández (aunque este estaba sancionado y no podía jugar), tres sancionados, Quesada, Rubén y Carlos García, un lesionado, Juanpe, un jugador que no está en condiciones de jugar, Corbacho (que se sentó en el banquillo y no tuvo más que palabras de elogio hacia sus compañeros) y cuatro juveniles, de los cuales uno, Dachu, fue titular y realizó un partidazo, ¿no hubiera sido más oportuno, casi obligatorio, haber tenido unas palabras de agradecimiento, como mínimo, por el esfuerzo realizado? Y todo eso ante, nada menos, que La Roda (miren la clasificación, por favor).
Cuando se dan todos esos condicionantes, y resulta que la primera gran ocasión del partido la tuvo el Daimiel en las botas de Valdivia (¿aparecerá esta clamorosa ocasión en las diferentes crónicas?), en el minuto 1, que se quedó solo ante Alejandro y no lo supo batir porque el meta envió a córner. Vuando un defensa sacó en la línea de gol una falta botada por Armindo en el minuto 41. Cuando La Roda (por favor miren la clasificación), no disparó, ni una sola vez a portería en toda la primera parte (que jugaba en su campo, oiga), cuando Naranjo (un defensa envió a córner cuando se metía) y después Valdivia (envió una volea con el meta adelantado que tuvo que rectificar y no fue gol de milagro, con golpazo de Alejandro en el poste incluido), pusieron el corazón en un puño a la parroquia local en los minutos 61 y 73 porque se cantaba el empate.
Cuando, en definitiva, hemos visto a unos jugadores, a los que se les debe mes y medio (octubre y noviembre) y se les quiere rebajar la nómina porque, desgraciadamente, no hay ni un duro en el club, decía, cuando se ve a una plantilla entregada y darlo todo, sin bajar los brazos hasta el minuto 93, cuando hasta el presidente de La Roda, pasa al vestuario para interesarse por la lesión de Fran Blasco y dice que le ha impresionado el Daimiel y que este equipo ha jugado con un criterio inusual para un colista y que va a salir de ahí sin duda, pues cuando pasa todo eso, y somos testigos de ello, va el presidente del Daimiel, Eusebio Villar, y lo primero que suelta es "no se puede ir a jugar con juveniles". Pues, digo yo, señor presidente, haberlo pensado antes, en julio, antes, digo, de embarcarse en un proyecto que, desgraciadamente se ha demostrado inasumible y con un rumbo y destino, que hoy por hoy, es en absoluto halagüeño.
Un diez a todos los jugadores
Joaquín Calahorra, míster accidental por la problemática del finiquito a Kiko Peña, había pedido actitud a sus jugadores. ¡Vaya si tuvieron actitud! La primera parte fue, tácticamente, perfecta. Calahorra dispuso de un 4-2-3-1 tremendamente solidario. Hubo novedades. Jaime Núñez, en el lateral derecho, realizó, probablemente, el mejor partido desde que es jugador del Daimiel y Pablo Jódar, en el izquierdo, frenaron a ese par de jugadores endiablados como son Bibi y Pierrick, que junto a Carlos Alfaro, ocupaban las bandas con continuos intercambios, pero que acabaron desquiciados en este primer tiempo. Noel jugó de central, realizando un partido completísimo, y Fran Blasco fue, sencillamente, el mejor.
Otra novedad fue la inclusión en el centro del campo de Armindo que junto al juvenil Dachu ocuparon la zona del doble pivote. El desgaste realizado por ambos fue descomunal. Armindo, sin jugar en su sitio, aportó la experiencia necesaria en una zona tan sensible, en la que Dachu cortó muchísimos balones.
Paco debutó y jugó en banda derecha. Se le notó la falta de ritmo competitivo, pero se vació. Lo mismo que David Ruiz o Naranjo. Muy activos en todo el partido, aunque, en la segunda parte, quizá abusaron de la conducció. Dejo para el final a Valdivia. Otro que se marcó un partido pleno de brega, lucha y hasta buenos pases de gol. Lástima la que tuvo en el minuto 1.
Pero ¿por qué no puntuó el Daimiel? Básicamente, por la falta de pegada. La diferencia estuvo en eso. La Roda disparó cinco veces a puerta y marcó dos goles, ambos de José Mari, el primero de ellos, con muchísima calidad. El Daimiel disparó en otras cinco ocasiones, y dispuso de alguna contra que no llegó a culminar, pero la puntería no fue la misma. Y las ocasiones eran de las claras. La Roda salió muy fuerte tras el descanso. Fueron quince minutos de asedio (cinco saques de esquina en diez minutos) y en el 58, José Mari logró el primero. Ya hemos dicho que luego el Daimiel pudo empatar, pero no fue así. Como muestra indicar que La Roda botó 9 saques de esquina (2 y 7) mientras que el Daimiel, 6 (2 y 4), lo que demuestra que los de Calahorra no renunciaron al ataque.
Grave lesión de Fran Blasco
El triunfo rodense es justo, porque fue el equipo que acertó y el que movió más el balón. Pero eso era lo que indicaba el guión de este partido. Hay que quedarse con la actitud de los blancos, su planteamiento táctico y la enorme colocación y ayuda solidaria de todos los jugadores, incluidos los juveniles Adri y Pedrero que salieron a lo largo de la segunda parte. La Roda ganó con justicia, pero tuvo que trabajar y pelear por los tres puntos. El Daimiel no regaló nada y hasta el final intentó el gol de la honrilla, que de verdad mereció.
Lo peor, con mucho y aparte de la derrota fue la lesión de Fran Blasco. Se produjo en la última jugada del partido. De hecho ya ni se reanudó el encuentro. Fue totalmente fortuita, pero el caso es que el tobillo se le puso "como una bota". El jugador daimieleño fue retirado en camilla por los voluntarios de Cruz Roja, porque en La Roda sí que van a los partidos y allí estaba la ambulancia. Habrá que esperar a que baje la hinchazón para determinar el alcance de la lesión, pero es casi seguro que ya no volverá a los terrenos de juego hasta después de Navidad, por lo que se pierde el partido del miércoles ante el Socuéllamos y el del domingo ante el Criptanense.
Urge una solución al finiquito de Kiko Peña
Visto cómo se ha comportado el equipo en La Roda, su implicación, sus ganas y su amor propio, pese a todas las dificultades habidas y por haber, estos jugadores merecen un voto de confianza y un apoyo y aplauso unánime de la afición de Daimiel. Eusebio Villar, si de verdad quiere que el barco no se hunda, debe poner remedio al finiquito de Kiko Peña y de su hermano Jacobo. Rimun debe coger las riendas del equipo con la mayor celeridad posible. La situación es difícil, pero se puede salir de ahí. No todos los equipos son La Roda (miren la clasificación, les vuelvo a pedir) y el Daimiel, si sigue en esta línea, puede conseguir la permanencia.
Pero hay que tener la voluntad de querer que así sea. Empezar a poner los cimientos de una estructura de Club, con gente implicada como la que hay en la actualidad y dando confianza y tranquilidad a los que saben de esto, y dejarse de presionar con las nóminas y dejar de pedir peras al olmo. El Daimiel tiene 16 jugadores, muchos problemas y no tiene entrenador. Empecemos por ahí, por arreglar lo del técnico y por concienciarse de que, a partir de ahora, hay que morir en cada partido por conseguir puntuar. Lo demás son sueños de grandeza y no querer ver la realidad.
Repito, el Daimiel puede salir de ahí, pero hay que tener voluntad de que así sea.
Cuando se da todo lo que se tiene, y más, no se puede criticar nada. Y eso es lo que parece no entender Eusebio Villar, presidente del Daimiel CF. Una vez más, y haciendo gala de su particularísima visión del fútbol, lo primero que le escuchamos, nada más acabar el partido es "no se puede ir a jugar con juveniles". Hombre, claro, pero, ¿De quién es la culpa de esta situación? ¿Quién ha dado de baja a dos jugadores, Sosa y Alberto Fernández, por motivos económicos? ¿Por qué Rimun no se pudo sentar en el banquillo? ¿Por qué no hay un proyecto serio DE CLUB después de cinco años de presidencia? Personalmente me hubiera gustado oir de boca del presidente, "lo han dado todo. Ojalá fuese así en todos los partidos. Les voy a felicitar. Agradezco a todos el esfuerzo, sobretodo a los juveniles que nos han echado hoy una mano". Pero eso no fue lo que oí.
Sabemos de los múltiples problemas de todo tipo que asolan a la entidad, pero, señor presidente, cuando su equipo va a La Roda, (cinco victorias consecutivas, segundo equipo menos goleado del grupo, segundo clasificado, una plantilla de impresión...) con dos jugadores menos en la plantilla por cuestión económica, Sosa y Alberto Fernández (aunque este estaba sancionado y no podía jugar), tres sancionados, Quesada, Rubén y Carlos García, un lesionado, Juanpe, un jugador que no está en condiciones de jugar, Corbacho (que se sentó en el banquillo y no tuvo más que palabras de elogio hacia sus compañeros) y cuatro juveniles, de los cuales uno, Dachu, fue titular y realizó un partidazo, ¿no hubiera sido más oportuno, casi obligatorio, haber tenido unas palabras de agradecimiento, como mínimo, por el esfuerzo realizado? Y todo eso ante, nada menos, que La Roda (miren la clasificación, por favor).
Cuando se dan todos esos condicionantes, y resulta que la primera gran ocasión del partido la tuvo el Daimiel en las botas de Valdivia (¿aparecerá esta clamorosa ocasión en las diferentes crónicas?), en el minuto 1, que se quedó solo ante Alejandro y no lo supo batir porque el meta envió a córner. Vuando un defensa sacó en la línea de gol una falta botada por Armindo en el minuto 41. Cuando La Roda (por favor miren la clasificación), no disparó, ni una sola vez a portería en toda la primera parte (que jugaba en su campo, oiga), cuando Naranjo (un defensa envió a córner cuando se metía) y después Valdivia (envió una volea con el meta adelantado que tuvo que rectificar y no fue gol de milagro, con golpazo de Alejandro en el poste incluido), pusieron el corazón en un puño a la parroquia local en los minutos 61 y 73 porque se cantaba el empate.
Cuando, en definitiva, hemos visto a unos jugadores, a los que se les debe mes y medio (octubre y noviembre) y se les quiere rebajar la nómina porque, desgraciadamente, no hay ni un duro en el club, decía, cuando se ve a una plantilla entregada y darlo todo, sin bajar los brazos hasta el minuto 93, cuando hasta el presidente de La Roda, pasa al vestuario para interesarse por la lesión de Fran Blasco y dice que le ha impresionado el Daimiel y que este equipo ha jugado con un criterio inusual para un colista y que va a salir de ahí sin duda, pues cuando pasa todo eso, y somos testigos de ello, va el presidente del Daimiel, Eusebio Villar, y lo primero que suelta es "no se puede ir a jugar con juveniles". Pues, digo yo, señor presidente, haberlo pensado antes, en julio, antes, digo, de embarcarse en un proyecto que, desgraciadamente se ha demostrado inasumible y con un rumbo y destino, que hoy por hoy, es en absoluto halagüeño.
Un diez a todos los jugadores
Joaquín Calahorra, míster accidental por la problemática del finiquito a Kiko Peña, había pedido actitud a sus jugadores. ¡Vaya si tuvieron actitud! La primera parte fue, tácticamente, perfecta. Calahorra dispuso de un 4-2-3-1 tremendamente solidario. Hubo novedades. Jaime Núñez, en el lateral derecho, realizó, probablemente, el mejor partido desde que es jugador del Daimiel y Pablo Jódar, en el izquierdo, frenaron a ese par de jugadores endiablados como son Bibi y Pierrick, que junto a Carlos Alfaro, ocupaban las bandas con continuos intercambios, pero que acabaron desquiciados en este primer tiempo. Noel jugó de central, realizando un partido completísimo, y Fran Blasco fue, sencillamente, el mejor.
Otra novedad fue la inclusión en el centro del campo de Armindo que junto al juvenil Dachu ocuparon la zona del doble pivote. El desgaste realizado por ambos fue descomunal. Armindo, sin jugar en su sitio, aportó la experiencia necesaria en una zona tan sensible, en la que Dachu cortó muchísimos balones.
Paco debutó y jugó en banda derecha. Se le notó la falta de ritmo competitivo, pero se vació. Lo mismo que David Ruiz o Naranjo. Muy activos en todo el partido, aunque, en la segunda parte, quizá abusaron de la conducció. Dejo para el final a Valdivia. Otro que se marcó un partido pleno de brega, lucha y hasta buenos pases de gol. Lástima la que tuvo en el minuto 1.
Pero ¿por qué no puntuó el Daimiel? Básicamente, por la falta de pegada. La diferencia estuvo en eso. La Roda disparó cinco veces a puerta y marcó dos goles, ambos de José Mari, el primero de ellos, con muchísima calidad. El Daimiel disparó en otras cinco ocasiones, y dispuso de alguna contra que no llegó a culminar, pero la puntería no fue la misma. Y las ocasiones eran de las claras. La Roda salió muy fuerte tras el descanso. Fueron quince minutos de asedio (cinco saques de esquina en diez minutos) y en el 58, José Mari logró el primero. Ya hemos dicho que luego el Daimiel pudo empatar, pero no fue así. Como muestra indicar que La Roda botó 9 saques de esquina (2 y 7) mientras que el Daimiel, 6 (2 y 4), lo que demuestra que los de Calahorra no renunciaron al ataque.
Grave lesión de Fran Blasco
El triunfo rodense es justo, porque fue el equipo que acertó y el que movió más el balón. Pero eso era lo que indicaba el guión de este partido. Hay que quedarse con la actitud de los blancos, su planteamiento táctico y la enorme colocación y ayuda solidaria de todos los jugadores, incluidos los juveniles Adri y Pedrero que salieron a lo largo de la segunda parte. La Roda ganó con justicia, pero tuvo que trabajar y pelear por los tres puntos. El Daimiel no regaló nada y hasta el final intentó el gol de la honrilla, que de verdad mereció.
Lo peor, con mucho y aparte de la derrota fue la lesión de Fran Blasco. Se produjo en la última jugada del partido. De hecho ya ni se reanudó el encuentro. Fue totalmente fortuita, pero el caso es que el tobillo se le puso "como una bota". El jugador daimieleño fue retirado en camilla por los voluntarios de Cruz Roja, porque en La Roda sí que van a los partidos y allí estaba la ambulancia. Habrá que esperar a que baje la hinchazón para determinar el alcance de la lesión, pero es casi seguro que ya no volverá a los terrenos de juego hasta después de Navidad, por lo que se pierde el partido del miércoles ante el Socuéllamos y el del domingo ante el Criptanense.
Urge una solución al finiquito de Kiko Peña
Visto cómo se ha comportado el equipo en La Roda, su implicación, sus ganas y su amor propio, pese a todas las dificultades habidas y por haber, estos jugadores merecen un voto de confianza y un apoyo y aplauso unánime de la afición de Daimiel. Eusebio Villar, si de verdad quiere que el barco no se hunda, debe poner remedio al finiquito de Kiko Peña y de su hermano Jacobo. Rimun debe coger las riendas del equipo con la mayor celeridad posible. La situación es difícil, pero se puede salir de ahí. No todos los equipos son La Roda (miren la clasificación, les vuelvo a pedir) y el Daimiel, si sigue en esta línea, puede conseguir la permanencia.
Pero hay que tener la voluntad de querer que así sea. Empezar a poner los cimientos de una estructura de Club, con gente implicada como la que hay en la actualidad y dando confianza y tranquilidad a los que saben de esto, y dejarse de presionar con las nóminas y dejar de pedir peras al olmo. El Daimiel tiene 16 jugadores, muchos problemas y no tiene entrenador. Empecemos por ahí, por arreglar lo del técnico y por concienciarse de que, a partir de ahora, hay que morir en cada partido por conseguir puntuar. Lo demás son sueños de grandeza y no querer ver la realidad.
Repito, el Daimiel puede salir de ahí, pero hay que tener voluntad de que así sea.
Tras esta nueva derrota, el Daimiel continúa colista con 12 puntos y la permanencia queda ya a seis puntos.
Clasificación
FICHA TÉCNICA
2 LA RODA: Alejandro, Patuso, Santi Polo, Héctor, Moreno, Jesús (Róber, min. 74), Espínola, Bibi (Javi Bolo, min. 79), José Mari, Pierrick y Carlos Alfaro.
0 DAIMIEL: Ruiz Caba, Jaime Núñez, Pablo Jódar, Noel, Fran Blasco, Dachu (Pedrero, min. 81), Valdivia, Paco (Adri, min. 70), Naranjo, Armindo y David Ruiz.
ÁRBITRO: Martín Serrano, asistido en las bandas por Perea Fernández y Cicuéndez Villanueva. Muy bien. Enseñó tarjetas amarillas a los jugadores de La Roda Héctor y Espínola. Por parte del Daimiel la vieron Pablo Jódar, Paco y Jaime Núñez.
GOLES:
1-0, minuto 58. José Mari.
2-0, minuto 81. José Mari.
INCIDENCIAS: Campo de Fútbol Municipal de La Roda. Unos 300 espectadores en tarde absolutamente gélida y con bastante viento. Césped en perfecto estado. Una alfombra. El Daimiel solicitó al colegiado que indicase en el acta la no presentación al partido de su entrenador oficial Kiko Peña.
FICHA TÉCNICA
2 LA RODA: Alejandro, Patuso, Santi Polo, Héctor, Moreno, Jesús (Róber, min. 74), Espínola, Bibi (Javi Bolo, min. 79), José Mari, Pierrick y Carlos Alfaro.
0 DAIMIEL: Ruiz Caba, Jaime Núñez, Pablo Jódar, Noel, Fran Blasco, Dachu (Pedrero, min. 81), Valdivia, Paco (Adri, min. 70), Naranjo, Armindo y David Ruiz.
ÁRBITRO: Martín Serrano, asistido en las bandas por Perea Fernández y Cicuéndez Villanueva. Muy bien. Enseñó tarjetas amarillas a los jugadores de La Roda Héctor y Espínola. Por parte del Daimiel la vieron Pablo Jódar, Paco y Jaime Núñez.
GOLES:
1-0, minuto 58. José Mari.
2-0, minuto 81. José Mari.
INCIDENCIAS: Campo de Fútbol Municipal de La Roda. Unos 300 espectadores en tarde absolutamente gélida y con bastante viento. Césped en perfecto estado. Una alfombra. El Daimiel solicitó al colegiado que indicase en el acta la no presentación al partido de su entrenador oficial Kiko Peña.
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