Lo más destacado de la crucial Asamblea del Daimiel CF que tuvo lugar en la pasada noche del lunes, en relación al futuro inmediato del club, fue la gran cantidad de socios y aficionados (más de un centenar, entre los que había algún técnico, futbolistas del primer equipo y del juvenil, lo que demuestra también la preocupación e implicación de ambas plantillas) que se acercaron a la reunión, siendo la más numerosa de las últimas temporadas.
Eusebio Villar anunció su dimisión junto al resto de su Junta Directiva. Alegó estar cansado, solo “y es que no podemos más. Invito a la gente a unirse a trabajar por el club porque no queremos que desaparezca pero estamos muy pocos y no podemos dedicar más tiempo al fútbol que a nuestro trabajo”.
Se necesitan 140.000 euros
El expresidente del Daimiel CF cifró un déficit de 61.000 euros a 31 de diciembre, pero, según advirtió, quedarían por ingresar “de forma segura”, unos 77.000 euros. Hay quien vio en estas cantidades un superávit de 16.000 euros, cuando, en realidad, no es así. Esos 16.000 euros, siempre contando con que los ingresos “que quedan” fueran reales y ciertos, es el dinero con el que habría que afrontar los meses de enero, febrero, marzo, abril y mayo. Haciendo “la cuenta la vieja” y con un presupuesto de gastos de unos 15.000 euros por mes (tal y como se dijo que costaba el Club en su totalidad), tenemos que el dinero que hace falta para acabar la temporada son 60.000 euros, junto, claro está, los 77.000 euros que Villar dice que son “seguros”. En total 137.000 euros. Esa es la auténtica realidad, siempre y cuando lo que dijo Eusebio Villar sea cierto, y manteniendo también la actual plantilla y sus emolumentos. Lamentablemente, de esto, con cifras claras, nada se dijo en la Asamblea, bien es verdad que porque latía sobre el ambiente cierto desengaño acerca de que las cuentas del Club fueran las reales, de ahí el retraimiento de muchos aficionados a la hora de hacerse cargo del Club. Hay miedo a encontrarse ciertas pellas que Villar niega de forma taxativa.Muchos reproches, pocas soluciones
Eusebio Villar no rehuyó su responsabilidad en la “buena, mala o regular” gestión del club pero prometió “ayudar en todo lo posible” a los que se queden. La Asamblea devino en una serie de reproches contra el expresidente y directiva, muchos a título personal, que ninguna solución aportaron a la problemática que se fue a debatir y para lo que estaba prevista la Asamblea. Eso sí, Villar no rehuyó en ningún momento ninguna cuestión y dejó hablar a todos los asistentes, fueran socios o no. Los reproches también llegaron al Ayuntamiento, ya que los asistentes se quejaron de que no hubiera algún representante “yo he invitado al concejal de Deportes, Miguel Ángel Escuderos y me ha dicho que no era pertinente venir”, aseguró.
En relación al apoyo del Ayuntamiento, Villar dijo que, la cifra económica era “de 49.000 euros, la misma desde que yo accedí a la presidencia hace cinco años”, dijo y sí fue más crítico con los responsables municipales cuando aseveró que “lo único que le he pedido nuevo es que intentaran ayudarnos en la consecución de patrocinadores importantes de algunas de las empresas fuertes de Daimiel, a las que nosotros no podemos llegar”, afirmó.
Críticas al proyecto de los hermanos Peña
Muchos aficionados criticaron tanto a Kiko como a Jacobo Peña por cómo han llevado la gestión tanto deportiva como económica del Club. A este respecto, Villar recordó que Peña no fue cesado e incluso anunció que el Daimiel CF había denunciado al entrenador en el juzgado de lo Social porque estima que “el técnico abandonó su puesto de trabajo el día del Quintanar y luego no ha acudido a entrenar ni a diversos partidos”. En relación a este asunto indicó que el día 8 de enero se producirá un acto de conciliación en el Juzgado de lo Social debido a la demanda que interpuso el Daimiel CF contra Kiko Peña.
En relación a Jacobo Peña, Villar fue todavía más exhaustivo en la exposición del trabajo que debía realizar el hermano del técnico, al que culpó del desencuentro y de que “el pacto de caballeros al que llegamos, nunca se firmara”. Villar llegó a afirmar que “las bajas de Bibi, Luismi, Borrallo y Pepe Berja nunca fueron por problemas disciplinarios, sino que Jacobo Peña se dio cuenta de que no podía llegar al presupuesto que había firmado y tuvo que darle las bajas”. Volvió a insistir en que “Jacobo tenía que darle al Daimiel 30.000 euros antes del 31 de diciembre de 2009. No ha sido así, y por lo tanto le vamos a demandar”, aseguró.
Paco Pinilla, presidente de la gestora
Finalmente y tras diversos reproches por el trato a la cantera, para muchos el verdadero mal y origen de la actual situación del Daimiel CF, Villar se despachó diciendo que “hay padres de juveniles que no son ni socios. Son los primeros que deberían haber apoyado al club y sacarse el carné”.
Ante la negativa de que nadie quisiera asumir la presidencia de una Junta Directiva, la solución pasó por formar una Junta Gestora, fue difícil dar el primer paso, pero finalmente varias personas, comandadas por Paco Pinilla, que ya fue presidente del Daimiel en una situación muy similar a esta, formarán parte de una Junta Gestora que tratará de poner luz a las cuentas reales del Daimiel CF, y una vez sabidas, se pondrán a trabajar para tratar, sobre todo, de que el Daimiel acabe la temporada y que si hay que descender, se haga a Preferente.
La Gestora, en la que se encuentra Eusebio Villar para “tratar de ayudar e informar de todo lo que se pida” tiene muy claro que lo primero es acabar de una vez con el tema de Kiko Peña para que Rimun se ponga a trabajar con lo que pueda. A su vez se quiere hablar con los jugadores, que ya han vuelto a los entrenamientos, para hacerles llegar la oferta a la que se pueda llegar. Por supuesto se facilitará la salida a todo aquel que lo desee y se tratará de fichar jugadores con el objetivo de acabar la temporada y hacer un proyecto de futuro y canterano de cara a la próxima campaña.
Todo hace indicar que, con mucho sufrimiento y cambio radical en la plantilla, el Daimiel CF terminará la temporada y no desaparecerá.
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