El golazo del año sirve para rescatar un punto en el 96, perdido en el 95

Grada llena. Por fin. Pero los que fueron vieron, sin duda, el golazo de la temporada. In extremis, casi de forma imposible, impensada, desde luego, pero que llevó el delirio a una afición descorazonada cuando vio que el Quintanar se adelantaba en el marcador en el 95.

El gol de Juanbe, al culminar un contragolpe, con cierto suspense, porque la pelota toca en el poste antes de meterse en la portería, hacía aflorar todos los fantasmas en el Nuestra Señora del Carmen. Ese 0-1 en el minuto 95 caía como una auténtica losa ante unos quintanareños que celebraban con enorme júbilo el gol de lo que parecía victoria irremediable.

Pero había que sacar de centro. Sánchez Fernández dejó esa cortesía al Daimiel antes de dar por finiquitado el encuentro. Jony Negrete sabía perfectamente que sería darle al balón y tocar el final del partido. No iba a dar tiempo para más. Se lo dijo al otro Jony, al americano "pónmela templadita hacia este lado". Y Jony se la puso, con la pesadumbre del que sabía que de poco serviría ese toque. Entonces Jony Negrete, intentó lo imposible, lo inesperado, lo inaudito y muchas veces, lo irrisorio o irritante. Lo que en los entrenamientos, sólo y sin portero, es complicado conseguir.

Pero le pegó con fe, confianza, potencia, colocación, con todo. El balón comenzó a volar, y voló, y se dirigía a la portería, y Caraco, portero quintanareño, situado en el área pequeña, empezó a recular, y la afición miraba esa pelota cómo empezaba a bajar, lentamente, como en esas películas en las que un disparo dura cinco minutos como consecuencia de las exigencias del guión, y la pelota bajaba, vaya que si bajaba, y Caraco que recula pero que no llega, y la pelota que traspasa la línea de gol por toda la escuadra ante la sorpresa, incredulidad, y alegría, enorme alegría de la afición local. Golazo de antología, desde 50 metros, dificilísimo, por las circunstancias, por el momento y por la forma. Pero gol al fin y al cabo que supone un punto de oro, seguir en el liderato y mantener las distancias con el segundo clasificado... con una jornada menos por disputarse.

Lo advertimos, en Almagro no se ganó nada
Pudo ser mejor, pero también peor, así que hay que dar por bueno un resultado que mantiene las espadas en todo lo alto en una Preferente que va a marcar un hito por la enorme igualdad entre los de la cabeza. El Daimiel es líder pero con tres perros de presa detrás, a tres puntos de distancia, y a la espera de cualquier fallo que pueda producirse en los de arriba. Lo dijimos en su momento. El partido de Almagro decidía tres puntos importantes pero no definitivos. Quedaban seis finales, ahora cinco, y estamos convencidos de que las sorpresas seguirán cayendo en cualquiera de los campos.

En cuanto al partido, el entrenador del Daimiel realizó nada más y nada menos que cinco cambios en la alineación titular con respecto al equipo que ganó en Almagro. Incluso tres de los titulares en Almagro, Jaime Núñez, Dani Pareja y Adri, no estuvieron ni convocados. Todo ello por estricta decisión técnica. Esto demuestra la enorme competencia interna en este equipo en donde Paco, por fin, pudo hacer una convocatoria dejando a futbolistas fuera.

Sería por tanto cambio, o por cierto miedo escénico, porque el campo estaba lleno y el Daimiel no está acostumbrado a jugar con tanto ambiente en la grada, pero la primera media hora fue mala por parte del Daimiel. Incapaz de hilvanar jugadas, con múltioples pérdidas de balón, sin poder salvar el entramado defensivo visitante en el centro del campo, el balón era del Quintanar. El dominio territorial era visitante, pero no se traducía en ocasiones. Pasada la media hora el Daimiel comenzó a carburar y a tener más el balón. Un remate de cabeza de Ismael que salió fuera por poco, fue la mejor ocasión del primer tiempo.

Postes en una y otra portería
El Daimiel salió mucho mejor en el segundo tiempo. Con más rapidez en la circulación de balón y mucho más incisivo, los blancos dispusieron de dos ocasiones de gol en apenas dos minutos. En la primera Salva se plantó ante Caraco y este salvó in extremis la vaselina del delantero. Luego fue Negrete el que realizó una buena internada con disparo cruzado final al poste. El Daimiel apretaba, y ahora sí embotellaba al Quintanar que dio por bueno jugar a la contra el resto del partido.

Maca puso a prueba a Astillero que tocó lo justo para que entre él y el poste desviaran la trayectoria y en los últimos minutos las tácticas saltaron por los aires y el Daimiel tocó a rebato para conseguir el gol como fuera. Pudo pasar cualquier cosa porque los espacios que dejaba el Daimiel eran muchos. Josevi, en una contra, puso la congoja con un disparo alto, mientrs que la respuesta fue de Jony Negrete con otro zapatazo que rozaba el larguero.

El descuento se iba a cinco minutos, ante las protestas del entrenador visitante, Iván Nieto, que consideraba excesivo el tiempo extra. Sin embargo, hay que indicar que los quintanareños, y en concreto Caraco, perdieron todo el tiempo del mundo ante la condescendencia de Sánchez Fernández. Jona la tuvo en un balón franco dentro del área que se iba fuera de forma incomprensible. El Daimiel arriesgaba mucho y como en Tomelloso, en el 95, contra mortífera y Juanbe, con suspense, marcaba el que parecía definitivo 0-1. Jony Negrete se encargó de contradecir a los pesimistas y a poner en práctica aquello de que hasta que no pita el árbiro no se acaba el partido.

FICHA TÉCNICA
1 DAIMIEL: Astillero, Negrete, Fernando, Javivi, Cala (Jesute, min. 59), Francis, Jony Negrete, Salva (Jona, min. 68), Carlos, José Carlos e Ismael (Jony, min. 88).

1 QUINTANAR: Caraco, Migón, Zuno (Linillos, min. 78), Luisma, Felipe, Minos, Jaime (Josevi, min. 76), Mingui (Arias, min. 64), Maca, Juanbe y Rubén (Alfredo, min. 88).

ÁRBITRO: Sánchez Fernández, asistido en las bandas por García Cuartero y Sánchez Mora, de la Delegación de Albacete. Enseñó tarjetas amarillas por el Daimiel a Jesute e Ismael. Por el Quintanar la vio Felipe.

GOLES:
0-1, minuto 95. Juanbe.
1-1, minuto 96. Jony Negrete.

INCIDENCIAS: Campo de Fútbol Nuestra Señora del Carmen. Cerca de 600 espectadores en una tarde agradable. Césped artificial en mal estado.

LA FOTO DE LA AFICIÓN

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