Sin pegada (1-1)

Viejos defectos para la misma conclusión. El Daimiel volvió a adolecer de pegada ante un equipo que fue inferior durante buena parte del encuentro. Ni de penalti, ni contra diez pudieron los de Santi doblegar a un Atlético Ibañés que se encontró con un empate que le sirve para seguir invicto, lo mismo que el Daimiel CF.

Merecieron mucho más los blancos que realizaron una muy buena primera parte, desarbolando por completo a los de Adrián Calonge, un equipo con experiencia y bien colocado tácticamente, pero que se vio totalmente desbordado por el juego local en los primeros 45 minutos. Ahí el Daimiel desplegó sus mejores armas, con buena presión desde la delantera y en el centro del campo, rápidas combinaciones y llegada con relativa facilidad a los dominios de Álvaro. Buena prueba de ello es que en apenas diez minutos el Daimiel botó tres córneres.

No se hizo esperar demasiado el gol local. Un balón en profundidad a Diego Buitrago, que en principio parece largo, pero que el espigado delantero daimieleño pelea por él y logra atrapar antes de que saliera por la línea de fondo. Tras controlar e ir en paralelo a esa línea, logra zafarse de un par de contrarios y centrar atrás para que Francis remate inapelablemente al fondo de la portería. Un gol muy aplaudido y que lleva la firma de Francis, pero una elaboración enorme de Diego Buitrago. Sin duda, y cuando esté físicamente a tope, está llamado a ser el delantero que ahora mismo le falta a los blancos.

Porque a partir de ahí se sucedieron diversas ocasiones que no acabaron en gol por verdadera mala suerte o acierto de los defensas y porteros rojiblancos. Sólo había un equipo sobre el césped del Municipal, empequeñeciendo el Daimiel a un Atlético Ibañés perdido, sin rumbo, que no lograba retener el balón y que, desde luego, no daba sensación de ser uno de los favoritos a conseguir el ascenso.

Balón al larguero

Tres ocasiones claras tuvo el conjunto local para conseguir tranquilizador 2-0. Moraga puso a prueba a Álvaro en una falta. Aquí el meta demostró cierta inseguridad, dado que no se apoderaba de los balones, y siempre los despejaba o atrapaba a en dos o tres tiempos. Esa circunstancia no fue aprovechada por los delanteros locales. En el 33 Fernando estuvo a punto de conseguirlo. Juanda botaba un córner a la izquierda del meta, prolongaba Moraga, de cabeza, en el segundo palo, y es Fernando el que vuelve a rematar de cabeza y en boca de gol. Pero Álvaro, con la pierna y cayéndose, saca el balón evitando lo que pudo ser el segundo.

El dominio blanco era absoluto. El Atlético Ibañés no había dado señales de vida y no encontraba la manera de hacerse con el balón. Así, es Juanda el que roba la pelota en la frontal, ve adelantado al meta y lanza una vaselina que toca por encima del larguero y se marcha fuera. Los blancos se estaban mereciendo el segundo gol que diera tranquilidad a su juego.

Pero el axioma futbolístico por excelencia en el fútbol se volvió a cumplir. Falta en la medular favorable al Atlético Ibañés, fallo en el despeje, la pelota le cae a Diego, algo escorado, que controla y cruza ante la salida de Astillero que logra tocar el disparo pero no lo suficiente como para evitar el tanto. Un gol muy celebrado por los visitantes, porque sacaban petróleo de su única acción peligrosa en los primeros 45 minutos. Un gol que además fue un mazazo al conseguirse en el minuto 42.

Segunda parta más aturullada

Indudablemente el gol visitante y la falta de acierto anterior, hizo mella en los jugadores blancos porque en esta segunda mitad el equipo no estuvo tan fino a la hora de hilvanar jugadas. No había claridad en la circulación y los voleones ya no favorecían, en su rechace, al Daimiel, por cuanto el At. Ibañés salió mucho mejor colocado y dispuesto en este segundo periodo. Demostraron por qué llevan, con el conseguido en Daimiel, cuatro empates.

No es que renunciara al ataque el equipo rojiblanco, pero la defensa local se mostró sobria y abortó cualquier tipo de aviesa intención de los rojiblancos. El Daimiel en esta segunda parte llegaba con cuenta gotas al área, pero también las tuvo, en las botas de Diego Buitrago, o en la cabeza de Jesús, tras una serie de carambolas sucesivas. Pero se veía que el entramado defensivo del At. Ibañés era mejor que en el primer tiempo.

Penalti y expulsión

Con todo, la gran oportunidad del Daimiel CF llegaba en el minuto 74. Se bota una falta al área y allí Rufi, que había sido el autor de la falta y acababa de ver una tarjeta amarilla, toca clarísimamente con la mano. Cacho Torres no lo dudó un instante y señaló la pena máxima. Además amonestaba a Rufi. Era su segunda amarilla y tenía que irse a vestuarios antes de tiempo. Juanda cogió el balón con confianza, mientras todo el Ibañés se quería comer a Cacho Torres. Sabían que un 2-1 iba a ser muy difícil de levantar con un hombre menos y un Daimiel que en defensa se había mostrado fuerte.

Juanda lo lanzo a media altura y a la izquierda de Álvaro. No estaba mal lanzado, quizá más colocado que potente, pero el portero adivinó totalmente la intención y de soberbia palomita enviaba a córner. Sus compañeros no dudaron en abrazarse al meta que se erigió de esa forma en héroe de los de Albacete.

De ahí al final se perdió mucho tiempo en los cambios (poder hacer cinco cambios en las categorías regionales es un suplicio porque da la sensación que se está en permanente pretemporada), el Ibañés se defendió como gato panza arriba y el Daimiel no encontró la vía de penetración hacía la meta de Álvaro. Es más, el Ibañés armó alguna contra con el Daimiel volcado que pudo costar muy cara. Pero no le quedaba otra a los daimieleños que arriesgar. Para anotar queda que el único disparo a puerta del Atlético Ibañés en todo el partido, al margen del gol, se produjo en el minuto 82, por medio de Zapata. Un disparo ajustado al palo que detuvo Astillero haciéndose un ovillo.

Falta pegada

Solo el devenir de la competición dictaminará si este empate ante un buen equipo como el Ibañés, pero que no demostró superioridad en ningún momento, es bueno o malo. De momento, tanto unos como otros más La Gineta continúan invictos, y esa ha de ser la lectura positiva del encuentro. Si se juega como en la primera parte, generando ocasiones, al final los goles y los triunfos tendrán que caer por su propio peso. Por cierto que el último fichaje, Vicente, fue convocado pero no tuvo la oportunidad de reaparecer en el Daimiel CF.

FICHA TÉCNICA

1 DAIMIEL: Astillero, Fernando, Moraga, Rubio, Jesús, Francis, Juanda, Ismael, Ángel, Diego Buitrago (Eduardo, min. 62) y Sergio (Cala, min. 84).

1 ATLÉTICO IBAÑÉS: Álvaro, Rufi, Capi, Alberto, Emilio, Miguel, Diego (Brian, 76), Víctor, Delfín (Foto, min. 79), Mini (Moussa, min. 87) y Zapata (Lucas, min. 89).

ÁRBITRO: Cacho Torres, asistido en las bandas por Aparicio Moreno y Lorente Gálvez. Muy buena labor. Enseñó tarjetas amarillas por el Daimiel a Sergio, Ismael y Rubio. Por el Atlético Ibañés la vieron Zapata, Alberto, Miguel y Foto. Expulsó por doble amonestación a Rufi, en el minuto 74.

GOLES:

1-0, minuto 16. Francis.
1-1, minuto 42. Diego.

INCIDENCIAS: Estadio Municipal de Daimiel, espléndida tarde otoñal. Buena entrada con algo más de 200 espectadores. Césped en aparente buen estado.

LA FOTO DE LA AFICIÓN