Rafa Cortés sale al rescate (2-1)

El Daimiel sumó los tres puntos ante el Mota del Cuervo gracias a los dos goles de Rafa Cortés. La consecución de los puntos, siempre se ha dicho, es lo más importante, pero las sensaciones de los que estuvieron en el campo no pudieron ser peores. El Mota del Cuervo, un equipo limitadísimo técnicamente hablando, encerró a los locales durante buena parte del partido. La imagen del Daimiel fue muy mala y nunca se encontró cómodo ante un Mota del Cuervo que se lo creyó y que jugó a placer porque el Daimiel le dejó.

En la alineación blanca había tres ausencias con respecto al partido anterior. Moraga y José Carlos, sancionados, e Ismael, lesionado, dejaban sus puestos a Pedrero, Fernando y Jesús en el once inicial. Los dos primeros eran cambios naturales, pero en el caso de Jesús vino acompañado de variante táctica, ya que se colocó en el doble pivote junto a Chule, Francis se fue a la media punta, mientras que Alberto García lo hizo en la banda. El dibujo era el habitual 4-2-3-1, mientras que en el Mota del Cuervo, el esperado 4-1-4-1.

De salida ya se atisbó lo que iba a ser el partido. Presión de los moteños que no tenían ni un sólo reparo a la hora de dar voleones con tal de llegar al área local o quitarse de encima el balón desde la defensa. Pero el encuentro se puso perfecto para el Daimiel. Un balón largo hacia Rafa Cortés propicia la salida del área de Edu, pero su despeje le cae a Francis que realiza un centro chut que desvía Rafa Cortés al fondo de las mallas, con el portero descolocado y un defensa bajo palos. Era el minuto 4.

Más goles que fútbol
Pese al 1-0 en el marcador, apenas varió la decoración. Los blancos no controlaban el partido, mientras que los conquenses no tenían la suficiente calidad como para poner en apuros serios a Maxi. Eso sí, los voleones y los lanzamientos larguísimos en los saques de banda (algo que ya sucedió en la primera vuelta) por mediación de Borja, supusieron varios sustos porque la defensa local no estaba lo expedita que debería haber estado. En estas llegaba el minuto 26, frenético. Primero una falta a favor de los locales, termina en un disparo de Chule y casi como el gol, la pelota le llega a Raúl Martín que en inmejorable posición se trastabilla dando al traste con el gol. Poco después, de nuevo una jugada de rebotes, con disparo de Chule, Francis que recoge y lanza al segundo palo donde aparece de repente Rafa Cortés, en posición dudosa (y muy protestada por los visitantes) y establece el 2-0.

Si en otras ocasiones decíamos que al Daimiel le faltaba efectividad, desde luego que en estos 26 minutos no se podía pedir más por menos de lo que estaban haciendo los blancos. Pero el Mota del Cuervo nunca se entregó. Siguió a lo suyo con sus voleones, sus saques de banda que parecían córneres y su presión constante. Así, en un córner a la media hora botado por el omnipresente Cobo, muy cerrado, lo despeja de puños Maxi hacia arriba, y cuando baja, ni portero, ni defensa van hacia ese balón; aparece por allí, en el área pequeña, Borja, y con el pie manda pegado al palo. Cuando parecía gol, Maxi se lanza a una mano y evita lo que parecía inevitable para mandar a córner.

Susto de Chanche y penalti estúpido
En el minuto 32 se dio el susto de la mañana. Chanche salta con Fernando de cabeza y aquél se lleva un buen coscorrón que lo deja tumbado en el suelo. Los jugadores hacen ademán de que las asistencias entren rápidamente al terreno de juego, mientras que el árbitro pide con insistencia una camilla, que ni está ni se le espera. Como el Mota tampoco llevaba asistencia, la fisio del Daimiel, Virginia Espinosa, y el jugador local, Paco, enfermero de profesión, fueron raudos a ver qué pasaba. Felizmente, únicamente se trataba de una brecha en el cráneo del jugador. Se le hizo un vendaje y se le trasladó a Urgencias donde le dieron cuatro puntos de sutura. Afortunadamente todo quedó en un susto.

Tres minutos después se reanudaba el choque y en la siguiente jugada Dachu era el protagonista al cometer penalti por mano clara sin venir a cuento. El árbitro no dudó y Cobo ponía el 2-1 en el marcador. Segundo penalti en dos partidos que le pitan en contra al Daimiel, y tercer gol a balón parado que reciben los blancos en los tres últimos partidos. Habrá que reflexionar porque al Daimiel apenas le generan ocasiones claras de gol, o lo que es lo mismo, Maxi apenas se tiene que emplear, pero a los de Rimun le vienen marcando goles con relativa frecuencia. Eso sí el Daimiel, junto al Pedroñeras, sigue siendo el equipo menos goleado del grupo y el Mota del Cuervo sigue marcando allá por don de va, excepto en Herencia.

Segunda parte muy decepcionante
En la segunda parte el Daimiel no exisitió hasta los últimos minutos. Verdaderamente fue decepcionante como un equipo, muy excaso de argumentos futbolísticos, dominó de cabo a rabo estos minutos. El Daimiel se parapetó atrás y no hubo forma de salir de la cueva. Los blancos perdían el balón con una facilidad pasmosa y no eran capaces de presionar mínimamente al contrario. Pero el Mota era demasiado débil para hacer daño. Solo en los saques de banda y voleones se apreciaba peligro, que el Daimiel desbarataba, más por acumulación de hombres que por el orden en sus filas.

El juvenil Gabri tuvo una buena ocasión al fallar estrepitosamente Aarón un despeje, pero se precipitó y lanzó al limbo. Después llegó la mejor jugada del partido, por medio de nuevo de Gabri, en banda izquierda, que se va de Aarón y ahora sí piensa y cede atrás para que Cobo le pegue con todo y el esférico choque contra el cuerpo de Bernal. Los de Ignacio Galindo, el exentrenador del Daimiel que estuvo muy motivado todo el partido, pidieron penalti, pero el colegiado estaba perfectamente situado. Esta acción decidió a Rimun quitar a uno de los pocos hombres que intentaban poner criterio en el Daimiel, Raúl Martín, para sacar a Rubio. Declaración de intenciones clarísima, porque Rubio se colocó como tercer central. Tocaba sufrir, porque pese a que el dominio moteño se dedicaba a colgar balones, cualquier rechace o error podría suponer el empate.

Y Rafa Cortés despertó a los suyos
Solo a balón parado el Daimiel era capaz de llegar arriba. De hecho Bernal estuvo a punto de conseguir el 3-1 al rematar una falta, pero se quedó demasiado escorado y mandaba al lateral de la red. La angustia por el mal desarrollo del juego tuvo su punto de inflexión en la pelea y lucha incondicional de Rafa Cortés. El delantero parecía John Wayne sólo ante los indios. Pero peleó y sacó un córner de la nada en el minuto 81. Era el primer córner que iba a botar el Daimiel en todo el partido. Esa acción despertó a sus compañeros, y quizá también al banquillo, porque la presión blanca trató de adelantar líneas, y ahí, con presión más adelantada, el Mota del Cuervo tenía muchas más dificultades para sacar el balón.

Además Rimun realizaba cambios para perder tiempo, lo que al final resultó bueno aunque quizá no era lo que buscaba. Y es que saltaron al terreno de juego dos juveniles Cala y Andrés, que debutaba en el Daimiel, y Jose que apenas tiene minutos. Rafa Cortés era retirado, llevándose merecidamente la ovación del partido. Los chicos saltaron con un desparpajo y con unas ganas de comerse el mundo que descolocaron a un Mota del Cuervo que verdaderamente había jugado a placer porque el Daimiel le dejó todo el espacio del mundo. El caso es que entre los chavales fabricaron una última ocasión en la que Cala se va en velocidad y gana la línea de fondo. Pero no vio claro si tirar o centrar a dos compañeros, y esa indecisión provocó que la defensa se colocara y que el centro se fuera a córner. Era el minuto 93, segundo córner para el Daimiel del partido, que nunca se lanzó porque Gutierrez Díaz indicaba el final del partido.

Lectura negativa del partido, verse superado por un rival técnicamente muy excaso y que apenas propuso nada. Lectura positiva, haber ganado jugando rematadamente mal. Quédense con la que quieran.

Incidentes en el pasillo de vestuarios
Al final del partido hubo sus más y sus menos en el pasillo de vestuarios. Ya advertíamos en la previa que el partido de Mota del Cuervo fue calentito y algún recado tuvo que haber para que se formase la que se formó. Lo "normal" es que haya alguna voz más alta que otra al final del partido, pero puede que hubiera algo más en ese pasillo. El caso es que vimos como dos jugadores del Mota del Cuervo entraron en el vestuario del Daimiel y se pueden imaginar como fueron "invitados" a salir de él. El árbitro no indicaba en el acta más que "hubo un tumulto entre los dos equipos", pero el Mota del Cuervo requirió la presencia de la Guardia Civil (que habitualmente están, pero no hoy) para, según decían, poner una denuncia.

FICHA TÉCNICA
2 DAIMIEL: Maxi, Aarón, Pedrero, Dachu, Fernando, Chule, Francis (Jose, min. 86), Alberto García (Bernal, min. 45), Rafa Cortés (Andrés, min. 91), Jesús (Cala, min. 88) y Raúl Martín (Rubio, min. 70).

1 MOTA DEL CUERVO: Edu, José Luis, Borja, Cobo, Pichi, Andrés (David, min. 74), Ramos (Barrena, min. 56), Chanche (Juli, min. 35), Gabri, Héctor y Miguel.

ÁRBITRO: Gutiérrez Díaz, asistido en las bandas por García Núñez y manzano Díaz. Pitó demasiado y no dejó jugar. Contribuyó al excaso ritmo que tuvo el partido. Mostró tarjetas amarillas por el Daimiel a Aarón, Alberto García y Dachu. Por parte del Mota del Cuervo la vio José Luis.

GOLES:
1-0, minuto 4. Rafa Cortés.
2-0, minuto 26. Rafa Cortés.
2-1, minuto 36. Cobo, de penalti.

INCIDENCIAS: Mañana muy fría en el estadio Municipal de Daimiel. Unos 380 espectadores en la grada, entre ellos el habitual Javier Hernández, entrenador del Ciudad Real, y Ángel Izquierdo, de La Solana, próximo rival de los blancos. Campo duro e irregular al principio, blando y escurridizo en la segunda parte con la lluvia.

LA FOTO DE LA AFICIÓN