Corta victoria para empezar el 2012 (2-1)

El Daimiel CF no debió complicarse tanto el final del partido ante el CD Piedrabuena porque fue superior durante prácticamente todo el encuentro. Sin embargo el penalti que da origen al 2-1 con la consiguiente expulsión de José Carlos, cambió el panorama y los blancos tuvieron que trabajar más de la cuenta para quedarse con los tres puntos. Mención aparte merece el colegiado de la contienda, Tapiador Alcolao, que ofreció un mal arbitraje, el peor, desde luego, de lo que llevamos de temporada.

Se le tenía respeto al Piedrabuena, un equipo plagado de jugadores que saben lo que es jugar en Tercera división. Además su técnico, Manolo Fernández, implantó un 4-4-2, con lo que le jugaba de tú a tú al Daimiel. Por su parte Rimun siguió con su habitual 4-2-3-1 siendo la gran novedad la suplencia de Jesús que dejaba su puesto a Alberto García. Este jugó en banda, por lo que Francis lo hizo de media punta, puesto que le gusta más que el de jugador de banda.

Con dominio alterno en los primeros compases, empezaba la contienda, pero con la primera ocasión meridiana favorable al Daimiel. A los 5 minutos de juego Alberto García se planta solo ante Raúl. Parecía el 1-0 irremisible, pero el delantero local le pegó fatal y Raúl agradeció el regalo para evitar ese primer tanto de la matinal. A partir de ahí poco a poco el Daimiel se fue haciendo con el control del centro del campo. Bien es verdad que tampoco se generaban ocasiones de gol, pero se jugaba en el terreno del Piedrabuena.

Dos goles anulados
El Piedrabuena perdía los balones en la medular y trataba de llegar por medio de balones largos a Parrilla y Tati. Por su parte los blancos utilizaban las bandas, siendo una vez más muy activo Raúl Martín, así como las subidas tanto de Moraga, muy ofensivo siempre, como de Aarón. Algunos disparos desde fuera del área, algunos centros sin remate claro y varios córneres, eran el bagaje ofensivo de estos minutos.

Por otro lado Tapiador Alcolao empezaba a dar muestras de su falta de criterio a la hora, sobre todo, de mostrar tarjetas. Conforme avanzaban los minutos su arbitraje fue empeorando, dando la sensación de que le vino grandísimo el partido. Y menos mal que sólo en los minutos finales hubo jugadas farragosas, si no, las consecuencias podrían haber sido mucho peores para ambos bandos.

Para empezar anuló un gol al Daimiel en el minuto 26 en remate de cabeza de Rafa Cortés. Estimó el colegiado falta de Chule en el robo de balón, una jugada realizada en las mismas narices del asistente que no observó nada y dejó continuar. Poco después llegaba el segund gol anulado. Esta vez por fuera de juego en una magistral jugada ensayada con dos toques de cabeza que dejaba en evidencia a la defensa visitante. Un gol que no subía al marcador por situación reglamentaria indicada por el asistente un poco riguroso.

Gol al filo del descanso
No nos hemos cansado de repetir que el Daimiel es letal esta temporada a balón parado. Ante el Piedrabuena se volvió a demostrar, no sólo por el primer gol del partido, o el anulado, sino por otras ocasiones que tuvieron los de Rimun. Sin embargo el 1-0, conseguido por Ismael al rematar una falta botada por Raúl Martín, contó con la inestimable colaboración del meta visitante Raúl. El caso es que Ismael remató con la coronilla y el esférico tomo una trayectoria muy elevada en parábola que al caer, en dirección a la portería, el portero quiso despejar con un puño, y lo que hizo fue ayudar a que el balón entrara en la meta. Era un gol que daba tranquilidad a los locales porque si bien habían dominado sin aparentes problemas el primer tiempo, el gol no llegaba.

La segunda parte comenzaba con un fulgurante saque de centro del Piedrabuena que sorprendió a todo el mundo y dejaba al pichichi Jorge franco para rematar desde fuera del área, aunque su disparo, el primero con intención de los visitantes, se iba fuera. A partir de ahí el control del juego y del partido fue absolutamente local. Los daimieleños se hacían con el balón con una facilidad pasmosa y el Piedrabuena no daba ninguna sensación de poder enmendar el partido.

Jesús puede sentenciar
Es más, los blancos empezaron a desplegar su mejor fútbol, tocando incluso en el centro del campo y tratando de llegar por banda en velocidad. La sentencia con el segundo la pudo tener Jesús al que Chule le dio un magnífico balón para quedarse solo ante Raúl, pero una vez más el delantero blanco no supo qué hacer, se trastabilló y dio al traste con la magnífica ocasión.

Apenas un minuto después, es Raúl Martín el que bota una falta de forma magistral que iba directa a la escuadra izquierda de la portería de Raúl. Pero ahora sí, enmendando el error del primer gol, el portero sacaba una mano espectacular que suponía el único córner que botó el Daimiel en este segundo período. Los locales tenían el partido absolutamente controlado. Manolo Fernández, técnico piedrabuenero, realizaba tres cambios de una tacada para tratar de despertar a su equipo. De momento, no lo conseguiría.

Comienza el "concierto" de Tapiador Alcolao
El segundo gol llegaba merced a un penalti, cuando menos riguroso, por falta sobre Raúl Martín. Aquí se demostró a las claras el pésimo criterio de Tapiador Alcolao que no mostró tarjeta al infractor, tal como luego más tarde sí haría en el penalti favorable al Piedrabuena, por una acción prácticamente igual, y que le costaba la expulsión a José Carlos. El penalti lo materializaba sin remisión Chule.

Con el 2-0 el Daimiel jugó todavía más a placer. El Piedrabuena estaba completamente noqueado y el partido estaba para que los de Rimun consiguieran una victoria cómoda por una mayor diferencia de goles. A los blancos les faltó practicidad, querer matar el partido o tener un instinto depredador del que parece que carecen. Les sucedió en Almagro y volvió a pasar ante el Piedrabuena. Demasiada floritura y demasiado querer rizar el rizo, cuando de lo que se trata es de llegar y machacar en la portería, entiéndase esto en sentido estrictamente deportivo. Pero no. Los jugadores quieren a veces hacer difícil lo que parece fácil y se obcecan en querer adornar demasiado la jugada.

Tapiador Alcolao mete al Piedrabuena en el partido
Por una de esas filigranas llegaba la jugada del gol visitante. Raúl Martín se entretine en el centro del campo y cuando es presionado cede mal a su compañero. El balón es interceptado por Gordi y aquí ya interviene una serie de rechaces y mala fortuna que dan con Gordi en el suelo en lo que pareció un robo de balón sin más de José Carlos. Pero el colegiado, que pita después de las protestas visitantes, parecía como deseando compensar el penalti anterior y señalaba el mismo. Además con tarjeta, la segunda, para José Carlos, lo que no había hecho en el otro área. Parrilla ponía el 2-1 y la incertidumbre en el último cuarto de hora.

Ahora sí el Piedrabuena echó el resto y el Daimiel se vino a atrás para defender el resultado. Prueba de ello fue el cambio de Bernal por Raúl Martín para que aquél se colocara en el centro de la zaga. Lo cierto es que tampoco el Piedrabuena dispuso de claras ocasiones para empatar, lo que hubiera sido un premio realmente excesivo, pero como siempre, la mínima ventaja puede romperse en cualquier balón envenenado.

Y luego Tapiador Alcolao perdió los papeles en cuanto los dos equipos ya sí que se le subieron a las barbas y hubo jugadas para demostrar la capacidad del colegiado. El detalle flagrante del mal arbitraje se puede demostrar en la falta sin balón que recibió Moraga, que el árbitro ve y pita, el tumulto que se forma después, la conversación con el asistente... y ni una sola tarjeta ni para Parrilla ni para Yoni que eran los que estaban metidos en ese ajo. Luego no tuvo más remedio que expulsar a Sergio por dos faltas a destiempo en apenas siete minutos. Aunque hubo jugadores que se libraron de forma incomprensible. Eso sí, los daimieleños Rafa Cortés y Maxi recibieron amonestación por perder tiempo, uno cuando era sustituido (iba andando a la banda) y el otro por demorar el saque de puerta.

El caso es que se jugó muy poco en los últimos minutos entre las protestas, las pérdidas de tiempo del Daimiel (que por cierto no escondió en ningún momento a los recogepelotas), los cambios y el poco tiempo que descontó el colegiado, tres minutos y medio, que todo hay que decirlo. En definitiva, tres puntos que mantienen al Daimiel CF como segundo de la tabla cuando ya se ha consumido la primera vuelta de la competición. El líder, Ciudad Real, está a un punto mientras que el grupo perseguidor ya queda a cuatro del Daimiel. Queda muchísima Liga aunque ya sí que se entra en la fase decisiva. De momento parece que el Daimiel está fuerte, al sumar su quinto partido consecutivo sin perder, pero nada hay decidido porque existen equipos que tienen mucho que decir todavía.

FICHA TÉCNICA
DAIMIEL: Maxi, Aarón, Moraga, José Carlos, Dachu, Chule (Paco, min. 90), Alberto García (Jesús, min. 53), Ismael, Rafa Cortés (Jose, min. 88), Francis (Fernando, min. 83) y Raúl Martín (Bernal, min. 75).

CD PIEDRABUENA: Raúl, Cano, Valentín (Poyatos, min. 74), Jorge (Róber, min. 62), Richi (Minaya, min. 62), Tati (Gordi, min. 62), Parrilla, Noel, Sergio, Recuero y Yoni.

ÁRBITRO: Tapiador Alcolao, asistido en las bandas por Monteagudo Díaz y Anguita Hornero, de la delegación de Ciudad Real. Muy mal, con evidente falta de criterio y autoridad. Enseñó tarjetas amarillas por el Daimiel a Alberto García, Moraga, Rafa Cortés y Maxi. Expulsó, por doble amonestación a José Carlos, en el minuto 73. Por el Piedrabuena vieron amarilla Parrilla, Richi, Recuero y Poyatos. Expulsó por doble amonestación a Sergio en el minuto 85.

GOLES:
1-0, minuto 40. Ismael.
2-0, minuto 66. Chule, de penalti.
2-1, minuto 73. Parrilla, de penalti.

INCIDENCIAS: Partido matinal en el Estadio Municipal. Césped duro e irregular. Unos 210 espectadores en una fría mañana pero agradable al sol.

LA FOTO DE LA AFICIÓN