La semana pasada sobró un minuto para poder hacerse con el liderato. El gol de La Solana en el minuto 91 daba al traste con la posibilidad. Sin embargo, y quizá cuando menos se esperaba, el Daimiel vuelve a lo más alto de la tabla cinco semanas después de la última vez que ocupó ese lugar. La victoria ante el Herencia, con gol del debutante Gonzalo, y la sorpresiva derrota del Ciudad Real en su campo ante el Mota del Cuervo, 0-1, han hecho posible que los de Rimun comanden la clasificación con dos puntos de diferencia sobre el segundo clasificado, el Ciudad Real, y seis sobre el tercero, Almagro. Ambos equipos tienen que pasar por el Estadio Municipal.
El triunfo del Daimiel sobre el Herencia, sin realizar un juego excesivamente brillante, tiene su mérito. A los blancos le faltaron tres elementos muy importantes, como los dos máximos goleadores, Raúl Martín y Rafa Cortés, así como Ismael en el centro del campo. A última hora, por el fallecimiento de su abuela, José Carlos tampoco era de la partida. De los siete posibles suplentes, solo se cubrían seis puestos, y dos de ellos eran juveniles, Cala y Andrés. Por si fuera poco, Moraga se lesionaba segundos antes de llegar al descanso. Total que Rimun echó en falta a alguno de esos tres jugadores que han abandonado los entrenamientos (siguen perteneciendo al Club) por iniciativa propia, Rubio, Adri y Mochu. Seguro que, tal y como está la plantilla, hubieran tenido su oportunidad. Por cierto, han jugado seis daimieleños en el once inicial y todo el banquillo, salvo el portero suplente Fran, era de Daimiel.
Y tiene su mérito porque el Herencia es, porque lo sigue siendo, el mejor equipo fuera de casa, es decir, el equipo que más puntos ha conseguido lejos de su terreno de juego. Eso, a estas alturas de temporada, no es por casualidad. Así que, enfrente, hubo un rival de enjundia que nunca dio por perdido el partido.
Partido mediatizado por el viento y el mal estado del césped
La matinal dominical fue gélida, producto de un viento congelado que perjudicó, junto al mal estado del césped, el desarrollo del partido. Rimun sólo varió el once del partido anterior por las obligadas bajas por sanción de Raúl Martín y Rafa Cortés. Gonzalo debutaba en la punta de ataque y a fe que gustó mucho el chaval. Marcó el gol del triunfo y peleó por todos los balones, ocasionando un par de jugadas de mucho peligro. Paco era el encargado de sustituir a Raúl Martín siendo titular nueve jornadas después.
Los dos equipos jugaron 4-2-3-1, si bien de primeras el Herencia parecía saltar al terreno de juego con un sistema 4-4-2, que rápidamente rectificó. Y es que el Herencia salió a dejar su portería a cero renunciando totalmente al ataque. La primera parte fue de absoluto dominio blanco. Ya a los seis minutos Gonzalo encaraba solo a Pozo, pero se la deja a Jesús que estaba en fuera de juego y la oportunidad se iba al limbo. Pero la primera ocasión clara fue la falta que lanzaba Moraga en el minuto 9. Un tremendo zapatazo que pegaba en el larguero tras tocar lo justo el meta Pozo.
El dominio blanco era claro pero no llegaba con claridad a la portería visitante. El Herencia se conformaba con mantener a raya al Daimiel gracias a una defensa muy bien colocada y tratando de buscar las contras por mediación de Eduardo. Por su parte Chule trataba de repartir el juego hacia las bandas, pero el Herencia tapaba bien. Sin embargo, en un balón por el centro de la defensa, Gonzalo se adelanta a todos y bate a Pozo que se queda a media salida. La pelota entraba llorando y los herencianos protestaron un fuera de juego que no era. Corría el minuto 31 y de nuevo el Daimiel se ponía por delante en el marcador en un partido jugado en el Estadio.
Segunda parte del Herencia
La segunda mitad fue dominada, al menos en cuanto a posesión de balón, por el Herencia. De hecho, la única ocasión de los visitantes se produjo tras el saque de centro en un balón a la banda para que lo corriera Eduardo que sorprendió a todos. El futbolista, se metió en el área en buena posición pero el remate fue malo y al centro, desbaratando la única ocasión visitante de todo el partido. Y aquí sí que decepcionó el Herencia, por el buen trabajo defensivo local. Ni un solitario córner sacó el Herencia en los 90 minutos, y ni siquiera en las escasísimas faltas laterales, la defensa blanca pasó excesivos apuros.
Ocho partidos sin encajar un gol de jugada
La fortaleza defensiva de los blancos se demuestra en que es el equipo menos goleado del grupo, con 16 goles en contra, pero lo más destacado de todo, es que en los últimos ocho partidos (en los que no se ha perdido) el Daimiel ha recibido cinco goles, y ninguno de ellos ha sido de jugada. Tres fueron de penalti, Zona 5, Piedrabuena y Mota del Cuervo; otro fue a la salida de un córner, Almagro y el quinto de falta directa en La Solana.
De ese modo al Herencia le costó muchísimo siquiera inquietar a Maxi que en los balones aéreos se mantuvo seguro, y contó con una gran ayuda en Dachu, Fernando y Bernal, que una vez más fue un valladar casi inexpugnable en el centro del campo. Con el viento en contra, el Daimiel buscó el contragolpe. Aunque tampoco conseguía salir con peligro. Eso sí, en el 53 un duro disparo de Bernal tocó clarísimamente en la mano de Monreal dentro del área, en un penalti que el colegiado no quiso ver.
La intranquilidad del 1-0 era lo que mantenía la emoción, dado que el juego, entre el viento y el césped, no era nada vistoso. Gonzalo, en un robo de balón a Peque, quedó en buena posición y trató la vaselina que tomó portería, pero se empezó a escorar y al final salió fuera de banda. Muy clara también fue la que tuvo Alberto García, también propiciado por otro robo de Gonzalo. En este caso, Alberto García, solo ante Pozo, intentó hacerlo bonito y enviar a la escuadra. Pero se le fue muy alto.
El técnico visitante, Enrique Moreno, quemó naves metiendo a Jesús Carlos, Edison, Tito y José Carlos arriba e incluso subiendo a Monreal para tratar de cazar algún balón que no llegó, aunque hubo un mal despeje de Maxi, que cayó a Ángel pero cuyo disparo salió muy desviado. Al final, tres puntos más para el Daimiel, en otro partido no excesivamente brillante, pero sí efectivo y sin apenas peligro de cara a la puerta propia. La consistencia defensiva sigue siendo el principal valor del Daimiel de Rimun, y eso es algo que no se le puede negar al equipo que ha vuelto a recuperar la primera plaza de la Liga en una jornada complicada ante un equipo que es el más peligroso cuando juega a domicilio.
FICHA TÉCNICA
1 DAIMIEL: Maxi, Aarón, Moraga (Pedrero, min. 45), Dachu, Fernando, Chule, Francis (Jose, min. 90), Bernal, Gonzalo (Cala, min. 78), Jesús y Paco (Alberto García, min. 58).
0 HERENCIA: Pozo, Álex (Ángel, min. 82), Carretero, Monreal, Peque (Edison, min. 70), González (Mínguez, min. 45), Víctor, José Carlos, Eduardo, Tito y Núñez (Jesús Carlos, min. 79).
ÁRBITRO: Bustos de Lamo, asistido en las bandas por Pradas Bustos y Pardo Garrido. Demasiadas tarjetas. Enseñó amarilla por parte del Daimiel a Bernal, Dachu, Gonzalo, Chule y Aarón. Por parte del Herencia la vieron González, Núñez, Tito, Víctor y Álex.
GOL:
1-0, minuto 31. Gonzalo.
INCIDENCIAS: Estadio Municipal de Daimiel. Gélida mañana y pocos espectadores, unos 150. Mucho viento del norte y pésimo estado del terreno de juego. Ambas cosas dificultaron el desarrollo del juego. Se guardó un minuto de silencio por la muerte de la abuela del jugador local José Carlos.
LA FOTO DE LA AFICIÓN
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