Así lo cree Diego Buitrago, el máximo goleador villarrubiero con 17 dianas, la última conseguida este pasado domingo en Daimiel (1-2), su localidad natal. «Estamos concienciados de que podemos hacerlo», dice tajante el delantero, que reconoce que «pasamos un mes malo que nos dejó casi sin opciones, pero hemos demostrado a la gente que no creía en nosotros que somos capaces de hacer lo que nos proponemos».
El secreto de esta portentosa reacción villarrubiera no es otro que «trabajar duro y dar la cara, tomándonos cada partido como una final»; receta que les ha colocado en una posición esperanzadora «en la parte de más bonita de la temporada», y que deben aplicar al compromiso de este domingo frente al Marchamalo: «Todos los partidos son finales para nosotros, y mucho más los que jugamos en casa».
Diego Buitrago, después de cuatro partidos sin poder ayudar al Villarrubia en el aspecto anotador, es consciente de que «los equipos siempre necesitan a sus goleadores», aunque no esconde que «es una pena que le haya marcado al equipo de mi pueblo, pero todavía quedan partidos y estoy seguro de que echándole coraje, ellos podrán sacar esto adelante», apostando por la permanencia en Tercera de los que fueron sus compañeros.
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