Ahora sí, el Daimiel es líder, además en solitario, del Grupo I de Preferente. Y con 10 jugadores daimieleños de pura cepa en el once titular, más Francis, al que muchos consideran ya daimieleño por estar afincado en Daimiel dado que mantiene ya desde hace más de un lustro una relación sentimental.
Esa es la auténtica realidad. El Daimiel ha ganado los últimos 24 puntos en juego, seis victorias consecutivas, que se han cimentado, la mayoría de ellas, en la segunda parte, donde el equipo llega con una fuerza y una preparación física que está dejando impresionados a propios y extraños. El Daimiel, como club, tendrá muchas cosas que se le pueden criticar. El club, la institución, está regido por personas, y éstas, como tales, se pueden equivocar. Pero lo que no cabe ninguna duda, es que cuerpo técnico y jugadores se merecen el aplauso y el apoyo de todos, incluso de aquellos recalcitrantes detractores de todo que confunden a las personas con la entidad.
En la tarde del domingo, una tarde desapacible donde las haya, dio gusto como las apenas 200
personas que acudieron al Nuestra Señora del Carmen, bastantes más de las que esperábamos por la tarde que era y el escaso atractivo del rival para la afición daimieleña, se volcaron con el equipo, vibraron e incluso se arrancaron a corear el nombre de ¡Daimiel, Daimiel! ante la actitud del equipo, el gran triunfo de sus jugadores y por cómo acabaron los de Paco García-Moreno el partido. Como una auténtica moto.
Pies en el suelo
Pero la euforia, lógica al final del partido y saberse que los directos rivales San José Obrero y Almagro pinchaban dejando al Daimiel líder en solitario, debe durar lo que dura el día de descanso y ponerse a trabajar el martes. El éxito de este Daimiel ha sido olvidarse de clasificaciones y marcarse el siguiente partido como único objetivo. La competencia interna es tremenda, y ante el Munera volvió a quedar demostrado.
Hasta cuatro cambios hubo en la alineación con respecto al partido de Campo de Criptana. Tres eran obligados por las lesiones de Jaime Núñez, Ramón y la indisposición de Jony. El cuarto, Cala fue al banquillo por decisión técnica. Ni una alineación ha repetido Paco García-Moreno en lo que llevamos de competición, y a fe que en las últimas jornadas no se está notando en absoluto. Aquel jugador que se duerme va al banquillo, con lo que eso suponde de plus para el colectivo.
El Daimiel empezó fuerte. No se había cumplido ni el minuto de juego cuando Jesús se quedaba en muy buena posición ante Ñoño pero su disparo iba fuera. Después, a los cinco minutos, el juvenil Adri, que volvió a ser titular, ponía a prueba a Ñoño. El Munera se las veía y se las deseaba para contener la salida en tromba de los blancos, pero poco a poco el encuentro se fue convirtiendo en una guerra tremenda por el control del centro del campo. Los contínuos voleones visitantes los defendían bien José Carlos, cada vez más en forma y Fernando, que reaparecía tras nada menos que 11 partidos y casi cuatro meses de lesión.
El Munera es un equipo plagado de jugadores veteranos con experiencia en Tercera división. Pero su entrenador, Pedro Carreño, propuso un partido exclusivamente a no perder. No decimos a encerrarse, porque no fue ese el planteamiento, sino a ser más fuertes en la medular a base de músculo y superioridad numérica. El preparador munerense vio al Daimiel en Campo de Criptana y se quedó con una copla clara: secar como fuera a Jesús. Y así aplicó un marcaje individual en todo el campo al hoy "falso nueve". Hacía mucho tiempo, años, que no veíamos ese planteamiento. Nos recordó la función de libre en el centro de la defensa, que realizó José Blas. El sistema era 3-1-4-1 con Álvaro donde fuera Jesús, como si fuese una pegatina en la espalda.
Ismael y Javivi pueden con el Munera
Pero entre que unos solo querían destruir y mandar balones arriba (literalmente al cielo) para que la bajara Zapata, pichichi del grupo, y buscar la segunda jugada; y los que querían jugar y proponer, vencieron estos últimos. Ismael y Javivi estuvieron inconmensurables en el centro del campo robando una y otra vez balones. Tocando y triangulando para tratar de abrir la lata albaceteña. El problema fue que las bandas con Jona y Adri no estuvieron del todo afortunadas porque enfrente tenían a un equipo, insisto, muy experimentado.
Pese al dominio blanco y la intensidad del choque, no hubo más que una ocasión tras las dos primeras llegadas al inicio del choque. Una dejada de Jesús a Jona a la que éste llegó algo forzado en una muy buena posición. Con buenas sensaciones se llegaba al descanso y cierto enfado con el colegiado, Cacho Torres, al que le costó muchísimo sacar tarjetas amarillas pese a la evidente reiteración en las faltas por parte de los blanquiazules, en especial de Josevi, que incomprensiblemente se fue de Daimiel sin ser amonestado.
Reanudación al ralentí
Tras el paso por vestuarios, la segunda parte comenzó con bastante menos ritmo que la primera mitad. El Munera, que seguía con el mismo planteamiento, intentó en este caso ralentizar más el partido. Pero los blanquiazules fueron incapaces de hilvanar una jugada de cuatro toques seguidos en todo el partido. Había que desatascar la férrea defensa blanquiazul que se mostraba atosigante cada vez que los blancos cruzaban la medular. Paco García-Moreno tenía claro que había que ensanchar el campo y cambió las bandas.
Negrete comenzó a percutir por la derecha, a pierna cambiada, y por allí llegaba el primer gol local. Negrete saca de banda la pelota le llega a Jesús en la frontal, le rompe la cintura a Álvaro y agarra un disparo raso junto al poste, con la zurda, su pierna "mala", imposible de parar para Ñoño. El Daimiel abría la lata en cuanto a Jesús le habían dado un par de metros para poder maniobrar. Y sucedió lo que se esperaba. El planteamiento del Munera saltaba por los aires y pese a que lo intentaron, los blanquiazules no tuvieron capacidad de respuesta al Daimiel. Tan solo un disparo de Agustín, ajustado al palo, que despejaba Astillero, fue todo el bagaje ofensivo visitante en el Nuestra Señora del Carmen en todo el partido.
Con espacios, imparables
Tras el 1-0, Pedro Carreño quitaba "la pegatina" de la espalda de Jesús (Álvaro) y ponía en liza a uno de sus goleadores, Cuchi. Éste ya estaba preparado para saltar al terreno de juego, pero lo hizo cuando el Daimiel marcó el gol. Luego, Carreño no fue claro si ese era el cambio previsto o cambió de opinión por las circunstancias.
El caso es que el Munera dejó tres defensas atrás y acumuló hombres en el centro del campo. De poco sirvió al Munera tratar de irse para arriba. Los espacios llegaron para el Daimiel que supo jugar con el marcador a favor. Las jugadas combinativas llegaban y con ellas las ocasiones. Javivi pudo hacer el 2-0 tras espectacular dejada de Francis, pero fue éste el que lo hacía al rematar en el segundo palo una enorme jugada por banda derecha de Negrete y Jesute, otro que reaparecía tras casi dos meses de lesión.
Colofón con un golazo de equipo
Pero si por algo mereció pasar frío en la tarde del domingo en el Nuestra Señora del Carmen fue por el extraordinario tercer gol del Daimiel. En él intervinieron hasta seis jugadores, con dos enormes cambios de orientación consecutivos y una dejada para que Negrete fusilara a Ñoño. Un auténtico golazo que levantó a los espectadores de las gradas. Un 3-0 que además de tres puntos, supone también ganar el golaverage particular que tal y como están las cosas, puede resultar determinante en todos los empates. De hecho el propio Pedro Carreño reconocía que les hubiera valido el empate por esta circunstancia.
Así pues la afición está de enhorabuena. Hacía mucho tiempo que el Daimiel no se veía líder de la competición a estas alturas de la Liga y mucho menos, con tantísimo jugador local en el equipo. Es hora de apoyar de dar una oportunidad a los jugadores y a la junta directiva. El equipo lo va a dar todo y es de esperar que la afición, los verdaderos aficionados, lo den todo también. Ojalá esto no sea flor de un día y también se esté preparado para un mal resultado, que tal y como está la Liga, cualquier tropiezo resulta fatídico a efectos de clasificación.
FICHA TÉCNICA
3 DAIMIEL: Astillero, Aarón (Carlos, min. 61), Negrete, Fernando, Javivi, Jesús (Javi, min. 84), Francis, Jona (Cala, min. 54), José Carlos, Ismael y Adri (Jesute, min. 74).
0 MUNERA: Ñoño, Álvaro (Cuchi, min. 65), Rufi, Emilio, Panta, Agustín, Carlos (Pedro Ángel, min. 45), Zapata, José Blas, Josevi (Luisfra, min. 87) y Pepe (Raúl, min. 80).
ÁRBITRO: Cacho Torres, asistido en las bandas por García García y García Valle. Le costó muchísimo echarse mano a las tarjetas, sobre todo por la reiteración en las faltas de los visitantes. Mostró amarilla los jugadores del Munera, Álvaro y Pepe.
GOLES:
1-0, minuto 64. Jesús.
2-0, minuto 87. Francis.
3-0, minuto 91. Negrete.
INCIDENCIAS: Campo de Fútbol Nuestra Señora del Carmen, mal estado del terreno de juego con mucho caucho y poco césped. Unos 200 espectadores en tarde muy desapacible.
LA FOTO DE LA AFICIÓN
Enhorabuena!!! vamos chavales, hay que seguir, partido a partido, creo que hay un grupo muy ilusionante, joven, con hambre de triunfo, y seamos los que seamos en el campo que todos estemos a una. La derrotas o empates llegaran (ojala y no) por que sería lo lójicopero con este tesón y lucha y ganas de ganar este Daimiel nos puede dar muchas tarde de alegría.
ResponderEliminarVAMOSSSS DAIMIEL RCF!!!!!!
PARTIDAZO (así con mayúsculas) el de ayer.
ResponderEliminarBien hecho chicos, enhorabuena a todos los que aportan para que esto salga adelante (y a no dormirnos en los laureles que todavía no hemos consdeguido nada).
El domingo disfruté como hacía tiempo no lo hacía en el campo. Vamos Daimiel que podemos estar arriba. Trabajando y sin creerselo, con chicos del pueblo. Podemos subir a Tercera, coño, y recuperar a los que están fuera y tenemos un equipo de garantías.
ResponderEliminarVamos chicos a ganar en Mota del Cuervo y luego contra La Solana a llenar el campo, que ganas de que llegue el domingo.
Vamos Daimiel, Vamos Equipo.