Tercera salida en el Daimiel. Bibi ya no pertenece al Club

Rivas, Cristian y ahora, Bibi. El jugador de banda es la tercera salida del conjunto daimieleño. Algunos quieren meter en el mismo saco a Nacho, pero este jugador vino para probar, no gustó, en el partido ante el Villarrubia, y no fue fichado. Así que, en puridad, y teniendo en cuenta que el meta Rafa prefirió una oferta del Antequera ante la presencia de tres porteros (Rafa, Ruiz Caba y Astillero), la salida de Bibi es la tercera que da el Club.

Las tres bajas concedidas son de diferente pelaje. Rivas llegó a Daimiel, según el Club, con la pretensión de que tenía que demostrar ciertas aptitudes en un mes. Pasó el tiempo y a Peña no convencieron sus servicios. No puede decirse que no ha contado con oportunidades ni con entrenamientos, pero para Peña no es lo que quería por lo que hay que entender su salida. Cristian llegó con la aureola de haber jugado en Segunda División A italiana y haber estado en conjuntos de Segunda B. La realidad es que el jugador apenas jugó en Italia y jugó poco el año pasado en Tercera con el Miapuesta Vilajuiga. Jacobo Peña reconoce que con este jugador se equivocaron de plano y poco menos que fueron engañados.

La baja de Bibi

El caso de Bibi es diferente. El camerunés ilusionó cuando llegó al Daimiel procedente del Monzón, donde estaba realizando la pretemporada. Su último partido con el Hellín, en Daimiel, maravilló a todo el mundo, por lo que cuando se anunció su fichaje fue recibido con cierta alegría. Esa es la realidad. Pero con el paso de los días, Bibi ha demostrado poco en los partidos. Bibi ha jugado los cinco partidos amistosos de pretemporada, los tres de Copa Diputación y dos de Liga. Es decir, ha jugado todo salvo el último encuentro de Liga en Marchamalo, lo que ya anunciaba su salida del equipo. Ha jugado 618 minutos y ha logrado un gol.

Se puede afirmar que su rendimiento ha ido de más a menos y en las últimas apariciones ya se empezaba a rumorear que no estaba dando lo que de él se esperaba. Además era uno de los jugadores más caros de la plantilla. El último capítulo protagonizado por Bibi, al margen de jugar en el partido de Villarrubia, fue cuando le sustituyeron a los 16 minutos del partido ante el Piedrabuena de Liga. Rompió una puerta del Estadio por el enfado. Otras cuestiones son, según el club, su excasa implicación. Y no hay que engañarse, Bibi a juicio de prensa y afición, no estaba ofreciendo lo que dé él se esperaba.

La salida de Bibi tampoco trastoca mucho a la plantilla, porque, David Ruiz y Rubén, las bandas del equipo, están funcionando a muy buen nivel. Sí es cierto que el relevo ya es otra cosa, pero si nos atenemos a lo que Peña dijo al principio, los jugadores más caros y de supuesto mayor nivel son los que tienen que tirar del carro y ofrecer el plus de calidad. Bibi, hasta ahora, no lo estaba ofreciendo.

Malestar en la plantilla

Personalmente me parece bien que vengan jugadores a probar cuando no se les conoce, siempre y cuando eso no sea oneroso para el Club y que por supuesto el jugador sepa a lo que viene. Tampoco me parece mal que sea a estas alturas de la temporada, porque el grueso del equipo está fichado. Ahora bien, eso conlleva riesgos de acoplamiento y como advertimos al propio Peña, estas idas y venidas, aunque en buena medida lógicas, generan nerviosismo, malestar, pero sobretodo incertidumbre en el resto de la plantilla. Es inevitable que el jugador piense ¿seré yo el próximo? De momento la marejada se ha parado, e incluso se anuncian fichajes, esta vez sí, con mayor información y sin correr. Ya dijimos que había que dar tranquilidad a los que están, aunque se les exija resultados.

En este sentido Peña sí tiene claro que los que se han salido del Club han sido con razones más que justificadas. Rivas, después del plazo que se le dio para convencer, Cristian, porque no daba el nivel que se les había informado, reconociendo Peña su error, y Bibi porque sus emolumentos no han venido acompasados de un buen rendimiento. Total, que según el técnico no han sido bajas por darlas, sino bien justificadas.

Las formas, de puertas para fuera, deben ser otras. Es indudable que todo se arregla con buenos resultados, y repito que el Daimiel sólo ha perdido uno de los seis partidos oficiales que ha disputado, pero hasta que se gane un partido en Liga la intranquilidad será lo normal en un club acostumbrado a la inestabilidad generada por el propio presidente.