Se pudo ganar... y se pudo perder. Al final, justo empate (2-2)

Nueve minutos de juego y 0-2 en el marcador. Nos las prometíamos felices en "La Solana". Las noticias que llegaban no podían ser mejores. Pero el fútbol es grande, muy grande, y por eso nos gusta tanto. Todo se empieza a torcer en el minuto 35. El tobillo de Luismi, que había marcado el segundo gol de penalti, no puede más. Peña se ve obligado a realizar el primer cambio. El elegido es Cristian, debutante en el Daimiel y que viene precedido de buenos informes. Es su bautizo de fuego. Pero lo cierto es que el equipo se empieza a romper.

Se pudo ganar...

Se llega al descanso, y tras una nueva llamada, por cierto ¡qué envidia de ambiente! (gritos, chillidos, ánimos... que algunos se lo hagan mirar) otra mala noticia: El Daimiel se queda con 10 por expulsión de Borrallo. Tan justa como innecesaria. Era el minuto 63 y quedaban todavía 27 minutos con un Marchamalo crecido. Peña lo ve claro, hay que amarrar porque el equipo no anda bien en el centro del campo. Quita a una referencia ofensiva, David Ruiz, por un centrocampista nato, Rivas. Cinco minutos después del cambio, una falta lejana, a unos 30 metros, la cuela en la portería en forma de obús Rubén. Sí, Rubén, el mismo que en la temporada pasada consiguió el empate para el Marchamalo en el minuto 92.

... y también perder

Quedan 21 minutos, pero el Marchamalo achucha y el Daimiel no existe. Los blancos tratan de mantener la renta de sus dos goles. El comentado de penalti hecho a Rubén, transformado por Luismi, y el primero de Armindo, en falta directa. Encima, a la vez que el Marchamalo acortaba distancias, Rubén, el hombre más desequilibrante del Daimiel, solicita el cambio por una contractura. Salta al campo Naranjo. Todo es presión, del público y del Marchamalo. El árbitro se ve influido, como pasó en la jugada de la expulsión de Borrallo en la que debió expulsar al local Rubén por agresión sin balón, y ni le sacó amarilla.

Y a falta de cinco minutos, otro soberano pelotazo, esta vez de Manolo, se incrustaba en las mallas de la portería defendida por Astillero. Quedaban cinco minutos, más el descuento. Hasta pudo llegar el tercero local por un balón que dio en el poste. El Daimiel sigue sin ganar en Marchamalo, pero al menos se salvó un punto, que, puede parecer poco botín después de haber ido ganando por 0-2, pero este empate, como todos, hay que verlo desde la perspectiva que da el haberlo conseguido fuera de casa, y ya van dos partidos fuera de casa invictos, y eso siempre es importante.

Astillero, en la portería

Sin duda lo mejor fue ver en la portería a Astillero de titular y debutando en Tercera división. El chico ha aprovechado todas las oportunidades que se le han dado, que no han sido tampoco tantas, y realizó un buen partido pese a los dos goles encajados, goles que, por otra parte, eran imparables. Lo peor fue comprobar como el buen Daimiel de la primera parte se derrumbó en la segunda. El centro del campo sigue siendo el talón de Aquiles por lo que urgen soluciones en un Daimiel que, pese a todo, y pese a algunos, tiene mimbres para poder realizar un buen cesto.

FICHA TÉCNICA
MARCHAMALO: Sanavia, Gerardo, Mora, Fran, Pipe, Kike, Guti, Roberto, Cillo, Israell (Rubén, min. 52) y Esaú (Manolo, min. 63).

DAIMIEL: Astillero, Armindo, Carlos García, Fran Blasco, Borrallo, Juanpe, Quesada, Pepe Berja, David Ruiz (Rivas, min. 64), Rubén (Naranjo, min.69) y Luismi (Cristian, min. 35).

ARBITRO: Gallego Abellán, asistido por Gurumeta de Castro y Sánchez Sánchez. Mostró amarillas a Mora y Gerardo en el Marchamalo, y a Quesada y Astillero por el Daimiel. Borrallo, por doble amonestación, fue expulsado en el minuto 63.

GOLES:
0-1, minuto 6. Armindo.
0-2, minuto 9. Luismi, de penalti.
1-2, minuto 69. Rubén .
2-2, minuto 85. Manolo.

INCIDENCIAS: Tercera jornada de Liga en el grupo XVIII de Tercera División. Cerca de 400 espectadores se dieron cita en el campo de “La Solana”, de césped natural.