Rivas y Cristian causan baja en el Daimiel CF

Medidas drásticas las tomadas en la noche del lunes por parte de la directiva del Daimiel CF. Los jugadores Rivas y Cristian dejan de pertenecer a la disciplina del Daimiel CF mientras que es posible que a lo largo de la semana se produzca alguna más. También es posible que se produzca un fichaje.

El mal comienzo de temporada que ha protagonizado el Daimiel CF, con dos puntos de los nueve posibles en su haber, ha sido el detonante de que se mueva ficha en el seno de la plantilla. Kiko Peña ha decidido que ni Rivas ni Cristian son lo que busca para su plantilla. En el primero de los casos, el de Rivas, se trata de un medio centro que venía a Daimiel con carácter creador. Procedente del Lemona, de la Segunda B, y jalonado con un curriculum en el que figuran Valladolid B y Lanzarote, también en Segunda B, entre otros, el jugador salmantino no ha cuajado en la posición de medio centro pese a que Kiko Peña le ha dado diversas oportunidades hasta que encontrase el tono físico adecuado. El caso es que Rivas ha jugado en cinco partidos, dos de Liga, uno de Copa Diputación y dos amistosos. Solo ha jugado un partido completo, el de Copa Diputación ante el Piedrabuena.

Fichaje de Ida y Vuelta

¿Se acuerdan de Novi? Ese jugador fue fichado, de la mano de Torreca, la temporada pasada por el Daimiel procedente del Colmenar Viejo. Fue visto y no visto porque duró dos semanas. Jugó 70 minutos en dos partidos. Pues Cristian le ha superado. Cinco días ha estado el jugador barcelonés sub-23 entre nosotros. Procedía del Miapuesta Vilajuiga, de la Tercera División, y había estado realizando la pretemporada con el Gavá de Segunda B, club con el que tenía contrato (que rescindió para venirse al Daimiel) aunque no tenía hueco entre los 22 con derecho a ficha federativa. Llegaba con la aureola de media punta bastante ofensivo. Su debut en Marchamalo, sustituyendo a Luismi, no fue nada afortunado, a juzgar por la decisión del técnico de prescindir, drásticamente, de sus servicios. Ha jugado 55 minutos.

Muchos jugadores que al final no se quedan

Son las dos medidas que, de momento, ha tomado directiva y entrenador. Kiko Peña no se cansa de decir que "nos falta un medio centro ofensivo, otro defensivo y un central, y no vamos a parar hasta encontrarlos". Son sus argumentos. Reconoce que "el equipo tiene ciertas carencias y por Daimiel ya han pasado multitud de futbolistas, pero no damos con la tecla de lo que queremos". Para Peña el problema es que "somos un club humilde que no tenemos infraestructura para conocer al dedillo todo el mercado, por lo que nos tenemos que fiar de lo que nos dicen. Y es evidente que hemos fallado ya unas cuantas veces". Peña, muy sincero en sus declaraciones dice sentirse "algo engañado cuando te dicen una cosa que luego no se ajusta a la realidad. Fichar jugadores es complicado cuando lo que buscas es gente que aporte cosas que no tienes y cuentas con un presupuesto limitado" y dijo algo que también es sincero "dentro de lo desagradable que es dar bajas, prefiero tener que hacerlo con futbolistas que han venido de fuera sabiendo siempre que su situación era provisional hasta saber de sus cualidades, a tenerlo que hacer con jugadores de la cantera o de Daimiel, lo cual acarrearía muchos más problemas alrededor de la entidad", afirma.

Ser más exigente a la hora de fichar

Con las bajas confirmadas de Rivas y Cristian, el equipo vuelve a contar con 18 jugadores, contando con el canterano Jesús, futbolista que se espera que se incorpore de una vez por todas esta misma semana. También es de esperar que los responsables de fichar a los futbolistas tengan el ojo clínico más aguzado que hasta ahora. Está claro que cuando se da el paso de firmar a un jugador es porque se piensa que es para ayudar al Club, pero hay que tener en cuenta que traer un futbolista a Daimiel acarrea también unos gastos, y no digamos ya si encima se le tramita una ficha, que tampoco es gratis.

Tranquilidad: Una derrota en seis partidos oficiales

En estos momentos hay que tener la cabeza fría y mantener la calma. El Daimiel CF sólo ha perdido uno de los seis partidos oficiales que ha jugado, el famoso 1-3 ante el Piedrabuena en la Liga que, verdaderamente, ha sido el detonante del malestar generado sobretodo en el presidente, Eusebio Villar. Es verdad que el equipo tiene carencias sobretodo en el medio campo y es menester que se pongan los remedios adecuados, máxime si se quiere mantener la idea de jugar al toque que se pretendía. Tras los resultados obtenidos es normal que se generen dudas, pero entrar en la dinámica del "ninguno me vale" puede generar un nerviosismo y miedo al fallo en la plantilla, que podría derivar en nefastas consecuencias para el equipo.

El Daimiel es un equipo nuevo, con constante llegada de jugadores, al que le falta un medio centro que dé garantías, y algo más de contundencia atrás. Apuntalados esos puestos, por otra parte claves, estamos convencidos de que el Daimiel tiene plantilla y entrenador suficientes como para estar entre los mejores de la Liga. Está muy claro, y Kiko Peña lo ha demostrado, que el que no rinda al nivel exigible, saldrá del Club. Pero también hay que entender que cada vez que venga un jugador nuevo, necesita tiempo para acoplarse.

Tengamos paciencia y tranquilidad. Que los técnicos hagan su trabajo y que los fichajes que vengan sean contrastados. Que se eche un vistazo a los jugadores de Daimiel y de la provincia porque hay jugadores muy aprovechables. Que la directiva siga trabajando en su cometido, que es tratar de que el Club navege por aguas tranquilas, aunque haya que dar algún toque de atención, eso sí, en su momento y en su lugar. Y por su puesto que las Instituciones, empresas y aficionados apoyemos con nuestras armas al club, es decir, apoyando económicamente en función de nuestras posibilidades y también moralmente con el aliento en el terreno de juego. Tomemos ejemplo de equipos como el Marchamalo, donde el público fue fundamental en la remontada de su equipo.

Por favor, dejémonos de espadas de Damocles, ultimatums y fechas límite. Vamos a trabajar y apoyar, cada uno desde nuestro ámbito, sin que ello no suponga que critiquemos cuando haya que hacerlo, para que el Daimiel salga adelante.