Decepcionante resultado y decepcionante juego el que ofreció a sus aficionados el Daimiel CF. Los de Rimun dejan de ser líderes después de cinco semanas seguidas ostentando el puesto más alto de la tabla. Lo decepcionante es que fue ante un equipo que demostró porqué lleva tan pocos goles en contra. Un equipo que vino a Daimiel a defenderse con cinco defensas todo el partido y un 5-4-1 sin rubor, cuando ya iba por delante en el marcador.
Decepcionante porque en ataque, el Pedroñeras es un equipo plano, al menos ayer en Daimiel, y que cumplió a la perfección las leyes inexorables del fútbol: defensa a ultranza y matar al contragolpe. Pero lo decepcionante de verdad es que el Daimiel no tuviera ni una sola ocasión para empatar en 23 minutos. Quedaba tiempo para conseguir el mal menor que era el empate, pero los de Rimun, una vez más, se mostraron sin ideas, sin reacción y sin premio una vez que el equipo contrario se adelantaba en el marcador.
Parecía que en Campo de Criptana ese maleficio se había deshecho. Pero no, el Daimiel nunca supo jugarle al Pedroñeras. Un equipo que jugó con cinco defensas muy adelantados, casi defendiendo en la línea de tres cuartos, con muchas ayudas, como era previsible. El Daimiel, ante eso, no supo qué hacer. Cayó constantemente en el fuera de juego. Se obcecó en entrar por el centro, la circulación fue lenta, las bandas no exisitieron, las diagonales, tampoco. Solo en la primera parte, y a base de jugadas esporádicas, el Daimiel sí que tuvo ocasiones. Pero no logró ese gol que abriera la lata y la contra de Charco en el 67 daba tres puntos de oro a un Pedroñeras que vino a Daimiel a defenderse y ver qué pasaba.
Sin ideas
Lo peor es que parece que los rivales han dado con la tecla de cómo jugarle al Daimiel. Tal y como hizo el Criptanense y hoy el Pedroñeras. Los blancos se atascan y el centro del campo no encuentra la salida. Nadie se atreve en banda tampoco con el uno contra uno, y el caracoleo se vuelve demasiado desesperante y fácil de defender para los contrarios. Total, que se vuelve a demostrar que a este equipo le falta chispa, y el único que la tiene, Raúl Martín, está demasiado vigilado porque se sabe de su calidad. Rafa Cortés debutaba en la segunda parte. Lo hizo con ganas, peleó por los poquísimos y malos balones que le llegaban, pero apenas sí tuvo ocasión de destacar.
En fin, decepción en la parroquia local que vio como el Daimiel perdía el primer partido en casa de toda la competición, pero dejando sensaciones muy encontradas por esa falta de ideas, no saber cómo desatascar un partido que empezó como se esperaba y terminó de forma muy contraria a lo que cabía esperar. El Pedroñeras suma en Daimiel su primera victoria a domicilio. No cabe decir que injusta, porque supieron jugar sus bazas ante un Daimiel al que le faltó velocidad y la pizca de suerte que tuvo en otras ocasiones.
Balón al palo de Quesada
Rimun realizó tres cambios en la alineación. dos de forma obligada, Alberto García, sancionado, y Moraga, con cita en el médico, dejaban sus puestos a Dani Gómez, que le echó más ganas en el partido de hoy, pero sin suerte ni en el disparo ni en el desmarque, y a Pedrero. En estos partidos es donde se ve las carencias de laterales en las bandas. Rubio lo intenta y sube, pero no es buen centrador, algo similar a Pedrero. Por tanto, sin bandas, ni desdobles, el balón iba al centro, y ahí la nube de jugadores era tal, que hacía imposible las buenas combinaciones.
No obstante en los primeros minutos Dani Gómez dispuso de una buena opción tras saque de falta que despejó Juli, aunque el balón iba al muñeco, y sobre todo en el minuto 7, cuando Quesada disparó desde lejos y el esférico pegaba en el poste izquierdo de la portería visitante. Fue la mejor ocasión local, y, desde luego, hubiera podido cambiar por completo el panorama. Pero poco a poco, y pese al dominio territorial, se fue viendo las enormes dificultades para llegar con claridad a los dominios de Juli. Las faltas alrededor del área se iban a convertir en fundamentales, pero esta vez, hasta en su defensa el Pedroñeras fue superior. Hubo algunos disparos que rechazaba Juli, algunos barullos, pero poco más. Solo la mejor jugada local, en el minuto 32, en la que fueron protagonistas Francis, Rubio y Jesús, que fue el que de disparó cruzado, enviaba alto por muy poco con Juli batido.
Pero el Pedroñeras también las tuvo, como no, al contragolpe. La mejor venía en el 43, en un centro de Pacheco desde la derecha que no remató al fondo de la portería Óscar porque José Carlos se la quitó milagrosamente. Desde luego nunca se descompusieron los conquenses, ni siquiera cuando Neme, lesionado, tuvo que dejar su puesto a Alcolea en el minuto 37.
Segunda parte muy decepcionante
Si las sensaciones de la primera parte fueron que el Daimiel podía hacerse con el partido con algo más de velocidad y buscando bien la espalda del rival, las de la segunda fueron de impotencia total. Y eso que Astillero salvaba el 0-1 en una bonita palomita a saque de falta de Porras, en el minuto 52. Rimun movió ficha y empezó a sacar todo lo que tenía guardado en el banquillo, incluso jugando con dos delanteros. Pero no por más delanteros se generan más ocasiones si la pelota no se maneja con criterio. Quizá los cambios debían llegar en el centro del campo donde Quesada e Ismael sean demasiado parecidos en su juego y en esta clase de partidos se necesite algo más de creatividad en la zona ancha.
Sin embargo el Pedroñeras a punto estuvo de dar un regalo al Daimiel, en un centro sin peligro, Herrera despeja con la cabeza mal, con Juli fuera del marco, le cae a Raúl Martín que en vez de tirar lo que quiere es meterse hasta dentro pero el control le sale largo y Juli atrapa la pelota. Eso y un disparo duro de Ismael centrado, fue todo lo que hicieron los blancos en este período. Eso fue antes del 0-1, en el minuto 67, en un despeje largo que dejó completamente solo a Charco, que se hizo 30 metros en solitario con el balón y ante la salida de Astillero, le batía.
Se veía venir, como el segundo gol, que tuvo Porras y no lo logró. El Daimiel no hizo méritos para empatar en esos 23 minutos donde fue desesperarnte la lentitud, los toques atrás y la falta de ideas. Es loable querer llegar tocando, es lo que se lleva y lo que gusta, pero ante nueve defensas, o lo haces al primer toque y con rapidez, o estas condenado a morir de aburrimiento, que fue lo que pasó. El Pedroñeras, que se quedó con 10 los minutos de descuento por expulsión de Óscar, jugó sus bazas y las ganó. En el Daimiel por no haber no hubo ni balones a la heróica.
Total, primera derrota en casa de un Daimiel que nunca supo leer el partido y primera victoria a domicilio del Pedroñeras. Tras cinco jornadas consecutivas el Daimiel deja de ser el líder de la competición, y se queda sin marcar por primera vez en la Liga en casa, y por segunda en su totalidad.
FICHA TÉCNICA
0 DAIMIEL: Astillero, Rubio, Pedrero, José Carlos, Bernal (Mochu, min. 69), Quesada, Paco (Raúl Martín, min. 45), Francis (Willow, min. 69), Dani Gómez, Jesús (Rafa Cortés, min. 53) e Ismael.
1 PEDROÑERAS: Juli, Escudero, Neme (Alcolea, min. 37), Cabezuelo, Galindo, Moya (Angelito, min. 89), Porras (Haro, min. 81), Charco, Óscar, Pacheco (Rubén, min. 69) y Herrera.
ÁRBITRO: Alberola Rojas, asistido en las bandas por Barroso Galán y Calvo Rubio. Sin complicaciones. Enseñó tarjetas amarillas por el Daimiel a DaniGómez y Quesada. Por parte del Pedroñeras fue expulsado, por doble amonestación Óscar, en el minuto 90.
GOL:
0-1, minuto 67. Charco.
INCIDENCIAS: Tarde fría pero soleada en el Estadio Municipal. Algo de viento. Unos 300 espectadores en la grada. Presencia de Ángel Eduardo Vera y Fraile, secretario técnico del Daimiel y jugador del equipo en los años 80 respectivamente. Césped irregular y algo blando. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del padre del delegado del Pedroñeras.
LA FOTO DE LA AFICIÓN
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