El frío, la dinámica del equipo y la fecha adelantada al sábado se expresaron en las gradas del Cartagonova, con una asistencia menor a la habitual. Pese a la expectación, hubo tiempo para los pitos al equipo, especialmente tras el 0-1 de Montero al borde del descanso.
El Cartagena salió a esperar al rival agazapado en su campo, salvo Chus Hevia y Sebastián Ribas; ambos futbolistas trataron de intimidar a la defensa jiennense. Y en alguna ocasión lo lograron. El resto, encerrados atrás. Gato corre. Mucho. Pero no atina con los centros. Y Luque. Ay, Luque. La presión del adversario -hasta 5 hombres dificultando la salida de balón- tapaba todas las opciones de entrega a la portería contraria, y hasta el capitán albinegro se vio en la obligación de ceder el cuero a Limones.
El 0-1 llegó al borde del descanso, justo en el minuto 45. Un balón cerradísimo desde el córner lo asistió el exalbinegro Jaime Astrain a su compañero Álvaro Montero, que cabeceó a la red. "¡Bomba, vete ya! ¡Manta", gritaba parte del público al ayudante de Julio Ribas, el uruguayo Domingo 'Bomba' Cáceres. Él y Simón Ruiz se sentaron en el banquillo ante la ausencia de Manolo Palomeque -los papeles del algareño no llegaron a tiempo-.
Ya en el segundo acto varios fueron los intentos locales por empatar el choque. Gato desde la derecha y Sebastián con un cabezazo pusieron ánimo al choque. Sin embargo, lo mejor estaba por llegar. En el minuto 90, el colegiado indicó 3 minutos de añadido. Limones, animado por la grada, subió al saque de esquina, la última jugada. El centro desde la esquina, directo a punto de penalti, provocó el delírio: Limones saltó más alto que su homónimo y asistió a Ramón Arcas, que solo tuvo que empujarla a la red.
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