Es fácil entender que los buenos aficionados estén maldiciendo todo lo habido y por haber. La derrota de su equipo, el CF La Solana, se produjo cuándo, dónde y como menos se podía esperar. El At. Teresiano, un clásico que este año deambula por la categoría con el farolillo rojo colgado al cuello desde el inicio, que no había ganado un sólo partido y había marcado 9 goles en 22 encuentros, ganó a La Solana (un teórico aspirante) por 3-2. No hace falta decir mucho más.
El centrocampista Míchel había
asegurado la semana pasada que la crisis estaba olvidada, que el equipo
era otro y que seguían aspirando a todo. Craso error. Lo de Malagón ha
sido un golpe bajo, no ya al orgullo de los jugadores, sino de la
afición, que es mucho peor. Ni siquiera se jugó para ganar. El mismo
presidente, Ángel Izquierdo, ha reconocido que en la primera parte no se
jugó a nada, "no tiramos a puerta". La derrota final no es más que el
resultado de lo que siembras. El equipo no está bien desde hace varios
meses. Ya dijimos que la ausencia de Néstor no era el problema. Los
datos dicen que La Solana no ha sido capaz de ganar en ningún campo de
los que están abajo, con Néstor y sin Néstor. ¿Aspiraciones? ¿de qué?.
Lo más curioso es que los demás también pinchan y, aunque parezca
rocambolesco, las opciones siguen ahí. Esta liga es una pura
esquizofrenia entre los favoritos. La Solana, sin duda, parece el equipo
más esquizofrénico de todos.
Este martes, Juan de Lara ha pedido ser quien comparezca en rueda de prensa. Todo un símbolo de que algo no funciona.
lasolana.es
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