El Villarrubia se impuso al Atlético Ibañés (2-1), pero esta victoria quedó en un segundo plano tras los lamentables sucesos ocurridos al final del choque. Una agresión a Dachu del portero visitante Zarco, que había subido a rematar un último saque de esquina, fue el detonante de una gran tángana, que acabó con varios futbolistas expulsados y la intervención de la Policía Local. Un triste final para un partido tenso y que puede deparar graves sanciones.
En el aspecto deportivo, el equipo blanquiazul se llevó los tres puntos porque supo aprovechar su dominio en la segunda mitad.
Se adelantaron muy pronto los visitantes, que en el minuto 3 hicieron el 0-1 por medio de Santi con un fuerte tiro dentro del área. Los de Félix Pérez acusaron el golpe y tardaron en hacerse con el control del juego. Poco a poco el Villarrubia fue imponiendo su mayor calidad y en el minuto 25 Miguelín volvió a dar muestras de su clase con un preciso lanzamiento de falta por encima de la barrera que el portero ni vio para hacer el 1-1.
El Villarrubia continuó su acoso y Miguelín botó un córner al interior del área, donde Diego Buitrago saltó por encima de todos los jugadores y de un impecable cabezazo conseguía el segundo tanto para su equipo. De aquí hasta el descanso los blanquiazules se adueñaron del partido, ante un rival favorecido por las decisiones de un colegiado que les permitía un relativo juego sucio.
El Villarrubia se impuso al Atlético Ibañés (2-1), pero esta victoria quedó en un segundo plano tras los lamentables sucesos ocurridos al final del choque. Una agresión a Dachu del portero visitante Zarco, que había subido a rematar un último saque de esquina, fue el detonante de una gran tángana, que acabó con varios futbolistas expulsados y la intervención de la Policía Local. Un triste final para un partido tenso y que puede deparar graves sanciones.
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