No cabe duda que la situación por la que atraviesa el Atlético Daimiel es muy complicada. El conjunto rojiblanco ha conocido su primer descenso de categoría tras su refundación en la temporada 2003/04. Un descenso que, si no se pone remedio, puede venir de la mano de una desaparición total. Ya la temporada pasada hubo un amago importante y si no llega a ser por Ramón Clemente, que se hizo cargo de la presidencia a última hora, el club rojiblanco volvería a ser historia.
En esta ocasión puede volver a pasar lo mismo. Ramón Clemente deja la presidencia porque se ha involucrado en las categorías inferiores del Daimiel, como responsable del Juvenil, y, además, ha asumido la presidencia del TNT Daimiel Femenino. Clemente hizo todo lo posible, hace al menos un mes, para que la fusión total entre Daimiel y Atlético fuese efectiva. La idea era que el Atlético Daimiel pasase a ser un equipo totalmente dependiente del Daimiel CF, y pasase a denominarse Daimiel "B". La idea no cuajó por lo de siempre, nadie se quería hacer cargo, a nivel directivo, del equipo filial.
El presidente del Daimiel, Eusebio Villar, siempre ha dicho que él asumiría la fusión o filialidad, que todavía se puede hacer hasta que falte una semana para el inicio de la Liga, si hubiese gente dispuesta a incrementar la directiva, porque con los componentes actuales es imposible. Pero la realidad es que el Atlético muere lentamente. Ramón Clemente ha llamado a varias puertas para tratar de que el Atlético sobreviva. Él no está dispuesto a asumir otra temporada tan caótica como la recién terminada, donde el Atlético, incluso, no se presentó a jugar en uno de sus compromisos, y en otros fueron con lo puesto.
Necesidad de un segundo equipo
Lo que está muy claro es que el Daimiel CF necesita un segundo equipo donde poder dar salida a los chavales que, en un futuro, puedan jugar en el primer equipo. En ese sentido la experiencia del Atlético Daimiel se ha demostrado positiva. Ha dado salida a multitud de jugadores de Daimiel que, de otro modo, lo hubieran tenido muy complicado el poder seguir jugando al fútbol. Lo que resulta desesperante es que esos chavales sigan nutriendo a equipos a de nuestra provincia y no los sepamos valorar en casa.
Ya se expuso en este blog los jugadores de Daimiel que han jugado la pasada campaña desde Segunda B a Primera Ordinaria. Más de 30. Muchos de ellos, yo diría que alrededor de la decena, podrían jugar perfectamente en Tercera división. Y otros muchos, sobretodo los sub-23, deberían tener cabida en el Daimiel "B". Es la única solución para empezar a fraguar un equipo con mayoría de jugadores locales. Locales de calidad.
La configuración de la plantilla del Daimiel CF para esta temporada demuestra que se sigue confiando poco en la cantera, que lo que se ofrece al jugador local (y no me refiero sólo a lo económico) es poco atractivo, y que el jugador de Daimiel parece tener poco aprecio a jugar en su pueblo, pese a que se le ofrece jugar en Tercera, en cuanto otro equipo le ofrece unos emolumentos "interesantes". De todo hay, y que cada jugador se adscriba a la casuística que quiera.
Pero lo verdaderamente trágico, a nuestro juicio, es que en los últimos diez años no se haya sido capaz de sacar jugadores procedentes del juvenil para el primer equipo. eso es un fracaso de los rectores del Daimiel CF, porque ha dado igual qué entrenador rija los destinos del equipo. Esta temporada son otros siete los chavales que terminan su etapa juvenil: Astillero, Aranda, Negrete, Jesús González, Megi, Velduque y Aarón. Siete chicos de un equipo que ha sido el mejor Juvenil de los últimos 25 años y que ha estado a punto de subir a la máxima categoría del fútbol juvenil español, la División de Honor. Algo tendrá ese grupo, y muy ciegos debemos estar cuando en otros clubes los chavales sí sirven para debutar en Tercera división, mientras que aquí o "no valen" o "no quieren" o, simplemente ni se les llama.
De los siete, solo dos, Astillero y Jesús González, parecen tener segura su participación la próxima campaña. Uno, el primero, en el Daimiel CF, del que es el único jugador local en estos momentos. El otro, Jesús González, tiene una oferta del Daimiel CF, pero también de otros equipos, y tiene que decidir. Lo que está claro es que los otros cinco lo tendrían mucho más fácil si el Atlético Daimiel o un Daimiel B saliera a la palestra la próxima campaña. De momento, nada hay claro, por lo que, una vez más, la alternativa para casi todos los jugadores locales es emigrar a otra localidad o dedicarse al fútbol sala. Por lo que uno se pregunta, dado el poco provecho que saca el Daimiel a los juveniles, y los gastos que generan dos equipos juveniles ¿Realmente el Daimiel tendría equipo juvenil si no fuera por que es obligatorio por jugar en Tercera división? Uno, ya, hasta se plantea estas cosas.
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