Hoy por hoy, el Cartagena se sustenta sobre dos cosas: Limones y 
las jugadas de estrategia. Yendo al grano, estos han sido los dos 
pilares que han permitido a los albinegros sacar un trabajadísimo punto.
 El bloque todavía está blando, aunque siendo justos va dando pequeños 
pasos de mejora. Sin embargo, el equipo portuario no es un producto 
terminado, le falta mucho trabajo para llegar a ser el bloque férreo y 
sólido que se pretende. Y, en ataque, todavía anda algo romo.
Porque la primera parte ha sido bastante mala. Sin conexión, sin 
peligro, sin llegadas claras al área y dejándose dominar de cabo a rabo 
por el filial nazarí. El panorama de estos primeros 45 minutos se 
adivinó desde el minuto 1. Con un buen trato de balón, los locales 
conseguían acular a un Cartagena que trataba de defender ordenado, sin 
exponerse, sin tomar demasiados riesgos. Bien es cierto que se pudo 
observar un equipo más rocoso y sólido que en la primera jornada ante el
 Marbella. Pero no fue suficiente para seguir concediendo oportunidades.
El Granada B dispuso de un reguero de ellas. Los Cuero, Bravo, 
Clifford o Martín asediaron la portería de Limones en más de una 
ocasión. Especial mención para la estirada palomitera del cancerbero de 
Daimiel quien, en la primera mitad, salvó un zapatazo impresionante de 
un delantero granadino. El meta cartagenerista está tocado por la varita
 mágica cuando pisa este rectángulo de juego, y suma otra memorable 
actuación más a añadir a la que tuvo en este escenario la pasada 
campaña. 
Si estamos destacando al portero como el mejor, eso no es 
precisamente buena señal. Más bien al contrario, la dinámica dominador 
del Granada se veía con la continuidad suficiente como para seguir 
llevando el mando del partido en la segunda parte. El Cartagena no 
encontraba los pasillos, no sabía por donde meterle mano a los 
rojiblancos. Los balones colgados a Pallarés terminaban en agua de 
borrajas, ya que la segunda línea no acertaba a darle continuidad al 
juego. El bagaje ofensivo de los albinegros se limitaba a los balones 
parados.
En estas, llegó el gol local. Un centro de Medina rematado por 
Cuero en el primer palo hacía justicia con el Granada B poniéndolo por 
delante. El Cartagena movió banquillo, y dejó a Gato en la punta del 
ataque y, además, dio refresco en el centro con la entrada de Arcas por 
Sergio – el canterano estuvo enfermo esta semana y no se encontraba bien
 – lo que produjo unos tímidos acercamientos. Una jugada individual de 
Migue por izquierda acabó en un córner que a la postre supuso el empate.
 Centro de Luque pasado al segundo palo y el ecijano, libre de marca, 
establecía la igualada.
Así terminó un encuentro en el que el Cartagena encontró oro 
puro. Dominado durante la práctica totalidad del mismo, otra vez la 
estrategia le sirve para pescar un punto en aguas turbulentas.
   ALINEACIONES
   Granada B: Dimitrievski; 
Corozo, Medina, Marcelo, Morante, Boateng (84' Mercado), Bravo, Sergio 
Martín, Cuero (75' Adolfo), Clifford, Peña (45' Nico).
   FC Cartagena: Limones; 
Ceballos, Neira, Tarantino, Germán; Sergio (68' Arcas), Prosi, Luque; 
Gato, Carlos M. (53' Migue), Pallarés (53' Abenza).
   GOLES
1-0, Cuero (60'); 1-1, Migue (78').
   ÁRBITRO
López Puerta, del colegio madrileño. Amonestó a Bravo, Migue y Abenza.
   INCIDENCIAS
2ª jornada de liga en Segunda B (grupo IV). Alrededor de 400 espectadores en el Nuevo Los Cármenes.
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