Con la lógica decepción y rabia por no haber podido ganar ninguno de los dos partidos consecutivos que el Daimiel ha jugado en casa, Francis quería hacer de tripas corazón e indicaba "hay que levantar la cabeza y afrontar con ánimo lo que queda. Cualquiera de los equipos que van por detrás querría cambiarse por nosotros ahora mismo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario