Minuto
93. El equipo busca un gol que no sólo significa el triunfo. Significa
irse de vacaciones de líder. Da igual que sea sea de co-líder. Nadie
daba un duro por el gol, pero el Cádiz tenía claro por que dos jugadores
tenía que pasar el balón para que lo que parecía un milagro se hiciera
realidad. Se sabía incluso antes de que Aulestia cediera el redondo a
Goiko y luego este a Josemi Caballero. El balón tenía que llegar a Óscar
Pérez. Por fas o por nefas es el más indicado, el elegido en esta
plantilla para meter esos pases entre líneas que parece juego de niños
cuando se trata de otros equipos, de otras divisiones.
Oscar
Pérez recibió y como buen pelotero, también tenia claro a quien tenía
que buscar. A Dioni Villalba, y no solo porque está en racha, que lo
está, sino porque tiene ese instinto matador, de definición, que poco a
poco está destapando. El malagueño apenas necesitó controlar para
perfilarse con su pierna derecha y poner el balón muy lejos de Limones.
Sólo eso, sólo esa jugada, sirvió a Dioni Villlalba para meterse su
tercera arroba en el bolsillo, después de que ante el San Roque de Lepe
también se llevara la segunda de la temporada.
Cadistasfinos.com
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