El Daimiel empata de penalti en el 88, aunque mereció marcar mucho antes ante un Almagro que acabó con nueve (1-1)

Muñoz Hervás es de esos árbitros, como Zafrilla Jiménez, en los que uno va predispuesto a ver cualquier cosa. El Daimiel CF no tiene especiales malos recuerdos de este colegiado, pero es verdad que no es muy bien recibido en diversos campos por los que va. Es lo que tienen los sambenitos. Si te sale bien, no pasa nada. Si sale, mal... ya se sabía. El Almagro-Daimiel era un partido complicado de pitar, esa es la verdad, porque los dos equipos se jugaban mucho. Honestamente, creo que el árbitro, sin hacer el partido de su vida, no estuvo tan mal, porque la jugada polémica, la del penalti, desde la posición que ocupaba en la grada, pareció claro. Se protestó mucho y vinieron las tarjetas, pero, tal y como le sucedió al Miguelturreño, en ese caso con Corredor Dotor, no se puede estar todo el partido haciendo aspavientos y protestando, y desde luego, no cuando se ha tomado una decisión que va a ser inamovible y tienes un árbitro, que según se decía, te la puede liar si le protestas.

Pero es lo que hay. Cierto es que el Almagro vio más tarjetas que el Daimiel, pero casi todas vinieron a raíz de la jugada del penalti, por cierto pitado en el 85 y lanzado en el 88, y siempre por protestar. La actitud del banquillo local, dando golpazos al propio banquillo, delante del asistente, tampoco ayudaba a calmar los ánimos. El Almagro se quejaba de un penalti a Chule, pero en esa jugada José Carlos dio al balón clarísimamente con el asistente perfectamente situado.

Así pues, empecemos por el final. En el minuto 85, Paco se mete en el área con extraordinaria velocidad, pleno de fuerza y fe, entre Ramírez y David. Ninguno de los dos llega al cruce e, insisto, desde la grada, David arrolla al jugador visitante que encaraba a Alberto. Penalti y amarilla para David, que era la segunda, y por lo tanto, expulsión. Las protestas no se hicieron esperar. Jugadores de campo, de banquillo, técnicos y público. Poco a poco la bola iba creciendo, por lo que Muñoz Hervás tuvo que amonestar, de seguido y por este orden, a Ramírez, Yiyo, Chule (el del Almagro, que estaba ya en el banquillo), Darío, entrenador local, y Pedro. Todas por dirigirse al colegiado, se supone que en términos no demasiado amigables, y después del gol de Chule, el portero suplente del Almagro, Paquito, también veía otra amarilla.

Poco descuento
Con el 1-1 en el marcador y el Almagro con nueve hombres, el Daimiel se lanzó al ataque total, en busca del segundo, que con anterioridad se había merecido. Alberto García la tuvo por dos veces, en una se topó, una vez más, la mala puntería evitaba la remontada. Pero el descuento duró sólo 5 minutos. Y digo "sólo" porque tras el maremagnum del penalti se fueron 3 minutos, y anteriormente el partido estuvo parado cerca de cinco minutos por lesión de David, que cayó al suelo de repente en el minuto 65, dando un susto a los asistentes. Luego, cuando se levantó, le echó la culpa a un codazo que absolutamente nadie, ni vimos, ni se protestó.

Pero Muñoz Hervás debió pensar que lo mejor era acabar pese a que el Daimiel estaba volcado en ese segundo tanto que le daría el triunfo que por ocasiones, mereció. El Daimiel fue dueño y señor de la segunda mitad y desperdició claras ocasiones de, primero empatar y luego dar la vuelta al resultado, pero la falta de puntería y tres paradones antológicos de Alberto, el mejor, sin duda, de su equipo, obligaron a esperar hasta el minuto 88 para ver empatado el partido. El Almagro dispuso de muy pocas ocasiones en todo el encuentro, sólo tres. Una de ellas fue el golazo de Pedro.

Primera parte con el Almagro más metido
La primera parte no fue buena para el Daimiel. Con un juego demasiado lento no encontró la manera de llegar a los dominios de Alberto. Únicamente a balón parado parecía que le podía hacer daño a los encajeros. El único disparo de los blancos fue de falta directa de Moraga, que despejó de puños Alberto en la primera actuación de mérito. El Almagro se mostraba más incisivo, sobre todo más rápido en un terreno de juego que estaba muy rápido porque fue regado con profusión antes del partido.

El gol local llegaba a la salida de un córner, tras buena volea de Luis Paz que pegaba en un defensa y se iba a córner. El propio Luis Paz lo sacaba y Pedro, en el segundo palo, viniendo desde atrás remata en plancha marcando un golazo de imponente testarazo. Corría el minuto 30 y mal se ponían las cosas para los blancos. No hubo reacción visitante, que no controlaba el balón en el centro del campo, mientras el Almagro bajó el pistón y se dedicó a controlar la situación. Sin más se llegaba al descanso.


El Daimiel embotella al Almagro
La segunda parte fue radicalmente distinta. El Daimiel salió decididamente a por el partido. Buscó la llegada directa y encontró un filón en los balones aéreos, donde el Almagro no se encontró a gusto en ningún momento. Nada más comenzar el segundo período, Alberto realizó una parada de antología a un remate de Raúl Martín que se colaba sin remisión. Era el tercer remate de los blancos en la misma jugada. Se jugaba en el campo del Almagro, al que le costaba salir de la cueva. Las faltas cerca del área se repetían con asiduidad, y cada una de ellas era un agobio para los locales, si bien los lanzamientos directos no veían los tres palos.

En el 56, Rafa Cortés remataba el primero de los dos balones que, con la cabeza, estuvieron a punto de ser gol. Sobre todo el segundo, en el 61, en una falta magistralmente botada por Raúl Martín. Eran los mejores minutos visitantes que ejercían una presión agobiante. El público local, muy animoso y con buena entrada con muchos aficionados de Daimiel, alentaba a los suyos porque veía que el empate llegaba. Antes de ese segundo remate de Rafa Cortés, donde alguno llegó a cantar gol, Raúl Martín se encontró con un balón de ensueño dentro del área, pero tiró a colocarla y se le marchó alto ante la desesperación de los visitantes.

Alberto, en plan figura
Alberto, verdadero artífice del punto conseguido por el Almagro, seguía dando un recital cuando sacó un balón a Rafa Cortés en el palo corto con una demostración de reflejos tremenda, o a un remate de chilena de Jesús, otra soberbia parada, que fue anulado por juego peligroso. El desvaneciminto de David cortó el ritmo a los visitantes y el Almagro aprovechó para coger aire. Pero otra circunstancia fue aprovechada por el Daimiel para darle una marcha más al partido. Jorge, que había sufrido bastante en su banda, llegó tarde a un balón y se llevó por delante a Aarón. Segunda cartulina y expulsión. Quedaban 21 minutos y el empate, o más, era posible.

Justo después de la expulsión llegaba otra soberbia parada de Alberto. Jesús lanzó un auténtico obús a la escuadra izquierda del meta. Este voló literalmente, pero no solo para despejar el esférico sino para hacerse, a dos manos, con el balón. Un paradón en toda regla recibido con enorme ovación por la parroquia local.

La desesperación parecía llegar al Daimiel que veía que a pesar del dominio, era imposible batir la portería local. Los blancos estaban volcados y los contragolpes podían ser peligrosos. En uno de los pocos que cuajaron, Salva lo llevó fatal, porque era un tres para dos y en vez de dársela al compañero optó por la jugada personal, frenando el contragolpe, dando tiempo a la defensa a colocarse y perdiendo la ocasión de apuntillar, que acabó en córner, el único que botaron los locales en el segundo tiempo. Poco después fue sustituido. El único disparo a puerta del Almagro, en la segunda parte, llegaba en el minuto 80, en una falta que botaba Luis Paz y que Maxi detuvo en dos ocasiones.


El penalti y alguna ocasión más
Después llegaba el penalti que, insisto, desde mi posición, justo en la línea divisoria de ambos campos, pareció claro, con una internada de Paco que se mete entre dos defensas y cae, mientras el balón sigue su curso. Chule no perdonó y el Almagro se descentró. Hubo tiempo para dos disparos más, ambos de Alberto García, con muchísima intención y de nuevo escaso acierto, y un descuento que, honestamente, se quedó muy corto, 5 minutos, para el tiempo que se perdió en las dos jugadas mencionadas.

El Daimiel se va al 2012 como segundo en la tabla, porque el empate supone perder el liderato. Pero se puntuó en un campo muy complicado donde, sin ir más lejos, el nuevo líder, Ciudad Real, cayó en su día. Ante un rival hípermotivado por aquello de que le visitaba el líder y porque quería mantener a toda costa la imbatibilidad en casa. Es un buen punto, trabajado e importante ante un rival que jugó a un fortísimo ritmo, que mantiene al Daimiel arriba y con la perspectiva de jugar ahora dos partidos consecutivos en casa, ante Piedrabuena y Mota del Cuervo. Queda mucha tela que cortar en una competición que va ser una auténtica caja de sorpresas hasta el final.

FICHA TÉCNICA
1 ALMAGRO: Alberto, Marcos Rincón, Jorge, Ramírez, David, Pedro, Luis Paz (Adrián, min. 93), Sergio (Yiyo, min. 62), Salva (Ángel, min. 73), Álex (Tomás, min. 54) y Chule (Jaro, min. 77).

1 DAIMIEL: Maxi, Aarón, Moraga, José Carlos, Dachu, Chule, Francis (Alberto García, min. 67), Ismael, Rafa Cortés, Jesús y Raúl Martín (Paco, min. 77).

ÁRBITRO: Muñoz Hervás, asistido en las bandas por Aguado Gutiérrez e Imedio Baladrón. Había predisposición para la crítica, pero no lo tuvo fácil en un complicado partido. No estuvo tan mal como se quiere hacer ver. Enseñó tarjetas amarillas por el Almagro a Álex, Ramírez, Yiyo y Pedro. Del banquillo amonestó a Chule (había sido sustituido), Paquito (portero suplente), el Delegado y el entrenador, Darío. Expulsó, por doble amonestación, a Jorge, minuto 69 y a David, minuto 85. Por el Daimiel la vieron Rafa Cortés, Aarón y Chule.

GOLES:
1-0, minuto 30. Pedro.
1-1, minuto 88. Chule, de penalti.

INCIDENCIAS: Campo de Fútbol "Manuel Trujillo". Muy buena entrada, unos 400 espectadores, con mucho público de Daimiel. Tarde fría y césped artificial muy rápido por, quizá, demasiado riego. Megafonía a un volumen absolutamente ensordecedor, que hizo complicada, incluso, la realización de las entrevistas.