Limones fue el mejor del Puertollano en Sevilla, a pesar de encajar cinco goles

Ronco, cabreado, cariacontecido y decepcionado compareció Manolo Zúñiga el pasado domingo en la ciudad deportiva del Sevilla. El escenario era único dado su pasado sevillista y las condiciones muy óptimas. Pero algo ocurrió para que el CD Puertollano no diera la talla en tierras sevillanas. Unos dicen que fue falta de ambición, otros que falta de humildad y algún jugador hasta se atrevió a decir que fuera de casa el equipo es demasiado valiente.
 
Si fuera este último caso, habría que destacar que por lo menos gana o pierde con sus ideas. Lo que pasa es que lo ocurrido el domingo rozó el despropósito. Una jugada a balón parado fue el motivo para encajar el primer el gol, pero el segundo tanto terminó por desquiciar a todo un equipo salvo a Limones que, gracias a sus reflejos, el Puertollano no perdió diez a cero. Tal cual. Una polémica jugada fue el motivo para irse totalmente del partido. El juez de línea levantó la bandera y anuló el gol y el árbitro seguía en sus trece de dar el gol por válido. Suficiente para dimitir del choque. Pese a la valentía de Zúñiga de jugar con tres defensas y meter todo arriba, nadie pudo acortar distancias y sí suicidarse a la contra encajando otros tantos goles.

Reflexión
Después de lo sucedido, Manolo Zúñiga pidió al vestuario una semana de reflexión, una semana para pensar si un equipo tan ambicioso y que quiere estar arriba como el Puertollano se puede venir abajo por una jugada polémica. También se refirió el míster a la “falta de humildad en defensa” que propiciaron los goles.
 
Por lo tanto, el tópico de pasar página no quería escucharlo el entrenador y quería ver y corregir todos los errores para que no vuelvan a suceder. Mientras tanto, la plantilla reconoció haber jugado el peor partido del curso y señaló el partido del Cádiz como crucial de cara a las aspiraciones de play off. Una victoria les metería arriba, pero una derrota podría significar descolgarse por Navidad.

Vuelta al trabajo
En la jornada de ayer, la plantilla industrial regresó al trabajo para preparar el difícil partido frente al Cádiz, un equipo que llegará más cansado que el Puertollano dado que ayer jugó partido de Copa del Rey frente al Valencia. Zúñiga pedirá a sus pupilos concienciarse a tope y ponerse el mono de trabajo para plantar cara a uno de los gallitos de la categoría y hacerse con los tres puntos. 

Refiriéndose a esta semana de trabajo, Zúñiga dijo que “toca recuperar la motivación y la ambición”, dejando claro que esta semana habrá que trabajar más la psicología que la pizarra.
 
El club recibirá respuesta en la jornada de hoy acerca de si le quitan la amarilla a Sergio Molina para poder disputar el partido del domingo. El que sí estará con total seguridad será Raúl Aguilar, tras cumplir un partido de sanción.

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