Aún con el golpe del anuncio de la marcha de Juanpe al Torrevieja, después de que se juegue el partido en Tomelloso, eso sí, parece que el sino del Daimiel es vivir continuamente en el sobresalto. Y no es que se le achaque nada a Juanpe, que está en su derecho de emigrar a un club con aspiraciones y donde se cumplan sus pretensiones, más al contrario, hay que agradecer que haya estado, como todos, dándolo todo prácticamente hasta el último día del cierre del plazo de fichajes. Pero sí que esta marcha ha supuesto cierta desazón por la valía del futbolista y porque era uno de los valuartes del equipo.
Pero es lo que hay. El Daimiel ha sufrido una brutal reconversión en las últimas fechas, económica y de jugadores, por lo que ha sorprendido menos una decisión que ni los propios compañeros de Juanpe sabían en la mañana de ayer. Hoy será su último partido como jugador del Daimiel. Por lo tanto no es una baja inminente para Rimun que quiere fichar a alguien en las apenas 24 horas que quedan para el cierre definitivo de los fichajes.
En cuanto Juanpe deje de pertenecer al club, serán 18 los jugadores de la primera plantilla. Rimun quiere un centrocampista o un delantero porque piensa que la defensa la tiene cubierta. Será difícil, por la situación económica y por la premura de tiempo, pero se va a intentar. Todo sea por tener un número adecuado de jugadores en plantilla y utilizar los menos juveniles posibles.
Cuatro caras nuevas
Para esta tarde Rimun sólo tendrá que convocar a un juvenil, Dachu, que realmente ya ha pasado a la primera plantilla por cuanto será su octavo partido consecutivo con el primer equipo. Las bajas son las conocidas por sanción de Quesada y Armindo y las de los lesionados Paco y Corbacho, quien finalmente no va a poder ser de la partida. Corbacho podría haber forzado, pero dadas las circunstancias, y que ya hay futbolistas para realizar una convocatoria, se ha preferido reservarlo para el partido de casa ante La Gineta.
Cuatro caras nuevas
Para esta tarde Rimun sólo tendrá que convocar a un juvenil, Dachu, que realmente ya ha pasado a la primera plantilla por cuanto será su octavo partido consecutivo con el primer equipo. Las bajas son las conocidas por sanción de Quesada y Armindo y las de los lesionados Paco y Corbacho, quien finalmente no va a poder ser de la partida. Corbacho podría haber forzado, pero dadas las circunstancias, y que ya hay futbolistas para realizar una convocatoria, se ha preferido reservarlo para el partido de casa ante La Gineta.
Así pues de los 19 en plantilla, 15 son los que están disponibles más el juvenil Dachu. A esta cantidad de convocados se ha podido llegar por la recuperación de Carlos García, y por los fichajes de Carlos Pozuelo (Manzanares), Dani Crognale (Bolañego), Alberto García (Toledo B) y Aarón (Argés). A buen seguro tendrán sus minutos en Tomelloso. La posible alineación que presente Rimun sería la compuesta por Ruiz Caba en la portería, Fran Blasco, Juanpe, Carlos García, Noel y Heredia en la defensa. Valdivia, Dachu, Negrete y David López en el centro del campo y como único delantero, Domínguez. Para el banquillo quedarían Astillero y los cuatro fichajes, Carlos Pozuelo, Dani Crognale, Alberto García y Aarón.
No cabe duda de que la semana ha sido tranquila y sólo alterada por la marcha de Juanpe. La moral esta alta pero Rimun no quiere euforias. Sabe que ahora no se les puede pedir ganar todos los partidos. Su filosofía es afrontar los partidos conforme vienen y tratar de arañar todos los puntos posibles. Tomelloso siempre ha sido una plaza difícil, pero esta temporada ha sido asaltada en tres ocasiones, siempre por 0-1, y por rivales de no mucho renombre, Mora, Socuéllamos y Piedrabuena. Además el Hellín también logró sacar un empate a uno. Los de Loren han ganado, eso sí, sus últimos dos compromisos caseros, ante Carranque e Illescas, el actual líder, dos de los equipos punteros de la categoría. Aunque vienen de perder por la mínima en Hellín.
Sin ganar fuera de casa
La victoria la semana pasada ante el Marchamalo supuso un subidón de moral importante en los daimieleños. Ahora es una oportunidad de demostrar si aquello fue casualidad o, por el contrario, el equipo puede seguir mirando de reojo la posibilidad de una permanencia, que, honestamente, se antoja remota. Pero en esto del fútbol, torres más altas han caído.
Sin ganar fuera de casa
La victoria la semana pasada ante el Marchamalo supuso un subidón de moral importante en los daimieleños. Ahora es una oportunidad de demostrar si aquello fue casualidad o, por el contrario, el equipo puede seguir mirando de reojo la posibilidad de una permanencia, que, honestamente, se antoja remota. Pero en esto del fútbol, torres más altas han caído.
El Daimiel va con el ánimo de jugar sin presión, sabiendo que cualquier resultado vale. Lo importante es que se de una imagen de compromiso como ante el Marchamalo y que si se pierde, sea con las botas puestas. Los blancos no han ganado ni un solo partido fuera de casa en lo que va de Liga. Es más, en Tercera división, nunca se ha ganado en Tomelloso. Lo más, un empate. Así que, ahora no se le va a exigir a Rimun y los suyos lo que otros no pudieron conseguir. La intención es sumar, lógicamente, pero con los pies en el suelo y sabiendo muy bien las limitaciones que tiene un equipo que se ha agarrado de forma clara a la humildad.
El partido comienza a las 16.30 y será arbitrado por Muñoz Mayordomo.
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