Este Daimiel tiene pinta de JASP: Jóvenes, Aunque Sobradamente Preparados. El once inicial que dispuso Rimun el pasado domingo ante el Albacer tenía una media de edad que sobrepasaba, por muy poco, los 23 años. Concretamente 23,3. Esto quiere decir que el conjunto daimieleño, más concretamente su jugadores, tienen un futuro bastante importante si el bloque se mantiene.
El benjamín del once inicial fue Rubio, que jugó el partido con 19 años, si bien el pasado día 4 de octubre cumplía los 20. El mayor de todos, Quesada, 29 años. Entre medias gente muy joven, sobre todo en portería y defensa, con Astillero (21), Pedrero (20), Fernando (23), José Carlos (25) o el propio Rubio (20). Una portería y una defensa que es la menos goleada del grupo, con sólo dos goles en contra en seis partidos. Lo que indica que juventud no está reñida con contundencia ni con saber estar en una categoría con campos muy complicados como es la Regional Preferente.
En el centro del campo nos encontramos al más veterano, Quesada (29), que es también el jugador que más temporadas lleva en el Club, ya que cumple su sexta campaña con el conjunto blanco. Junto a él, Ismael (24) y Jesús en la media punta, un jugador con gran proyección a sus 21 años. Willow (26) y Alberto García (21) fueron las bandas. Mención especial a este jugador que la temporada pasada no jugó en ningún equipo y en la actual está dando un rendimiento más que aceptable. Y arriba, el pichichi del equipo con 4 goles, Dani Gómez (28). En definitiva un equipo joven, pero con experiencia y, sobre todo, con mucha hambre de conseguir cotas importantes.
"Ocho más uno" jugadores locales
Y si el hecho de que el once inicial frente al Albacer era bastante joven, dato importante, no lo es menos el decir que de los once iniciales, ocho eran jugadores locales. Pero es que hay que significar que esos ocho resultan ser los más jóvenes de todos: Astillero, Pedrero, Fernando, José Carlos, Rubio, Ismael, Jesús y Alberto García. Ninguno es mayor de 25 años.
Bien es cierto que a estos ocho podríamos añadirle, como local, a Quesada, lo que nos dejaría en sólo dos jugadores foráneos los que salieron al césped en el once inicial ante el Albacer, los toledanos Willow y Dani Gómez.
Total, que la afición tiene suficientes motivos para alegrarse de la marcha del equipo. Sin lanzar las campanas al vuelo. Sin aventurarse a pensar más allá del siguiente partido. Con la humildad y el trabajo por bandera, como hasta ahora. Pero con la satisfacción de que, hasta el momento, el trabajo está dando sus frutos. Ya el pasado domingo la afición empezó a dar señales de vida. Es de esperar que ante el Motilla, equipo recien ascendido, el domingo a las doce la grada presente todavía mejor aspecto.
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