domingo, 21 de febrero de 2010

El Daimiel perdona al Hellín (1-2)

Dolorosa derrota del Daimiel CF por lo injusto de la misma. Los de Rimun perdonaron clarísimamente a su rival que se impuso por su enorme pegada en dos mazazos puntuales, aunque los hellineros demostraron gran calidad individual y mucho peligro en las acciones a balón parado, que fue como vinieron los goles. Es para verlo porque si no, no se cree. Galisteo, en tres ocasiones, y la mala puntería, con todo a favor, en otras tantas, son muchos regalos para un conjunto de la calidad individual del Hellín.

Los de Rimun desplegaron un buen fútbol en ocasiones, tratando de tocar en el centro del campo, e incluso llegar por banda, casi siempre la derecha. Lo cierto es que en la primera mitad, los hellineros no sabían, por donde les venían los jugadores locales, que ganaban la espalda a la defensa azul, lo mejor de este equipo, a priori, y generaban ocasiones.

Pero el Hellín ha encontrado a un incansable Casiano, que es un peligro cada vez que coge el balón, sobre todo en carrera. Eso y el balón parado fueron las bazas de los de Juan Arsenal. El Daimiel perdonó demasiado y ante equipos como el Hellín, eso se paga con la derrota.

Noel, al banquillo
Rimun tuvo que dejar a tres hombres fuera de la convocatoria (Negrete, David López y Heredia) porque finalmente contó con el juvenil Dachu, que volvió a realizar un buen partido. Pero la gran novedad fue ver a Noel en el banquillo. Aarón ha demostrado al técnico que puede jugar, y poco a poco se ha ganado el puesto. Con un 4-4-2 planteaba Rimun el encuentro frente al 4-2-3-1 del Hellín.

Todo pudo cambiar en el primer minuto de juego. Iba a ser el preludio de lo que luego sucedería, y es que Israel, lamentablemente, no tuvo su tarde cara a portería. El canterano, que jugó en punta junto a Valdivia, rompió el fuera de juego y se plantó ante Galisteo. Pero se entretuvo y su disparo tocó en Jonás que retornaba a la desesperada. Pero el Daimiel tuvo tan mala suerte que hasta el rechace le daba en Corbacho, y el esférico, con Galisteo batido, se iba fuera lamiendo el poste izquierdo de la portería.

No quedaba ahí la cosa, porque un mal despeje de Galisteo, fuera de su portería, lo interceptaba Quesada, que conforme le venía lanzó a la meta y allí es de nuevo Jonás el que saca bajo palos. Esto fue óbice para que Arsenal saliera como un resorte de su banquillo y empezara a recriminar la actitud de los suyos que se estaban viendo superados por el Daimiel.

El Hellín despierta
Poco a poco el Hellín va cogiendo el sitio e imprime un fuerte ritmo al choque. El terreno de juego, muy rápido pero que había asumido muy bien toda el agua caída, hacía que el partido fuera frenético. Se notaba que el Hellín venía a Daimiel a por los tres puntos. Una derrota les ponía en serios apuros de cara a la permanencia. Así, llegaba la primera aproximación hellinera. Un disparo desde fuera del área de Macías, ajustado a al palo que Astillero desvía a córner por seguridad. Era el primero del partido, a la derecha del meta, lo botó Ciro y Casiano remató impecablemente con la cabeza al fondo de las mallas.

El jarro de agua fría era grande. El Hellín había conseguido lo que se propuso en prácticamente su primera acción atacante, y el Daimiel se veía por debajo en el marcador por primera vez en el Nuestra Señora del Carmen. Pero los de Rimun no se amilanaron. Trataron de ir a por la igualada y llegó escasos cuatro minutos después del gol visitante. Fue de forma muy parecida. Primer córner que saca el Daimiel, a la derecha de Galisteo, lo bota Valdivia y Carlos García, de cabeza, remata de forma inapelable. El Daimiel empataba con la misma moneda.

El Daimiel perdona demasiado
Pero el gol del empate sentó mucho peor al Hellín, que el anterior hellinero al Daimiel. Los blancos, espoleados por el tanto y el público, se lanzaron a la portería de Galisteo. Empezaron a llegar las ocasiones de las denominadas claras e infallables. Así, en el minuto 20, una jugada ensayada habilita a Armindo que centra al segundo palo, allí aparece Israel que controla y con toda la portería para él, tira demasiado cruzado cuando el público ya cantaba gol.
La fortuna empezaba a ser demasiado esquiva con un equipo que estaba derrochando un esfuerzo tremendo en el centro del campo y frenando a Casiano, la única referencia válida del Hellín.

Galisteo salva a su equipo
Con ese forcejeo en el centro del campo se producen dos ocasiones de auténtico oro en el minuto 38. Primero es Corbacho el que se interna en el área y se saca un durísimo disparo cruzado que despeja Galisteo como puede, la pelota le cae a Israel, a portería vacía, pero le da con la espinillera y la ocasión se pierde, ante la atónita e incrédula mirada del público. Pero es que segundos después, otro balón en profundidad, y otra vez que Israel se planta ante Galisteo. Este sale a la desesperada, Israel chuta con todas sus fuerzas, pega un poco en el meta y el balón se estrella en el larguero.

Desde luego que no se daba crédito a lo que se veía, porque el Daimiel estaba haciendo méritos para mucho más de lo que obtenía. Pero lo que son las cosas, justo antes del descanso, Casiano atrapó un balón unos cinco metros más allá de la frontal, se dio media vuelta y agarró un zapatazo que se estrelló en el larguero, botóo en el césped y no fue gol de milagro.

Golazo de Jonás
Con un increíble empate a uno se llegaba al descanso. Pero la mala fortuna blanca, y enorme pegada visitante, se iba a poner de manifiesto a los tres minutos de la reanudación. Una falta peligrosa, en el pico del área a la derecha de Astillero, fue ejecutada de forma magistral por Jonás que puso un auténtico obús en la escuadra izquierda de Astillero. El gol fue enormemente celebrado por los jugadores del Hellín, que sabían como estaban sufriendo para sacar adelante el partido.

A partir de ahí la consigna de Arsenal, que desde el 41 veía el partido desde la grada por expulsión, era clara. Esperar atrás y salir a la contra. El dominio del Daimiel legó a ser abrumador, pero faltó esa pizca de calidad técnica o desborde por banda, sobre todo la izquierda, para abrir aquel cerrojazo manifiesto. Que ya es tremendo que todo un Hellín, con la plantilla que tiene, esté a merced del actual Daimiel.

Galisteo otra vez protagonista
De todos modos el portero visitante salvó a su equipo una vez más cuando en el minuto 52 un córner botado por Valdivia era rematado de tremendo testarazo por Fran Blasco y el portero del Hellín se quitó el balón de encima como pudo, salvando el gol de forma milagrosa, porque hasta el rechace del meta, parecía que se metía.

No había forma de perforar la meta visitante, porque cuando la pelota no quiere entrar parece que todo se pone en contra. El Hellín empezó a contragolpear con peligro, como en el 62, donde Astillero hizo una fenomenal parada a disparo de Chule. Pero el verdadero peligro hellinero, aparte de que nunca dieron un balón por perdido, venía en las faltas y córneres, debido a su envergadura y potencia.

El Daimiel siempre porfió por el resultado y, tal y como pasó en Tomelloso, Dani Crognale tuvo una inmejorable ocasión cinco minutos después de saltar al terreno de juego. Valdivia le dejó un balón de oro dentro del área y sin oposición, Galisteo volvió a salir a la desesperada, pero esta vez Dani Crognale ajustó tanto el balón a la cepa del poste que salió lamiendo la madera. Una vez más la afición se tiraba de los pelos.

El show de Arsenal…
Esta jugada motivo que el entrenador hellinero, saltara fuera de la grada para recriminar a los suyos, por lo que se ganó la bronca del respetable. El técnico se encaró, el árbitro lo vio y ordenó al Delegado que el técnico se marchara a la zona de vestuarios. Lo que pasa en estos casos, que si no me voy, que si la Guardia Civil, que si un aficionado del Hellín se mete por medio… total, al final Juan Arsenal se marchó a la zona de vestuarios junto a jugadores visitantes que no participaban del partido. La última opción daimieleña fue un disparo lejano de Quesada, que se perdió un pelín alto, ante el exceso de vista de Galisteo.

… y la antideportividad hellinera
Hubo tiempo para una polémica absurda, en el minuto 92, cuando el jugador hellinero Barrero cayó en el círculo central y sus compañeros hicieron ademán de echar el balón fuera. Quesada e Israel quedaron atendiendo a Barrero, pero Macías, en vez de echar el balón fuera, como parecía que iba a hacer, lo que hace es entregárselo a Rafica, que se va solo ante la quietud blanca y cede a Rubio en inmejorable posición pero no marca porque le da fatal al balón. Una bronca monumental y muchas recriminaciones por parte de los jugadores blancos al Hellín.
El acceso a los vestuarios tampoco fue muy ortodoxo. Hubo sus más y sus menos y algún acto desagradable. Es posible que, según lo que exponga el colegiado en el acta, haya algún jugador sancionado al igual que Arsenal por su actitud provocativa cuando estuvo en la grada.

FICHA TÉCNICA
1 DAIMIEL: Astillero, Aarón (Carlos Pozuelo, min. 74), Armindo, Carlos García, Fran Blasco, Dachu (Dani Crognale, min. 59), Quesada, Israel, Domínguez, Valdivia y Corbacho.

2 HELLÍN: Galisteo, Agustín, Jonás, Barrero, Casiano (Juanan, min. 85), Ciro (Juanma, min. 74), Rafica, Macías, Chule (Rubio, min. 66), Felipe y Pepelu.

ÁRBITRO: Martín Serrano, asistido en las bandas por Rodríguez Moreno y Martín Puebla. Extraordinario arbitraje de la terna toledana. De lo mejor de las últimas temporadas. Enseñó amarilla por el Daimiel a Corbacho y por el Hellín a Rafica y Felipe. Expulsó al entrenador del Hellín, Juan Arsenal, en el minuto 41.

GOLES:
0-1, minuto 13. Casiano.
1-1, minuto 17. Carlos García.
1-2, minuto 48. Jonás.

INCIDENCIAS: Campo de Fútbol Nuestra Señora del Carmen. Unos dos cientos espectadores en la grada. Media hhora antes de comenzar el partido cayó un enorme chaparrón que dejó el césped artificial muy rápido.

LA FOTO DE LA AFICIÓN

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