jueves, 1 de marzo de 2012

Entre pillos anda el juego


Con la presión metida en el cuerpo después de la victoria previa del Daimiel, el CD Ciudad Real tiró de astucia para golear, de forma merecida, a un pobre Munera. Como el fútbol es para pillos y el Dépor cuenta con dos muy evidentes, Paco y David Martín, el Dépor salió rotundamente airoso de una cita que le mantiene a un punto del líder daimieleño, al que visitará el próximo domingo. ¡Ahí es nada!

Ese dúo Paco-David Martín gestó el triunfo de los capitalinos. Ambos son los jugadores más determinantes, las almas de los azules y, por supuesto, los más listos. Corría el minuto 15 cuando el colegiado decretó una clara cesión al portero dentro del área del Munera. Unos jugadores visitantes bajaron los brazos, otros se dedicaron a protestar y otros a pensar en las musarañas hasta que, de repente, se encontraron con el 1-0 en el marcador. David Martín había sacado rápido la falta para que Paco la empujara al fondo de la red.
Esa acción abrió un encuentro que tuvo una primera mitad embarullada y sin fútbol y una mejor segunda en la que sólo existió un equipo, el Deportivo Ciudad Real, que mejoró su imagen y goleó a su rival a base de insistencia y de llegada.


Lo que dejó claro una vez más el partido fue que Paco es la pieza clave en el ataque de los de Javi Hernández. El ariete marcó dos goles y participó en casi todas las jugadas ofensivas del equipo. Cuando Paco coge la pelota el conjunto azul encuentra el hueco en la defensa del rival, a lo que se une su talento en la definición. Prueba de ello fue el 2-0 conseguido por el delantero en el arranque de la segunda parte: una vaselina perfecta que dejó al meta del Munera impotente en su salida.


Con ese 2-0 el Deportivo desplegó su juego más ágil en el ataque. Quitadas las losas de la obligación de ganar, los de Javi Hernández superaron con un buen fútbol a un Munera herido de muerte y que no tuvo poder de reacción. Los albaceteños dejaron una pésima imagen sobre el césped del Estadio Rey Juan Carlos I, aunque, eso sí, gozaron de la primera y clara ocasión del choque a los seis minutos, pero Quillo disparó fuera el balón y, también, las posibilidades de su equipo de sacar algo positivo. Sólo al final, y ya con el 4-0, el Munera hizo trabajar a un Orozco que fue, hasta entonces, un mero espectador.


A esa fiesta del segundo tiempo local se apuntó Arroyo,  suplente en el partido y que simplemente empujó un pase de gol de Alberto. También marcó David Martín, con un definitivo tanto que llegó de un claro penalti cometido sobre el delantero César. El capitán lanzó con tranquilidad y astucia la pena máxima, de la misma manera que había servido a Paco el primer gol que abrió la victoria. El CD Ciudad Real apeló a sus jugadores más pillos para golear al Munera y subir su autoestima de cara al grandioso duelo de este próximo domingo. El Daimiel ya le espera..


lanzadigital.com

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