lunes, 5 de abril de 2010

El Daimiel pierde de penalti y jugando con diez desde el minuto 29 (0-1)



El equipo menos goleador del grupo, el Daimiel, se enfrentaba al menos goleado, Talavera. Dicho así, parecía un imposible que el Daimiel puntuara ante un equipo que busca denodadamente su clasificación para la Fase de Ascenso a Segunda B. Si a eso le unimos que los de Rimun se quedaron con diez jugadores en el minuto 29, la cuestión se antojaba muchísimo más complicada. Pero los jugadores blancos sacaron la casta y el pundonor. Aguantaron al Talavera en la primera mitad, cuando más y mejor jugó, y en la segunda trataron por todos los medios conseguir el empate. Hubo alguna opción, lo que demuestra la casta de estos jugadores y la justa ovación con la que la afición despidió al equipo.

Dicho esto, indicar que el Talavera creó más peligro cuando jugó al contragolpe aprovechando los huecos que dejó el Daimiel. Dos balones al larguero y un gol anulado por fuera de juego muy protestado, dan fe de ello. Los de Alberto Ferri, que vio el partido una vez más en la grada, no mataron el partido y tuvieron un buen susto cuando Valdivia se encontró un balón de oro que rechazó como pudo Ángel Luis.
Pensando en la final de Copa
Rimun
dispuso un valiente 4-4-2 de inicio frente al sorprendente 4-1-4-1 del Talavera, eso sí con dos interiores muy abiertos, prácticamente extremos a la antigua usanza, como eran Pino y Jorge Cabeza que trataban de habilitar a Palote, el delantero más incisivo de los blanquiazules en esta primera parte. El técnico daimieleño dejaba en el banquillo a Noel y Armindo, lo que dejaba a las claras que pensaba muy mucho en el partido del próximo jueves en Manzanares, donde Daimiel y Tomelloso disputarán la Final de la Copa Diputación a partir de las 20:00. El dominio del balón era talaverano, pero lo cierto es que los blancos controlaban bien la situación. Los de Rimun esperaban su oportunidad de salir a la contra porque el Talavera jugaba a buen ritmo, pero la defensa blanca conseguía mantener a raya a sus rivales.
Jorge Cabeza protagonizó la primera jugada de mérito de un partido que transcurría bastante aburrido, pero su centro no lo cazó Diego Ramírez perdiendo una buena oportunidad. El guión se cumplía estrictamente con un Talavera apretando el acelerador en busca del gol que le diera cierta tranquilidad. Pero sus jugadas morían en el área hasta que en el minuto 29 un disparo de Bayarri pega en el brazo de Aarón y el árbitro a instancias de su asistente Albarrán Sanz señala el punto fatídico porque estima que fue voluntario. Ya antes los talaveranos habían pedido dos penaltis, uno por mano y otro por falta, que, en honor a la verdad, parecían más claros que este. Pero lo que más encrespó al público fue la decisión de expulsar con roja directa al defensa, porque ni estaba bajo la portería ni evitó un gol cantado. Más bien la pelota le pegaba a él.
Total, que el Talavera no desaprovechaba la oportunidad y Bayarri transformaba la pena máxima.

Con ventaja en el marcador y con superioridad numérica el Talavera, el decorado no cambió. Es más, poco después del gol, Palote estuvo a punto de conseguir el segundo, pero Astillero realizó una gran parada enviando a córner. Poco más dio de sí este primer período donde el Talavera dejó poso de ser mucho más superior que el Daimiel en el manejo del balón y de la situación general, acrecentado además con la expulsión de Aarón. Todo ello con un Talavera más fuerte físicamente porque no jugó entresemana, tal y como hicieron el resto de equipos de la categoría, por una decisión arbitraria e injusta del Comité de Competición de la Federación.

Segunda parte más igualada
En la segunda parte la situación cambió. Para empezar Bayarri se erigió en protagonista como el hombre más incisivo en vez de un Palote desaparecido. El “diez” del Talavera envió un balón envenenado que, tras tocar en Carlos García, pegaba en el larguero, botaba, y se salía. Pero poco a poco el Daimiel fue cogiendo el sitio y perdiéndole el respeto al Talavera. Los blancos se atrevieron a tocar el balón pero su cruz fue, como siempre, la escasa presencia arriba, con un Valdivia luchador, pero demasiado solo y vigilado.
El Talavera jugó al tran tran, como sabiendo las dificultades de que el Daimiel generara ocasiones de gol. Pero los de Rimun las tuvieron. Una, en el 53, a la salida de un córner, donde Carlos García remataba y era el defensa colocado en el poste el que sacaba el balón de nuevo a saque de esquina. Fue un aviso de lo que le podía pasar al Talavera si no mataba el partido. Lo pudieron hacer los de Alberto Ferri justo a la salida de ese segundo córner, en una contra mortal de Jorge Cabeza, que habilitó un balón fenomenal a Gudiel, pero este trató de batir por alto a Astillero y este adivinó la intención realizando una parada, en dos tiempos, de auténtico mérito.

El Talavera, al contragolpe
El dibujo táctico del Talavera seguía siendo el mismo, 4-1-4-1, pero lo cierto es que pese a tocar mucho el balón, lo hicieron pensando en que el tiempo pasara, de forma horizontal, a sabiendas de que la presión del Daimiel, con uno menos, tampoco era muy efectiva. Pero los de Rimun sacaron la casta y pelearon por cada balón. Se jugó más en campo talaverano, y los blanquiazules generaron peligro sólo al contragolpe, donde pudieron hacer un roto a los blancos. Primero con un centro muy cerrado de Bayarri, desde la izquierda, que pegaba en el larguero y luego nadie remató; luego con un gol anulado a Palote por fuera de juego en un contragolpe muy rápido, y por último en una caída dentro del área, en otra jugada rápida, donde pidieron penalti.
Pero, como viene siendo habitual (es el octavo partido que el Daimiel pierde por la mínima con Rimun de entrenador, quinto por 1-0), el rival no cerró el encuentro y en los últimos minutos el Daimiel trató de conseguir el empate a base de arreones. Primero fue Carlos Pozuelo el que se encontró un gran balón, pero no disparó porque prefirió adentrarse en el área perdiendo la oportunidad. Y luego la mejor, en un balón que el juvenil Pedrero (ayer jugaron tres, Martínez, Pedrero y Dachu) porfió hasta conseguir robársela a Víctor, para que le llegara a Valdivia, este se va de forma espectacular de Álvaro, y en muy buena posición, su remate durísimo, pero muy al muñeco, es despejado como puede por Ángel Luis, con la mala fortuna de ir a caer al propio Álvaro que despejaba el peligro.

El Daimiel volvió a perder por la mínima pero la afición obsequió a sus jugadores con otra sonora ovación por el esfuerzo realizado, con uno menos, ante uno de los equipos más en forma de la Liga. No se le puede pedir más a los de Rimun que aún podrían mantener la categoría de forma matemática. Todo lo que no sea ganar en Quintanar del Rey el próximo domingo, supondrá el descenso matemático a Regional Preferente.
Final de la Copa Diputación el jueves
Verdaderamente eso es cuestión de tiempo, y mientras tanto la ilusión de la plantilla es tratar de conseguir ganar la Copa Diputación el próximo jueves en Manzanares y acabar la temporada con una alegría, ante un Tomelloso que, evidentemente, estará mucho más pendiente de la Liga que del trofeo provincial.
FICHA TÉCNICA

0 DAIMIEL: Astillero, Aarón, Pedrero, Carlos García, Fran Blasco, Martínez (Noel, min. 45), Dachu, Domínguez (Carlos Pozuelo, min. 68), Dani Crognale (Armindo, min. 45), Valdivia y Corbacho.

1 TALAVERA: Ángel Luis, Víctor, Sergio (Gudiel, min. 45), Álvaro, Dani, Pino, Jorge Cabeza, Bayarri, Diego Ramírez (Óscar, min. 86), David Gómez y Palote (Bautista, min. 92).

ÁRBITRO: Bleda Monteagudo, asistido en las bandas por Albarrán Sanz y Pérez León. Mal. Pitó a destiempo y con alguna decisión polémica en el área local. La expulsión de Aarón fue muy rigurosa. Enseñó tarjetas amarilla por el Daimiel a Carlos García y expulsó con roja directa a Aarón en el minuto 29. Por el Talavera vieron amarilla Sergio, Víctor, Dani y Bayarri.

GOL: 0-1, minuto 30. Bayarri, de penalti.

INCIDENCIAS: Campo de Fútbol Nuestra Señora del Carmen. Poco público, unos 150 espectadores en una tarde esplendida. Césped artificial en buen estado.

LA FOTO DE LA AFICIÓN





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