El Yeclano sigue desperdiciando balas de cara a seguir
luchando por la permanencia en la categoría tras caer con dignidad ante
un Nástic de Tarragona que se llevó los puntos con oficio y gracias a la
inestimable ayuda de un colegiado que envió al vestuario a Abel antes
del descanso y que no señaló una acción de penalti. Dos acciones que
decantaron la balanza para los catalanes, que siguen su escalada para
lograr el ascenso.
El partido se inició con un Yeclano más intenso,
comprometido y riguroso en su juego que en los últimos encuentros. Pese
al control de balón inicial de los tarraconenses, rápidamente el cuadro
azulgrana adelantó líneas y logró disimular las enormes virtudes
técnicas de rival con rigor táctico y una acertada presión.
Finalizando los primeros 45 minutos llegó la polémica del
partido. Tras una falta, los yeclanos perdieron el balón y Abel cometió
falta sobre un oponente. El colegiado Escudero Marín, a instancias de su
auxiliar, le enseñó la segunda amarilla, pese a que la acción no
merecía el castigo para los locales que el árbitro consumó. Una acción
que marcaría el devenir del partido.
Ya en la segunda parte, los de casa reconfiguraron su
equipo y buscaron mantener el orden y el buen criterio de los primeros
45 minutos. Pero Javi Martínez marcó desde fuera del área con un
derechazo muy técnico que abrió el marcador y cerró las esperanzas de
los yeclanos.
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