Tres goles a balón parado noquean al Daimiel (3-1)

Lo avisábamos en la previa. La primera visita oficial del Daimiel CF a Carrión de Calatrava no iba a ser fácil. El Carrión está haciendo del estrecho Nuestra Señora de la Encarnación un auténtico fortín. Y así lo ha demostrado en la tarde de ayer. Todo le salió a pedir de boca al equipo de Vicente Arévalo que a los cinco minutos se adelantaba en el marcador con un gol de cabeza de Dioni a saque de falta de Capi. A partir de ahí el Daimiel fue un querer y no poder ante un Carrión, que con sus armas, conseguía tres puntos más que le acercan a la permanencia.

El Daimiel llevaba la friolera de 13 jornadas sin perder. A la 14 fue la vencida, de forma justa, porque si bien es verdad que el Carrión marcó en sus tres tiros a puerta, el Daimiel no lo hizo mucho más. No fue, en definitiva, un partido de ocasiones. Más bien fue de contundencia atrás y salir a correr, que fue lo que hizo el Carrión, y ahí sí que fue mejor que el Daimiel.

Rimun utilizó de inicio a los mismos que salieron ante el Ciudad Real. Pero lo hicieron de forma muy distinta. Pese a que se había avisado de las ganas que iba a poner el conjunto verde, los blancos no se dieron por enterados. Muchas pérdidas de balón con jugadores demasiado fuera del partido. Pocas acciones combinativas y mucho boleo. En definitiva, nada de nada. En ese marasmo el Carrión se mostraba cómodo. Tiene gente muy rápida arriba, como Iván, que jugó en banda, y cada contra, con el Daimiel volcado, podía ser la jugada del segundo.

Pero donde más se complicó la vida el Daimiel fue a balón parado. Está claro que a este equipo parece que los goles se los tienen que hacer de esa manera. El primero fue desde una falta lateral, y el segundo, desde el córner. Ambos botados a la izquierda de Maxi. No se si le molestó el sol, que le daba de cara, pero en ambos pudo hacer algo más. Sobre todo el del córner, dado que Oraá remató en el área pequeña y con el pie tras un pequeño barullo. Con 2-0 en el minuto 36, cinco córneres a favor de los locales, por ninguno del Daimiel, la situación era desalentadora.

Sin embargo un halo de esperanza se abrió cuando Rafa Cortés, sin que nadie lo esperara, conseguía el 2-1 en el minuto 44. Una jugada de las suyas, de pelear hasta la extenuación y llegar justo a tiempo para meter la puntera. Ese marcador, repito daba esperanzas, porque el Daimiel tenía mucho margen de mejora. Muy poca actitud en determinados jugadores, demasiadas pérdidas de balón, individualismo en otros, en fin, mala primera mitad.

Mejor la segunda parte
Y el empate se mascaba. Los primeros 20 minutos del Daimiel CF fueron bastante buenos. El equipo parecía más metido, llegada por bandas y se empezaba a inquietar a Busi. El Carrión trataba por todos los medios de cortar el ritmo a base de caer sobre el césped. Llegó un momento en el que los jugadores blancos dijeron basta, y no se echó más el balón fuera. Corredor Dotor en ese aspecto estuvo flojo. Tres ocasiones tuvo el Daimiel, en muy pocos minutos. Primero una falta de Moraga, durísima y colocada, que despejó Busi. Luego un tiro de Raúl Martín desviado y en el 60, la mejor. Córner que bota Chule y Rafa Cortés, completamente solo y con la portería para él, remata con la cabeza alto.

Daba la sensación que el Daimiel podía. Y llegaba una de las decisiones clave de Corredor Dotor. Falta durísima de Chorrén sobre Raúl Martín, en el minuto 61, que el colegiado no estima sacar amarilla porque sería la segunda para el lateral carrionero. Acto seguido, Vicente Arévalo lo retira del campo a sabiendas de que iba a ser expulsado porque estaba siendo superado. Rimun aprovecha ese cambio para meter a Bernal en vez de Jesús. La intención era darle fuerza al centro del campo.

Lesión de Dachu
Pero no dio casi tiempo a comprobarlo porque Dachu se lesionaba de forma fortuita en la rodilla. Parece grave, pero habrá que esperar a lo que diga el médico. Sin duda lo peor para el Daimiel, además de la derrota. Cuando esperábamos que José Carlos ocupara la posición de central, Rimun decidió retrasar a Bernal y meter a Alberto García. Fue entonces cuando el centro del campo blanco empezó a naufragar, y el Carrión, poco a poco, se iba quitando el dominio blanco de encima. Para colmo llegaba la jugada del penalti. Cierto es que la misma nace en otra decisión desafortunada de Corredor Dotor, ya que hay falta a Francis en la banda, que no pita. El despeje sale muy largo. Iván, con su enorme velocidad, consigue evitar que la pelota salga casi ya en el córner. La defensa blanca queda bastante parada. El delantero verde encara a Maxi en paralelo a la línea de fondo, pero quiere driblar de dentro a fuera, hacia el punto de penalti, y es entonces cuando Rubio, en ese punto de penalti, mete la pierna, Iván le busca, y Corredor Dotor pita penalti.

Penalti de experiencia en el delantero y de pardillo en el defensa, porque Iván se salía, no tenía compañero, estaba de espaldas a la portería y había que haber aguantado. Pero así es el fútbol. Rubio salvó al Daimiel el domingo pasado del empate en la famosa jugada en la que Paco se quedaba sólo. Ayer cometía un penalti que supuso el 3-1 porque Capi lo lanzó de forma inapelable. Tres goles a balón parado de tres jugadores de corte defensivo, Dioni, que jugó de pivote por delante de la defensa (4-1-4-1 jugó el Carrión), Oraá, lateral izquierdo, y el central Capi.

Más corazón que cabeza
Con 3-1 y 15 minutos por delante, el Daimiel se lanzó con mucho más corazón que cabeza a por la portería de Busi. No encontró el camino pese a jugar los últimos minutos con sólo tres defensas. El Carrión aguantó bien, jugó sus bazas en un campo estrecho y se hizo acreedor de los tres puntos sin más miramientos. Pero lo cierto es que eso le bastó, con dos fogonazos a balón parado y el penalti. No tuvieron más los carrioneros.

No fue el día del Daimiel. Hay que tomar nota de lo ocurrido y tratar de pasar página cuanto antes. Verdaderamente se está igual que después del partido ante el Ciudad Real. Se depende de sí mismo. Se podía fallar un partido y ya se ha fallado. Quedan ocho finales y en lo único que hay que pensar es en el siguiente partido, y demostrar otra actitud muy diferente a la mostrada en los primeros 45 minutos. Si uno se está jugando una Liga, hay que demostrarlo desde el minuto 1.

FICHA TÉCNICA

3 CARRIÓN: Busi, Chorrén (Juanjo, min. 61), Oraá, Pichu, Capi, Dioni, Mansilla (Cristian, min. 68), Agus (Kanuté, min. 61), Iván (Domingo, min. 79), Abel (Angelete, min. 83) y Javi Martín.

1 DAIMIEL: Maxi, Fernando, Moraga (José Carlos, min. 83), Dachu (Alberto García, min. 67), Rubio (Jose, min. 83), Chule, Gonzalo, Jesús (Bernal, min. 61), Rafa Cortés, Francis (Paco, min. 79) y Raúl Martín.

ÁRBITRO: Corredor Dotor, asistido en las bandas por Céspedes Aranda y Valencia Díaz. Mal con las tarjetas, mostradas casi todas por protestar y en el último tramo del encuentro. Enseñó amarilla por el Carrión a Chorrén, Abel, Iván, Cristian, Dioni, Javi Martín y Domingo. Por el Daimiel la vieron Rubio, Jesús, Francis, Rafa Cortés, Moraga, Bernal y el entrenador, Rimun.

GOLES:
1-0, minuto 5. Dioni.
2-0, minuto 36. Oraá.
2-1, minuto 44. Rafa Cortés.
3-1, minuto 75. Capi, de penalti.

INCIDENCIAS: Campo de Fútbol Nuestra Señora de la Encarnación. Césped artificial en buen estado. Unos 200 espectadores, muchos de ellos llegados desde Daimiel. Tarde soleada aunque con algo de viento.