domingo, 10 de abril de 2011

Sánchez Salcedo escamotea el triunfo al Daimiel en el minuto 91 (0-0)


El árbitro de la contienda, aunque más concretamente su asistente, Aguado Gutiérrez, se convirtió en el triste protagonista del duelo entre Daimiel y Miguelturreño que, por otra parte, fue de guante blanco. La conflictiva jugada, que desde la grada se apreció con claridad meridiana, venía en el minuto 91. Falta que bota Santi Vera, remate de cabeza impecable de Naranjo, el balón se cuela en la portería, pero Luján, defensa del equipo visitante, desde dentro, hace una palomita y, con la mano, saca el balón. Imcomprensiblemente el árbitro, Sánchez Salcedo, no pita nada, posiblemente no lo vio ante la nube de jugadores, pero el asistente, que debería estar mucho mejor colocado, no indica nada, pese a las inmensas protestas, lógicas, de los jugadores del Daimiel. Hay que resaltar que el propio entrenador del Miguelturreño, José Vicente Rojas, en un gesto que le honra, reconoció que hubo mano de su jugador. El trío arbitral fue despedido con una monumental bronca del Estadio Municipal.

Así pues, hubo dos errores tremendos en la misma acción. Primero, que el asistente no viera como el balón traspasaba la línea de gol, y segundo, que no viera la mano que todo el mundo pudo apreciar y que se hubiera traducido en expulsión de Luján y penalti a favor del Daimiel. No fue así y el partido acabó en unas tablas que valen para que el Miguelturreño mantenga el colchón de seis puntos con respecto al Sporting Torrenueva en esa lucha por evitar el descenso. Por su parte, el Daimiel se despide, casi con toda seguridad, del cuarto puesto de la clasificación.

Sosa primera mitad
La primera parte fue muy aburrida. El Daimiel en ningún momento controló el centro del campo y el Miguelturreño no encontró la forma de llegar a las inmediaciones de Astillero. Pese a todo, los blancos dispusieron de un ramillete de ocasiones, bien producto del juego a balón parado, o de algún robo de balón en el centro del campo. Javi Murillo fue el primero que avisó en una falta directa que lamió el larguero. Luego fue Agus el que remataba fuera con la cabeza un buen servicio de Martínez.

La mejor ocasión blanca en este primer tiempo venía en el minuto 30. Vicente sacaba otra falta directa que pegaba con fuerza en toda la cruceta de la portería de Álvaro. Hubiera sido un gran gol del centrocampista que, por otro lado, no tuvo su mejor tarde. El Daimiel, ante la inoperatividad churriega en ataque, se animó en los últimos compases del primer período. Producto de ello llegó la mejor jugada local, que terminaba en un gran pase de Naranjo a Javi Murillo que lograba disparar con todo a favor, pero cruzando demasiado el esférico. Javi Murillo fue también el protagonista en la última acción de peligro de este período, al rematar fuera por muy poco otro gran centro de Jaime Núñez.

Segunda parte más movida
El descanso sentó bien a los dos equipos. El Miguelturreño saltó decidido a adelantar líneas y tratar por todos los medios de sacar algo positivo de Daimiel para aliviar su angustiosa situación en la tabla. El centro del campo iba a ser el campo de batalla, y ahí, los de Miguelturra ganaron en más de una ocasión a un centro del campo daimieleño demasiado lento y poco contundente, al margen de no conseguir casi nunca mantener el balón y jugarlo con criterio.

El Miguelturreño marcó un gol en el minuto 49 por medio de Chelo, que se llevó la pelota arrollando a Astillero y pitando el colegiado la falta antes de que el jugador visitante lograra el tanto. Los miguelturreños protestaron la decisión al entender que el asistente lo había concedido. La respuesta daimieleña llegaba en el minuto 54. Una falta sacada por Paco, con dureza, se le escapa a Álvaro, y el balón le llega a Agus que, en muy buena posición, vuelve a disparar demasiado cruzado, en otra gran ocasión local.

Eran los mejores minutos de un partido que se había roto. En el Miguelturreño apareció su mejor hombre, Alfonso, que puso a prueba a un Astillero que dio algún que otro susto por escapársele pelotas que tenía en la mano y que parecían fáciles. La primera ocasión clara del Miguelturreño venía en el 57. Alfonso botó una falta con muchísimo peligro que obligó a Astillero a realizar una gran intervención. Sólo dos minutos después, el propio Álvaro sacó un córner a la derecha de Astillero que estuvo a punto de ser gol olímpico, pero entre Saavedra y Astillero sacaron el balón de allí. El Miguelturreño estaba echando el resto y llegaba con claridad por la debilidad del centro del campo en tareas defenivas. Así en el 69 a Astillero se le escapa un balón, este le cae a Chelo que trata el remate, y ante una nube de jugadores hay varios rechaces sin que nadie logre conectar un tiro de gracia hasta que la defensa despeja contundentemente.

El Daimiel se rehace

Esa jugada fue el preludio de otra enorme ocasión para el Daimiel. Corría el minuto 62 cuando Dani Crognale le deja un balón perfecto a Naranjo, completamente solo, en el punto de penalti, pero el delantero daimieleño, o pensaba que estaba en fuera de juego, o no se esperaba el balón, el caso es que hizo algo rarísimo y ni siquiera tiro a puerta, sino que fue como una especie de cesión al meta. Para tirarse de los pelos.

El partido se fue diluyendo con un Daimiel que ya pasó a dominar claramente el partido, pero que sin juego en la medular, se dedicó a mandar balones a los hombres más adelantados y buscar alguna falta que fuera la espita del triunfo. Y esa falta llegaba en el minuto 91 como ya hemos narrado. Un remate de Naranjo que claramente rebasaba la línea de gol, pero que era despejado con la mano por Luján sin que ni árbitro, ni asistente, lo que tiene muchísimo más delito, vieran la meridiana acción antirreglamentaria. Y repito que hay que valorar la honestidad del técnico del Miguelturreño, José Vicente Rojas, que reconoció la mano de su jugador.

Al final, empate a cero que satisface mucho más al Miguelturreño, que le puso más intensidad al partido que el Daimiel, pero que tiene que seguir mirando tanto al Sporting Torrenueva, como al quinto por la cola del otro grupo, para conseguir salvar la categoría en las tres jornadas que quedan.

FICHA TÉCNICA

0 DAIMIEL: Astillero, Paco (Heredia, min. 77), Martínez, Agus (Santi Vera, min. 77), Vicente (Dani Crognale, min. 61), Javi Murillo (José Carlos, min. 61), Jaime Núñez, Saavedra, Dachu, Rubio y Naranjo.

0 MIGUELTURREÑO: Álvaro, Lope, Paco, Luján, Fran (Nene, min. 81), Ríos, Dani, Tabú, Alfonso, Buda (Yoni, min. 66) y Chelo (Jorge, min. 83).

ÁRBITRO: Sánchez Salcedo, asistido en las bandas por Martín Rodríguez y Aguado Gutiérrez, de la Delegación de Ciudad Real. Influyó en el resultado al no dar válido un claro gol del Daimiel salvado con una mano clamorosa de Luján, dentro de la portería, en el minuto 91. Enseñó tarjetas amarillas por el Daimiel a Dani Crognale y Saavedra. Por el Miguelturreño a Dani, Paco y Yoni.

INCIDENCIAS: Estadio Municipal de Daimiel. Mejor entrada que en anteriores partidos. Unos 250 espectadores. Tarde de mucho calor. Césped muy irregular. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de la abuela del jugador del Daimiel CF, Santi Vera.

LA FOTO DE LA AFICIÓN


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