Dos golpes del Cartagena voltean el marcador en la segunda parte

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Sebastián Ribas y Chus Hevia remontan el gol inicial de El Palo en 15 minutos. El Cartagena, a falta de los partidos de mañana, sale de los puestos de descenso a Tercera.

Los primeros dos minutos fueron prometedores. De hecho, a Ribas, Gato y Chus Hevia solo les faltó morder a un contrario para confirmar que estaban hambrientos, enrabietados por meter la pelota en la portería. Pero aquello duró 120 segundos, tiempo que tardó El Palo en despertarse, quitarse las legañas y lavarse la cara. Quique, un domador de la pelota, hizo de guía y enseñó a sus compañeros cómo poner a trabajar a Limones.

El Cartagena, tan fresco como de costumbre en las bandas, encontró en Gato al velocista idóneo para meter centrar al área. "Yo les pongo el balón, pero de los goles ya se encargan ustedes", pensaría el extremo sobre Hevia y Ribas. Este último, ya sin máscara protectora, tomó nota y remató, algo forzado por los defensas, en el siguiente acercamiento.

La respuesta de El Palo fue tan seria que Limones, en dos acciones de Pibe, tuvo actuar. Primero desvió a córner con la pierna; luego, en un disparo a bocajarro del futbolista paleño, sacó los puños. Ya en el minuto 25, Nacho, sin oponentes alrededor, empujó a el cuero a la red con la pierna derecha. Premio a la insistencia y el orden paleño llegó el 0-1 para los de Rafael Muñoz.

Uno puede imaginar un flan e identificarlo con la defensa albinegra, imprecisa, lenta y desordenada en la primera parte. Pese a ir por detrás en el marcador, Carlos Martínez, en un duelo individual con Adrián, estrelló el balón en el poste. También Ribas picó el cuero por encima del arquero y estuvo cerca del empate.

Tan cocienciado estaba el Cartagena de empatar que en los segundos 45 minutos echó gasolina al motor y adelantó todas las líneas hasta el centro del campo. En la estrategia a balón parado empató el Cartagena por medio de Ribas. En un lío de piernas en el área, el delantero puso el 1-1. Un escándalo lo de Sebastián esta tarde. El uruguayo trabaja sin hacer ruido: apenas entra en contacto con el balón pero se mueve con inteligencia y genera situaciones favorables para sus compañeros.

Pecaba el cuadro albinegro de descontrol y, aunque Palomeque avisaba, se replegaba atrás al igualar el partido. Entraron los nervios, se perdió la astucia en el robo de balón y El Palo acariciaba el segundo con tres buenos peloteros como Quique, Amaya y Pibe. Sin embargo, Chus Hevia, pura rebeldía, no entiende de rendiciones y acudió, una vez más, al rescate del Cartagena: tremendo derechazo el del asturiano, que se colo por la escuadra diestra de Adrián (minuto 70). Lo de este chico es tocar el balón y marcar. Alucinante.

En el tramo final del encuentro, Palomeque hizo a entrar a Arcas, Migue y Santiesteban para aguantar el resultado, que entre balones largos, faltas (vieron amarilla Luque, Migue y Pirulo en los cuatro minutos de añadido) y lesiones (Gato pidió el cambió por lesión) se lograron los tres puntos. El Cartagena, a falta de los resultados que puedan darse mañana, sale del descenso con esta victoria.