http://www.lacomarcadepuertollano.com/diario/noticia/2015_03_21/29
El Daimiel llegó a Puertollano con la clara intención de ratificarse como claro candidato para hacerse con el título de campeón de grupo, que con tantas ilusiones están persiguiendo.
Tras ganar la pasada semana al Atlético Puertollano, con solvencia y con la clara demostración de ser un rival tan serio como preparado, le tocaba el turno de rendir visita a Puertollano, que la pasada jornada acabó desquiciado consigo mismo y que le tocaba recuperarse de sus dudas.
Sin embargo, lo que demostró el filial minero es que hoy había ganado en confianza, reforzando la idea de equipo y sabiendo que sacar algo positivo iba a pasar en gran medida, por aguantar con las líneas muy juntas, intentando salir a la contra con peligro.
Le costó al Daimiel hacerse con la posesión del balón, ante un Puertollano peleón que corrió por todo el campo, ejerciendo una presión ejemplar.
Fruto de ella, fueron los numerosos balones que robaron en la divisoria de los dos campos, cazando desprevenidos a los daimieleños, que poco a poco se haría amo del partido.
Sin oportunidades y sin goles, se llegó al descanso del encuentro, dejándose todo el espectáculo reservado para la segunda mitad.
Tras la reanudación, el Puertollano se adueñó del cuero, ejerciendo unos primeros quince minutos de superioridad y dominio sobre el rival, que les sirvieron para ponerse por delante, metiendo el susto en el cuerpo al Daimiel, al que el agua y el marcador, hicieron espabilar poco después.
Con el 1-0, el Daimiel se arremangó las mangas de la camisa y se puso a remar, con todos los jugadores a una, sabiendo que además del partido, estaba en juego el liderato.
Primeros llegando con claridad sobre el arco rival, avisando del enorme peligro que posee el equipo daimileño y poco después con el empate, fueron dando forma a lo que vendría después.
Con el 1-1, el Daimiel dejó encarrilado el choque, que se decidió en el tramo final, con un nuevo gol, que definitivamente puso la guinda a una gran remontada, ante un buen Puertollano que dio la cara y que quizá mereció más de lo que obtuvo.
Primeros llegando con claridad sobre el arco rival, avisando del enorme peligro que posee el equipo daimileño y poco después con el empate, fueron dando forma a lo que vendría después.
Con el 1-1, el Daimiel dejó encarrilado el choque, que se decidió en el tramo final, con un nuevo gol, que definitivamente puso la guinda a una gran remontada, ante un buen Puertollano que dio la cara y que quizá mereció más de lo que obtuvo.
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