Tranquilidad... y confianza en la cantera

Uno de nueve. Esos son los puntos que ha conseguido el Daimiel en las últimas tres jornadas. Tres partidos que además han sido derbis provinciales: Ciudad Real (2-1), Alcázar en casa (1-1) y Manzanares (4-1). Hay quien se pone nervioso ante estos resultados, sobre todo porque son partidos ante equipos de la provincia, pero la realidad es que hay que ser conscientes de que el equipo, en este blog se ha repetido hasta la saciedad, es, además de canterano joven e inexperto en la categoría. La inmensa mayoría de la afición sabe que esta temporada tocaba sufrir, por eso es ahora cuando más hay que demostrar confianza en la plantilla y en el trabajo que se está realizando.

La afición tiene todo el derecho del mundo a expresarse y criticar el juego de su equipo o los cambios que realiza el entrenador. Pero la afición también debería pararse a pensar contra quién juega el Daimiel y con qué armas. La política que lleva el club desde hace ya tiempo es la de contar con la mayoría de jugadores locales posibles. Lo hemos dicho hasta la saciedad, 13 de 18 o 16 de 22 si contamos con los cuatro con ficha del B que habitualmente entrenan con el A.

Ningún equipo de los siete a los que se ha enfrentado el Daimiel llegan a esos ratios, ni siquiera el Gimnástico de Alcázar que es el que más se asemeja en su configuración a la plantilla del Daimiel. En el polo opuesto, de los que se han enfrentado al Daimiel, Hellín, La Gineta o Manzanares, equipo este que sólo cuenta con dos jugadores locales en su plantilla, Martín y Chule, más dos juveniles que han subido este año (el portero suplente y el delantero Leyva) que no han debutado todavía en Tercera división.

Confianza en la apuesta
La apuesta del Daimiel es clara. Muchos dicen que porque no hay dinero "¡que si hubiera...!". Pero el caso es que se está jugando con gente de la casa, a la que vemos todos los días por la calle, que sufren en su puesto de trabajo cómo los vecinos les hablan de la derrota, pero también cómo les felicitan cuando llega la victoria.

Este es el equipo que hay en Daimiel, porque así se ha venio demandando por parte de muchos, y pocos hoy defenderían un proyecto donde el jugador foráneo fuera inmensa mayoría. Por tanto, los aficionados deberían ser conscientes de las limitaciones propias, y de los equipazos a los que hay que hacer frente. Pongamos en valor lo que tenemos, 22 jugadores dispuesto a darlo todo mientras en otros lugares la ida y venida de futbolistas es la cantinela habitual de todos los días. Bien porque dicen que buscan estar arriba del todo; bien porque quieren reforzarse para salir de abajo, o bien porque no hay dinero y ahora hay que buscar jugadores a precio ínfimo.

Compromiso y trabajo son las palabras que deben definir al jugador que vista la camiseta del Daimiel. Responsabilidad y tranquilidad, las premisas en la directiva, que sabemos que la tienen porque creen a pie juntillas en este proyecto. Honestidad y claridad en el cuerpo técnico. Y por supuesto confianza, apoyo y comprensión es lo que se le pide a la afición.

Esto no es Preferente, la afición lo sabe, y por tanto debe exigir lo que estime oportuno, pero a su vez entender que las categorías están para algo y que los jugadores del Daimiel, la mayoría debutantes, quieren demostrar que pueden competir dignamente en Tercera división. Demos tiempo al tiempo y dejemos trabajar con tranquilidad y confianza apoyando, eso sí, al equipo cuando el balón se ponga en movimiento.