Se suele decir que la cara es el espejo del alma, y esa
expresión viene que ni pintada al estado de ánimo del entrenador del CP
Villarrobledo, Gabriel Ramón Florit, tras el discreto partido realizado
por su equipo ante el Mora.
Los villarrobledenses estuvieron más flojos que en otros partidos
disputados en casa, pero volvieron a regalar un gol como está haciendo
en todos los partidos que disputan fuera de casa.
El partido no fue para enmarcar, ni mucho menos, el equipo local
siempre se atascó en el juego de ataque y siempre quedó atrapado en la
tela de araña defensiva del Mora, un equipo que llegaba a Villarrobledo
sin delanteros y que sabía perfectamente que su labor era la de no
encajar e intentar aprovechar alguna a la contra.
Precisamente, el gol del Mora llegaba en un nuevo regalo de los
albaceteños. El portero Garrido no es capaz de despejar en dos ocasiones
y deja el gol en bandeja a los morachos.
Los locales, con todo en contra, intentaron buscar el empate, con un
juego muy desdibujado y excesivamente lento. Aún así, la salida al campo
del centrocampista Ricardo dio otro aire a los villarrobledenses, y
tuvo que ser el de El Provencio el que empatara el partido en el
descuento, demostrando que merece más minutos.
En definitiva, empate final en un mal partido, de escasa calidad de
ambos contendientes y que dejó un muy mal sabor de boca a los
aficionados villarrobledenses, que ven que su equipo no termina de
arrancar.
Al finalizar el partido, nuestro compañero Juan Ballesteros
entrevistaba al técnico mallorquín del CP Villarrobledo, Gabriel Ramón
Florit:
villarrobledodiario.com
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