Muchas lecciones que aprender (4-1)

Con poco que perder y mucho que ganar se presentó el Daimiel en el José Camacho de Manzanares, uno de esos campos "malditos" para el Daimiel. Y lo volvió a ser. El equipo de Paco García-Moreno trató de jugarle de tú a tú a la "Selección Provincial" que es el Manzanares de Guillermo Alcázar (sólo dos jugadores naturales de Manzanares se enfrentaron al Daimiel, Martín y Chule). La apuesta era arriesgada. Nadie podrá decir que el Daimiel plantó el autobús para tratar de puntuar como fuera. Es más, al hacer lo más difícil, conseguir empatar en el marcador, los daimieleños tuvieron 25 minutos fantásticos, donde fueron superiores a los franjiblancos que no conseguían salir de su campo.

Pero no fue suficiente. El gol justo antes del descanso, en una lamentable pérdida en el medio campo, daba alas a un Manzanares que en ese momento atravesaba dudas en su planteamiento inicial acrecentadas por las lesiones de Martín y Raúl Castillo. La segunda parte fue otra historia. Los blancos lo intentaron siempre, con pundonor y deslabazados, pero dejaron muchos huecos por donde el Manzanares acribilló a los blancos.

Buena tarde de fútbol
El partido era muy interesante a priori y lo fue al final. Tarde estupenda, grada llena, aficionados daimieleños de los que no se dejan ver por el Nuestra Señora del Carmen [sic] y un equipo local con ansia de verse líder de la competición. El comienzo franjiblanco fue tremendo, con una presión asfixiante que al Daimiel le costó salvar. Además, el arbitraje de Burillo Naranjo comenzó de forma desconcenrtante para irse entonando con el paso de los minutos. La primera tarjeta llegaba en el primer minuto, en un forcejeo en la frontal del área visitante, cuando se está a la espera de que se bote una falta, el central Jony ve la amarilla, algo que ya condicionó su juego mientras estuvo en el campo.

La consigna franjiblanca era presionar, robar y salir rápido a la espalda. Así llegaba el primer gol, al sacar una falta en la frontal Raúl Castillo que sin embargo no estuvo del todo clara. La sacó Sevilla, hay un rechace con la buena fortuna de que le cae a Raúl Castillo quien, en estado de gracia, hace el 1-0. Hubo fuertes protestas visitantes por entender que el delantero se hacía con el balón con la mano.

El gol serenó un poco al Manzanares y el Daimiel empezó a hacerse con la manija del partido. La presión ya no salía bien a los locales y los blancos empezaron a merodear el área local. El empate llegaba de la forma más insospechada, a balón parado ante una defensa manzanareña muy experimentada. La sacó Francis y Jesús remataba con la coronilla al fondo de las mallas. Era el 1-1 en el minuto 16. Es el primer gol a balón parado de la temporada para el Daimiel.

Los mejores minutos del Daimiel
A partir de ahí el Daimiel se hizo totalmente con el partido. Se jugaba en el campo del Manzanares que no podía robar el balón a los blancos, aunque estos, no generaban verdadero peligro aunque conseguían meter en su área al Manzanares. Los de Paco García-Moreno tenían perfectamente controlado el partido. Además a Guillermo Alcázar se le acumulaban los problemas y le llegaban las dudas. En el intervalo de seis minutos tenía que sustituir por sendas lesiones a Martín y al goleador Raúl Castillo. En su lugar entraron dos futbolistas que serían titulares en cualquier equipo, Moraga y Juanma.

Jesús, muy marcado, ofrecía su mejor versión por lo que ya va entrando en forma, y estaba bien acompañado por Francis, Javivi, Jona y la defensa, en este momento,se mostraba segura. Pero a los blancos les faltó la experiencia necesaria para llegar al descanso con el 1-1 en el marcador. En el descuento del primer tiempo, una pérdida en el centro de Jesús propiciaba el pase de Sevilla por el centro de la defensa para el desmarque de ruptura de Santana que driblaba a Astillero y marcaba a puerta vacía. El Manzanares había marcado gol en sus dos tiros a puerta.

Segunda parte, pundonor y poco más
El gol sentó mal al Daimiel que salió con una caraja importante. Ante un intensísimo Manzanares, que tuvo dos ocasiones muy claras para marcar en apenas un minuto, el Daimiel no encontraba el sitio ni el ritmo. Javivi perdió un balón que dejó a José Carlos solo ante Astillero, pero éste le quitó el balón con gran habilidad, y luego Moraga cruzó demasiado un disparo en una buena posición. Paco trató de poner orden en una defensa que había perdido la solidez, pasando a Rubio al centro y Negrete a la banda derecha, dado que Jony tenía amarilla y no se empleaba con contundencia.

El Daimiel tuvo un fogonazo en una ocasión que se fabricó Sergio, muy trabajador todo el partido, que tras driblar a varios contrarios en la frontal, se sacó un zapatazo que parecía ir al fondo de la portería si no fuera porque Rodri realizó un espectacular paradón para evitar lo que era el empate. Y lo que es el fútbol, en la jugada posterior, muy rápida, el Manzanares conseguía el 3-1 en el minuto 53. Ocurría tras varios rechaces y un disparo duro de Sevilla que era desviado por Santana al fondo de la portería.

A partir de ahí el Daimiel trató de acortar distancias, con mucho pundonor pero escaso acierto ante un Manzanares bien posicionado y que abortaba cualquier intentona. El centro del campo desapareció, la retirada de Jesús tampoco ayudó con un Adri desdibujado, y sólo la voluntad de Jona y Sergio. El hecho de querer acortar distancias, fue aprovechado por el Manzanares para entrar por banda con enorme velocidad, sobre todo en el caso de Sevilla que no paró de crear problemas por la banda derecha. El cuarto gol fue el paradigma de lo que pasaba, un Daimiel adelantado, y velocidad por banda local, en este caso por la izquierda de Chule que mete un balón que se pasea por todo el area pequeña y es rematado a puerta vacía por José Carlos. El 4-1 a falta de 27 minutos presagiaba un resultado aún más contundente porque ahí sí que definitivamente el Daimiel bajó los brazos.

Muchos minutos de basura
Esos 27 mintuos resultaron eternos para los visitantes mientras que el Manzanares, ahora ya sí con el dominio del balón, tampoco tuvo muchas más opciones porque le costaba más encontrar espacios con un Daimiel más junto. La entrada de Fernando en el Daimiel dejó destellos de lo que puede dar de sí este jovencísimo jugador de ir cogiendo más confianza.

A pesar de la derrota, ante un rival que no es de "la liga" del Daimiel, los blancos continúan a seis puntos del descenso y volvió a dejar cosas positivas y otras por mejorar. De entre las primeras, que el Daimiel ha marcado en todos los partidos que se han disputado, lo cual es tremendamente importante, que Jesús, muy necesario, ya va entrando en juego y ofreciendo lo que se espera de él, y unos muy buenos 25 minutos de la primera parte en los que sólo faltó profundidad, teniendo en cuenta la experiencia y calidad del equipazo que había enfrente. Lo que hay que mejorar es, sin duda, la solidez defensiva en los balones a la espalda, donde los blancos sufren ante la falta evidente de velocidad ante rivales que parecen tener un puntito más de rapidez en esas acciones. Y algo que lo da jugar partidos en la categoría, experiencia para afrontar situaciones favorables jugando fuera de casa.

FICHA TÉCNICA
4 MANZANARES: Rodri, Carlos Olivares, Chule, Pirri, Juampe, Josema, Sevilla, Santana (David, 71), Raúl Castillo (Juanma, min. 29), Martín (Moraga, min. 23) y José Carlos.

1 DAIMIEL: Astillero, Rubio, Carlos, José Carlos, Jony (Negrete, min. 51), Javivi (Fernando, min. 74), Jona, Jesús (Adri, min. 57), Sergio, Francis y Wuy.

ÁRBITRO: Burillo Naranjo, asistido en las bandas por Valentín Muñoz y Moreno Osuna. Empezó con decisiones desconcertantes y una tarjeta en el primer minuto en un forcejeo a Jony. Poco a poco se fue serenando. Enseñó amarilla por el manzanares a Sevilla y por el Daimiel a Jony y Carlos.

GOLES:
1-0, minuto 9. Raúl Castillo.
1-1, minuto 16. Jesús.
2-1, minuto 45. Santana.
3-1, minuto 53. Santana.
4-1, minuto 63. José Carlos.

INCIDENCIAS: Campo de Fútbol José Camacho. Perfecto estado del césped artificial. Espléndida tarde y buena entrada con unos 600 espectadores, muchos llegados desde Daimiel. Se guardó un minuto de silencio en memoria del entrenador fallecido Jesús Úbeda.