Dieciséis años han pasado desde que el Almagro abandonó la Tercera División. Ayer, ante más de mil aficionados, en día de romería, los encajeros tenían ante sí una oportunidad histórica de regresar, tras una temporada muy igualada, en la que el equipo rojillo llegó a tope al último tramo. Los de Darío no desprovecharon la ocasión, aferrándose a su juego y a la calidad de sus delanteros.
El Munera siguió al pide de la letra su plan, es decir, atrás dureza, tratando de evitar el juego de toque almagreño; delante, juego directo, buscando a Zapata. A los albaceteños la apuesta les salió a la perfección en los primeros instantes. El Almagro no estaba cómodo y Zapata le dio un vuelco a la clasificación botando magistralmente una falta que supuso el 0-1.
El panorama era el más temido por los encajeros, pero, paradójicamente, el tanto albaceteño despertó al mejor Almagro. Silvio le devolvió la tranquilidad a los suyos, aprovechándose de un fallo del central visitante, demostrando que es un goleador de raza. Silvio resolvió el uno contra uno de forma magistral.
La jugada clave iba a llegar poco después. Funcionó la estrategia almagreña en una falta, que bota Mario para Silvio, que hace la pared, siempre por bajo, a un Paquillo que no perdona, colocando el cuero en la cepa del poste, con un gran remate cruzado con el anterior.
El tanto dejó grogui al Munera y el Almagro gozó de alguna ocasión para haber rematado la faena, la más clara en un remate de Pedro aprovechando un saque de banda de Juanma, pero se llegó al descanso con 2-1 para los locales.
A pesar de ir por debajo en el marcador, el Munera no cambió su forma de jugar. Los albaceteños no tenían plan B. Por entonces, el Daimiel empataba y estaban en el play off.
Los minutos pasaban y no se jugaba mucho en esta segunda parte, más trabada, por las faltas, por los cambios.
No había ocasiones para ninguno de los dos. El Munera no se lanzaba a por el empate y el Almagro esperaba que llegara su oportunidad.
Y esta acabó por llegar ya en los minutos de prolongación. Fue Juanlu, que había entrado en el segundo tiempo, el que se aprovecha de un balón colgado que queda suelto. Su zurdazo se cuela en la portería de Ñoño.
Ahora sí no había ninguna duda: el Almagro era campeón y la alegría estalló en una grada pobladísima, repleta de gente que ya no tendrá que recordar el pasado para hablar de las glorias de su equipo del alma.
Almagro: Iker, Sergi, Ramírez, Álvario Galán, Juanma, Luis Paz, Pedro, Mario, Salva, Silvio y Paquillo. También jugaron Álex, Peñuela, Santi, Juanlu y Jorge.
Munera: Ñoño, Juanan, Rufi, Emilio, Panta, Cuchi, Pimpún, Zapata, José Blas, Tomás y Pepe. También jugaron Pedro Ángel y Luisfran.
Árbitro: Fernández-Tejero. Mostró a marillas a ÁLvaro Galán, Pedro, Mario, Silvio y Paquillo; Tomás.
Goles: 01- (20’) Zapata; 1-1 (28’) Silvio; 2-1 (34’) Paquillo; 3-1 (91’) Juanlu
iNCIDENCIAS: Manuel Trujillo. 1.200 espectadores. Minuto de silencio por los chavales fallecidos en el accidente de Badajoz. En la grada estuvo el presidente de la Federación de Castilla-La Mancha, Antonio Escribanoa.
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