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El Villanovense tumba al Cádiz con un solitario gol de Javi Sánchez y cierra su mágico 2014 en puestos de Copa del Rey.
La guinda era el Cádiz. Y el Villanovense se la merendó. Sigue emborrachándose de alegrías el club serón esta temporada. Lástima que se vaya el 2014. «Será difícil de olvidar», se escuchaba por los pasillos de la sala de prensa. Magnífico colofón de final de año. El Villanovense logró uno de esos triunfos cimentados desde la garra, la fe, la entrega, el carácter y el alma. Precisamente los valores que este equipo ha ido luciendo durante todo el año para lograr la liga, el ascenso, la proeza de Lorca y tantas otras victorias que ya quedan en el recuerdo. Enmarcada en la última fila quedará también la del Cádiz. Un gol de Javi Sánchez, cuando los serones jugaban con un jugador menos, tumbó al histórico submarino amarillo que demostró ser, posiblemente, uno de los mejores equipos a nivel deportivo de toda la categoría.
Con un ambiente espectacular en las gradas del Romero Cuerda, incluido un sector de valientes y coloridos aficionados gaditanos, el Villanovense hizo uno de sus mejores encuentros de esta temporada. Pero no de fútbol de salón, sino de juego, control e inteligencia. Maquinó el partido, lo cocino a fuego lento y rápido, según tocaba, desquició al Cádiz y agarró la toalla con la fuerza de un titán. Arrojarla, nunca. Cobos sorprendió con Carlos Fernández arriba y Curro volvió a la titularidad. El Cádiz, con su arsenal de delanteros carnívoros, no rascó red. Y aunque siempre estuvo cerca, en ese último momento aparecía algún gladiador serón para poner la última trampilla y hacer saltar el cebo.
El Cádiz arrancó el envite con un altísimo ritmo de juego y queriendo encarrilar pronto la contienda. Acorraló al Villanovense en su área y lo sometió durante el primer tramo del partido a una presión brutal. Juan Villar tuvo una de las más claras cuando disparó en ángulo escorado y Trinidad tuvo que sacar bajo palos con Fuentes ya batido. Poco después, los andaluces botaron rápido una falta cerca de la frontal y Kike Márquez se quedó sólo ante Fuentes. Quiso picarle la bola, pero el guardameta emeritense se echó rápidamente a los pies para desbaratar la ocasión. Seguro el portero durante todo el partido.
El Cádiz era un ciclón. Desbordaba en bandas y el peligro era constante. Un zapatazo de Kike obligó a Fuentes a sacudirse un balón que parecía una cobra. Aguantó bien las embestidas amarillas el Villanovense y, pasada la media hora, sacó la cabeza del pozo y respiró. Lo hizo con un par de llegadas sin mucho peligro, pero ganando metros. En una de ellas, el árbitro le complicó la vida a los extremeños y mandó a la caseta a José Ángel por doble amonestación. La primera había llegado por un error del pacense al darle con la mano al balón cuando Aulestia iba a sacar de portería. La segunda, según el árbitro, por simular penalti. Pudo ahorrársela, pero no lo hizo y la expulsión, en el 34, cambió el partido.
Orden táctico
Armó Cobos dos férreas líneas de cuatro con Carlos Fernández de palomero en punta. Y el Villanovense, fiel a su costumbre, empezó a tejer una telaraña en la que caía el Cádiz cada vez que pisaba territorio comanche. El Villanovense tenía clara su idea: aguantar, aguantar y aguantar. Y buscar la estrategia a balón parado. Dicho y hecho. La única ocasión del primer tiempo vino en un córner con un remate fuera de Carlos Fernández.
El Cádiz volvió a la carga nada más reanudarse el choque y tuvo dos muy claras. Una para Servando, que envió arriba cuando estaba sólo dentro del área. Y otra, tras otro rechace en la frontal, la pegó también alta Josete.
El Villanovense frotó la lámpara en un córner, pidió un remate y una opción. Y no lo desaprovechó. Tapia la pone, Aulestia hace una salida de regalo de Navidad, y Javi Sánchez remacha en boca de gol. Premio a la insistencia y al antológico partido que se marcó el futbolista serón. Escandaloso.
Volcado
Con uno menos, el Villanovense no sólo había aguantado al Cádiz, sino que le había marcado gol. Y ahora faltaba defender la renta. Se lanzó con todo el Cádiz a por el empate, pero el árbitro compensó la expulsión de José Ángel con otra amarilla rigurosa a Airam y dejó al Cádiz también con diez.
La mejor ocasión la tuvo el propio Airam antes de marcharse a vesturarios, pero Owona le sacó en línea de gol su remate. En el último suspiro, Fran Machado se revolvió en el área y se sacó un disparo a la cruceta que dejó sin respiración a medio estadio. El resoplido fue tremendo. El Villanovense acababa de ganarle a todo un Cádiz. Y no sólo eso. Acababa de cerrar un 2014 impresionante con el mejor broche posible.
Villanovense: Fuentes; Trinidad, Cubi (Pajuelo, 67'), Owona, Tapia, Javi Sánchez, Curro, Anxo (Garrido, 89'), Jairo Caballero (Moraga, 81'), José Ángel y Carlos Fernández.
Cádiz: Aulestia; Mantecón (Navarrete, 55'), Andrés Sánchez, Servando, Josete (Fran Machado, 67'), Garrido, Juan Villa, Juanma, Airam, Jonas, Kike (Migue, 67').
Gol: 1-0 Javi Sánchez, m.61
Árbitro: Escudero Marín (Castilla-La Mancha). Amonestó con amarilla a los locales Cubi y Javi Sánchez; y al visitante Andrés Sánchez. Expulsó por doble amarilla al local José Ángel (34') y al visitante Airam (72').
Incidencias: Estadio 'Romero Cuerda'. 2.000 espectadores.
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