Sale el sol en el Estadio (1-0)

Primera victoria de la temporada oficial. Sufrida, trabajada, necesaria y muy celebrada. Merecida también. Porque salvo 20 minutos en la primera parte y otros tantos en la segunda, donde el partido se volvió loco, el Daimiel controló el encuentro, volvió a tener ocasiones para llegar mucho más cómodamente al final del encuentro y, desde luego, puso todo lo que había encima de la mesa (siete bajas en la tarde de hoy) para que de una vez se quedaran los tres puntos en Daimiel.

Era el primer partido en el Estadio, tras dos empates en el Nuestra Señora del Carmen. Había que ver la respuesta del equipo en una superficia y en unas dimensiones que le ha sido extraño a lo largo de los dos primeros meses de temporada, salvo entrenamientos esporádicos. El equipo respondió bien, sobre todo en unos primeros 25 minutos magníficos, y aguantó físicamente muy entero los 90 minutos.

Había que ver la respuesta de la afición. Aquí el suspenso es manifiesto. Los aficionados siguen sin responder. Unos 150 espectadores en la grada. No había muchos más. Eso y la distancia con el terreno de juego, pues ya se sabe, frío ambiente en el Estadio Municipal.

Y lo que no esperábamos era una respuesta tan negativa en la organización del partido por parte de la directiva en un aspecto que es clave, esencial, en el Estadio Municipal. Ni un sólo recogepelotas en todo el perímetro del terreno de juego. Ni uno. Se pueden imaginar la desesperación del público y de los propios jugadores locales cada vez que la pelota salía por un lateral o por el fondo de la portería. Se perdió muchísimo tiempo, se ralentizó el juego y eso pudo costar carísimo a los intereses del equipo local. Urge poner remedio a esa situación, bien hablando con el CD El Carmen o de alguna manera, pero se ha de encontrar una solución. Es desesperante y profundamente contraproducente jugar en el Estadio sin recogepelotas.

Sorprende el Daimiel de salida
Como en La Solana, la puesta en escena del Daimiel frente al San José Obrero fue excelente. Una presión asfixiante, sin dejar sacar el balón al San José Obrero, presionando en todas las partes del campo y llegando con suma facilidad al area visitante con ocasiones muy claras. Tambien con una variante táctica, que fue la de poner a Obi en la punta de ataque, con Ramón en la banda izquierda. Una prueba que dejó claro que ese no es el sitio de Ramón para hacer daño en el área rival. Con todo, el mejor, una vez más, fue Jesús, que en la línea de media punta, fue un auténtio incordio para los conquenses peleando por cada balón y ejerciendo de gran recuperador.

En 10 minutos el Daimiel ya había fabricado tres ocasiones clarísimas. Ramón, Obi y Javi Torres pudieron haber perforado la meta del San José Obrero, pero o el punto de mira no estaba fino, o Mantecón se erigía en salvador de los suyos. Mención especial merece la de Javi Torres, porque se dieron varias a lo largo del partido, incluso en La Solana. Veloz desmarque de los locales, Obi que dribla a Mantecón, no lo ve claro, se la pasa a Jesús, este tampoco, se la pasa a Javi Torres y este, con Mantecón totalmente descolocado, tira flojo y mal. Es como si el Daimiel no tuviera claro qué hacer cuando se produce una jugada de contragolpe. Quizá, pesaba la responsabilidad de fallar ante la situación por la que atravesaba el equipo o que no esté trabajado ese concepto. Son varias ya, insisto, las veces que ocurre eso mismo en jugadas de contragolpe.

Los primeros 20 minutos animaban al respetable y prometían buen partido. Pero el San José Obrero, poco a poco fue despertando e imponiéndose en el centro del campo. Llegaron sus ocasiones y los peores minutos del Daimiel. Ismael y Javi Torres no podían contener en medio campo a los rojillos. Estos, primero con balones largos, empezaron a poner en aprietos a Astillero. Luego, a balón parado, donde Gil, en el minuto 39 la tuvo para su equipo en el segundo palo tras un córner. Estaba sólo pero milagrosamente no llegó a conectar con la cabeza.

La última jugada de la primera parte fue esas del tuya-mía de los jugadores del Daimiel, teniendo de protagonistas a Obi, Francis y Jesús que termina enviando el balón fuera en otra ocasión de oro. El descanso fue lo mejor que le podía pasar a los de Paco García-Moreno que estaban pasando por su peor momento.

Sigue la caraja en la segunda
El comienzo de la segunda parte fue más de lo mismo conforme terminó la primera. El Daimiel no funcionaba. El centro del campo no existía ni para construir, ni para destruir. El partido, y ambos equipos, se rompieron en dos. Los de arriba y los de abajo. Sin ningún criterio táctico los dos equipos se dedicaron a pegar balonazos y a que aquello pareciera más un correcalles que un partido de fútbol. En ese intercambio de golpes, parecía tener ganada la partida el San José Obrero. A Pinedo, otra vez en otro balón al segundo palo, le pasó lo mismo que a su compañero Gil, que no llegó a rematar de milagro.

Pero, pasados esos 20 minutos de auténtico descontrol, el Daimiel empezó a retomar el mando en plaza. Ismael, desaparecido en combate, volvió a tratar de combinar con Jesús, Francis y Cala, que había sustituido a Ramón. Fue Cala el que la tuvo en la mejor jugada combinativa del Daimiel en todo el partido. Pero su disparo cruzado salió lamiendo el poste. Sin embargo, la balanza se estaba inclinando ya del lado local.

De hecho, se botó el primer córner favorabble al Daimiel en todo el partido. Era el minuto 66. Y no es que el Daimiel se caracterice por sacar muchos córneres esta temporada, pero sí que ya estaba comprometiendo más a Mantecón, que por cierto, tiene un extraño criterio a la hora de salir de su marco que le pudo costar caro. Mientras que los de Manuel Martínez, pese a poner en el tapete a su principal artillero Roberto en esta segunda parte, ya no llegaban a las inmediaciones del área de Astillero, el Daimiel se perdía en ese incomprensible tuya-mía sin que nadie se atreviera, o supiera, dar el tiro de gracia.

Obi desatasca el partido
Y fue Obi, debutante en casa, el que desatascó el partido. Ismael por fin pudo conectar un balón en profundidad con el delantero sin que le pitaran fuera de juego (auténtico suplicio toda la tarde), se va en velocidad y con el rabillo del ojo ve la incorporación por su derecha de Gonzalo. De forma magistral, cede el balón para que el de Fuente el Fresno, que sólo llevaba tres minutos en el campo, prácticamente sólo tenga que empujar al fondo de las mallas. Era el minuto 82. El San José Obrero trató entonces de irse arriba con todo, lo que propició alguna carrera de Obi que pudo costar el segundo.

Hubo que sufrir hasta el final, más por lo corto del resultado que por la peligrosidad del San José Obrero. Pero el resultado ya no se movió. Para el Daimiel fue la primera victoria, balsámica, de la Liga. Para los de Cuenca, su primera derrota. Un San José Obrero que se mostró como equipo rocoso y solidario atrás, pero con menos dinamita de la esperada en la parte delantera. Tres puntos para el Daimiel que hacen que salga el sol por el Estadio, pese a que la tarde amanazaba con nubarrones.

FICHA TÉCNICA

1 DAIMIEL: Astillero, Aarón, Jesús, Ramón (Cala, min. 61), Francis (Gonzalo, min. 79), Javi Torres (Moisés, min. 87), Jony, Obi (Paco, min. 92), Carlos, Recuero e Ismael.

0 SAN JOSÉ OBRERO: Mantecón, Pinedo (Fiaño, min. 87), Semprún, Xavi, Pedro, Adrián (Val, min. 85), Jorge, Pitu, Collado, Raúl (Roberto, min. 67) y Gil (Dani Mora, min. 67).

ÁRBITRO: Cacho Torres, asistido en las bandas por García García y Lumbreras Nieto.  Enseñó tarjetas amarillas a los daimieleños Aarón y Francis. Por el San José Obrero la vio Collado. Expulsó al utillero del equipo visitante, con roja directa, en el minuto 71.

GOL:
1-0, minuto 82. Gonzalo.

INCIDENCIAS: Partido disputado en el Estadio Municipal. Césped natural en perfecto estado a pesar de las lluvias caídas. Poco público, unos 150 espectadores, en tarde entoldada. Tercer partido en casa del Daimiel y tercer partido que se le hace informe al colegiado de la contienda. ¡Como nos gustaría que en todos los campos de Preferente se le hiciera informe a los colegiados todos los domingos!

LA FOTO DE LA AFICIÓN