Amarga derrota en un campo donde puntuar es quimera imposible

La crónica del Atlético Ibañés, 2-Daimiel, 1 se hace con las lágrimas de una impotencia que se ve en las caras desencajadas de un equipo, el daimieleño, que dio todo por salir airoso del municipal ibañés. Una quimera imposible, auspiciada por un equipo duro, rayando y tocando la violencia, con la permisividad de un colegiado Montero de Lerma, con escasa personalidad, casero donde los haya y acompañado por unos líneas meros comparsas.

No quiero ser machista, porque creo que todo el mundo debe tener una oportunidad, pero la asistente de hoy en el Municipal de Casas-Ibáñez no tiene aún la personalidad que hay que tener para aguantar la presión de campos como este, de entrenadores como Adrián Calonge, que sólo Dios y Montero de Lerma saben por qué no ha sido expulsado cuando a voz en grito, en el descanso, le reclamaba no sé cuantos penaltis y no sé cuantas cosas al árbitro. Y este se limitaba a decirle "estas amonestado". Por menos, por muchísimo menos, expulsan a un entrenador daimieleño en el Estadio Municipal.

Porque estas cosas hay que verlas. Daimiel tiene muchos árbitros, y muy buenos, pero ha cogido una fama en la que parece ser todos ayudan a los equipos daimieleños. A mí me gustaría que los que dicen eso, vieran arbitrajes caseros y parciales como los de Montero de Lerma, ante acciones violentas de jugadores como los del Atlético Ibañés, y actitudes como las de su entrenador Adrián Calonge.

La expedición del Daimiel CF acabó absolutamente desquiciada por un arbitraje demencial. Que dio validez a dos goles locales a balón parado en clarísimas faltas en ambos casos. El primero dos jugadores agarran en el área pequeña a Astillero. En el segundo, el autor del tanto da un codazo a Martínez que le deja KO en el suelo. Una vez conseguido el gol, Martínez ve tarjeta amarilla por protestarle la acción a Montero de Lerma. Raúl Martín fue expulsado por esa misma acción, un codazo, con roja directa.

Indignación en Santi
Desde que conozco al entrenador del Daimiel, siempre ha sido muy respetuoso con los árbitros, incluido la etapa de juveniles. Pero lo de hoy en Casas-Ibáñez ha colmado el vaso de la paciencia "parece que han ido a por nosotros con alevosía. Veníamos mermados y nos han masacrado a tarjetas y faltas. Todo nos lo ha pitado en contra y no ha querido ver nada en contra del Ibañés. Esto ha sido un robo manifiesto. No hay derecho a perder un partido por un colegiado casero y una asistente que no quiere ver nada". Y añadía que "veníamos avisados. Nos habían dicho que aquí era imposible ganar y que eran muy duros. Ahora entiendo por qué".

Y es la verdad. El Daimiel acudía a Casas-Ibáñez muy mermado. Sólo once jugadores  de la primera plantilla, incluido el portero suplente Monra, más Domin, que acababa de salir de una lesión, y cuatro juveniles, de los cuales el elegido para salir de titular fue el central Javi. Pues el partido comenzó bien. El Daimiel salió esta vez a verlas venir. Tal y como hizo el Ibañés en la primera vuelta. Defender a ultranza y esperar a la contra. Pues el planteamiento salió, y eso que los blancos jugaban con el viento en contra en la primera parte.

Córner que bota el Ibañés, y el Daimiel que arma un buen contragolpe que termina en disparo cruzado de Sergio al fondo de la portería. Sorpresa total en el Municipal de Casas-Ibáñez en el minuto 18 y nervios, muchos nervios en el equipo local que empieza a "repartir estopa" ante la connivencia total del trío arbitral. A pesar de todo, de ciertas intentonas locales, paradas por Astillero, siempre abalón parado, la defensa daimieleña aguanta y se llega al descanso con un esperanzador 0-1. La retirada a vestuarios supone un broncazo de Adrián Calonge al árbitro Montero de Lerma que, incomprensiblemente, se queda en mera amonestación. Ver para creer.

A perro flaco...
Pero en el vestuario ya se empezaba a torcer la cosa. Bernal dice que no puede más, aunque va a aguantar lo que pueda. Sólo lo hace cinco minutos y Domin tiene que saltar al terreno de juego después de cuatro meses en el dique seco. Pero la presencia de Domin en el campo es precipitada. Se ha demostrado que iba porque no había más cera que la arde y sólo 13 minutos después, en el 63, ya con 1-1 en el marcador, tenía que dejar su puesto al juvenil Álvaro porque no podía continuar sobre el césped artificial. Todo se ponía en contra.

A esas alturas Montero de Lerma ya había dejado muy a las claras que allí no quería saber nada en contra del equipo local. El primer gol local, en el minuto 55, de Capi a la salida de un córner, viene precedido de una falta de dos jugadores sobre Astillero al que sujetan y no le dejan maniobrar. No hablamos de pantalla, hablamos de agarrón dentro del área pequeña, donde el meta es intocable. Pero no pasa nada, hablamos de Casas-Ibáñez y allí... allí no gana nadie.

Con el empate, y la lesión de Domin, a Santi sólo le quedaba en el banquillo a dos juveniles, Cristobal y Fer, que no salieron al terreno de juego porque el equipo estuvo en un tris de sacar algo del Municipal ibañés... algo que Montero de Lerma se encargó de que no fuera así. Pero eso sí. Los del Ibañés sólo creaban peligro a balón parado, donde hacían mucho daño por su corpulencia y las bajas que ya tenía el Daimiel de jugadores que son muy importantes en el juego aéreo.

Escandaloso segundo gol del Ibañés
El segundo gol del Atlético Ibañés fue escandaloso. Capi, el central del Ibañés, dio un codazo espectacular a Martínez al que tumbó. Era la salida de un córner. De esa forma dejaba libre a Alberto que remata y marca el segundo. Las protestas no se hicieron esperar. Resultado, amarilla para Martínez, que le enseñaba amargado la cara tras el codazo al colegiado. Se perderá el partido ante el Miguelturreño por acumulación, lo mismo que Sergio (tarjeta en esta caso justa) o Raúl Martín que fue expulsado muy poco después, en el minuto 71, por exactamente sacar el codo al saltar entre, ¡nada menos! que tres contrarios. Roja directa sin remilgos. Aplausos en la grada y henchido de orgullo el señor Montero de Lerma. Tres bajas, tres, para el partido ante el Miguelturreño.

Y el Daimiel se revoluciona
Lo que son las cosas del fútbol. Con 2-1 para los locales, con una plantilla cuajada de jugadores de Tercera división (¿tampoco cobrarán nada en el Ibañés, como en La Gineta o Zona 5, o...?) el Daimiel sacó casta, orgullo, se tragó la ira y fue cuando mejores ocasiones y más aprietos puso al Ibañés. Incluso el juvenil Álvaro estuvo a punto de tocar la gloria en un disparo cruzado que salió rozando el poste y todo el mundo veía ya dentro ese balón. Hubiese sido una justicia suprema que el que la debía impartir, el señor Montero de Lerma, negó de forma sistemática al Daimiel. Tanto, que en vista de que el Ibañés empequeñecía, parecía mentira porque el Daimiel jugaba con uno menos y dos juveniles en sus filas, pero el Ibañés acabó achicando balones, dejó tres minutos de exiguo descuento, claramente insuficiente tras el tiempo que se había perdido. Él, y su fémina acompañante en la banda, al que le pudo la presión de un campo a un metro de la línea de banda.

Lo del delegado, de traca
No quiero dejar de comentar la antideportiva actitud del delegado de campo local. Una y otra vez, cada vez que el colegiado pedía un balón, el delegado lo entregaba, pero siempre en dirección contraria a donde se debía sacar. Pese a las protestas del Daimiel, el delegado no recibió ni tan siquiera una advertencia. Penosa actitud y penoso el árbitro que descontó únicamente tres minutos. Así es como el Ibañés tuvo que ganarle a un diezmado Daimiel.

Al final tocó cabreo, indignación, llanto interior y cierre de puños porque se había hecho todo lo humanamente posible en el campo de un equipo inexpugnable en su casa, duro y violento. "Pero estábamos avisados", decía Santi, ¡vaya si se sabía bien la lección el entrenador del Daimiel! Pero la culpa no es del Atlético Ibañés, ni de aquel que impone ese estilo violento de juego, sino del que imparte justicia por permitirlo y de quienes no ponen remedio a unas actuaciones arbitrales que campan por sus respetos.

El Daimiel tiene muchas carencias de todo tipo como equipo humilde que es. Pero es en estos casos cuando uno envidia a esos otros equipos que sacan recursos de donde pueden y graban los partidos tanto de dentro como de fuera para luego poder mostrar que lo que se dice es cierto. Cuánto no darían hoy Santi y los jugadores del Daimiel (y por supuesto el que suscribe) para haber podido grabar este partido, y hacérselo llegar, sobre todo, al Comité Técnico de Árbitros, y de paso enseñarles lo que son las ayudas que reciben los equipos daimieleños de "sus" colegiados y los que reciben otros sin ser "sus" colegiados.

Que unos mean en lana y otros...

No se puede sino felicitar a todos los que se han desplazado a Casas-Ibáñez a defender la camiseta del Daimiel CF y han sufrido un robo como no se recuerda. Un 10 para todos ellos, incluidos Fer y Cristobal que no pudieron saltar al terreno de juego. Este equipo hay que defenderlo entre todos. La directiva tiene que sacar fuerzas de flaqueza para cumplir lo dicho en su día (sé que están en el camino) pero la clave es la afición. Si el domingo que viene estos jugadores no reciben un apoyo claro desde la grada después de lo sucedido hoy, es que de verdad, hay que pensarse muy mucho si se quiere o no se quiere al Daimiel CF.

Y una decisión. Hay que jugar en el Nuestra Señora del Carmen. Sin miramientos. Quizá ya no esta temporada. Pero para la próxima y futuras, el campo del Daimiel CF ha de ser el Nuestra Señora del Carmen. Hoy ha quedado demostrado. Cambiando los banquillos a la banda de la grada, y poniendo unas vayas para que el público pueda estar a todo alrededor.

Juguemos con las mismas cartas que los demás.

Ha sido una crónica hecha desde el dolor de una derrota robada, con el sentimiento y que espero llene de reflexión a los aficionados al fútbol de Daimiel que siguen dando la espalda a un equipo que, al final, lo único que hace es representar a su pueblo.

FICHA TÉCNICA

2 ATLÉTICO IBAÑÉS: Rafa, Capi, Alberto, Luis, Rufi, Malco (Lucas, min. 60), Víctor, José, Diego (Mussa, min. 83), Zapata (Fermín, min. 90) y Miguel.

1 DAIMIEL: Astillero, Fernando, Jaime Núñez, Javi, Edu, Francis, Martínez, Raúl Martín, Ángel, Bernal (Domin, min.50)(Álvaro, min. 63) y Sergio.

ÁRBITRO: Montero de Lerma, asistido en las bandas por Díaz Rodríguez y Ventura Bachiller. Caseros a más no poder. Perjudicaron ostensiblemente al Daimiel por dar validez a dos goles conseguidos claramente previa falta. Enseñó tarjetas amarillas porlos locales a Alberto, Luis, José, Diego, Zapata, Mussa y su entrenador Adrián Calonge. Por el Daimiel la vieron Javi, Francis, Martínez, Sergio y Domin. Fue expulsado, con roja directa, Raúl Martín, en el minuto 71, pese a que ya llevaba una amarilla.

GOLES:
0-1, minuto 18. Sergio.
1-1, minuto 55. Capi.
2-1, minuto 68. Alberto.

INCIDENCIAS: Municipal de Casas-Ibáñez. Tarde fría con bastante viento. Unas 150 espectadores. Césped artificial.