El Comité de Competición ha sancionado económicamente tanto al Daimiel CF como al Almagro CF por los incidentes ocurridos el pasado sábado en el partido que enfrentaba a ambos cnjuntos en el Nuestra Señora del Carmen correspondiente a la cuarta jornada de la Liga Provincial Juvenil. El partido se suspendió en el minuto 69, durante cerca de media hora, debido a una enorme tangana en la que no solo se vieron involucrados los jugadores de ambos bandos, sino también espectadores de ambos equipos que saltaron al terreno de juego.
El Comité de Competición que ambos clubes son merecedores de sanción económica "por incidentes leves de público". Hay que hacer constar que la directiva del Daimiel CF estuvo en todo momento diligente y desde el primer momento trató de poner paz y pidió disculpas por todo el desaguisado.
Además el Comité ha sancionado con cuatro partidos al jugador del Daimiel B, Jesús y a Pochi del Almagro "por agredir a otro, sin causar lesión, estando el juego detenido o con imposibilidad de intervención en el juego". El otro jugador del Almagro expulsado tras la trifulca Carlos (que había entrado en el terreno de juego en el segundo tiempo) ha sido sancionado con un partido "por pronunciar términos o expresiones atentatorias al decoro o a la dignidad o emplear gestos o ademanes que, por su procacidad, se tengan en el concepto público como ofensivos".
López, dos partidos de sanción
En cuanto al portero del Daimiel B, López, protagonista en el minuto 62 de una acción que, sin venir a cuento, supuso un penalti a favor del Almagro (que sería el 1-2) y su expulsión con roja directa, le han caído dos partidos de sanción "por producirse de manera especialmente violenta con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, originando riesgo pero sin consecuencias dañosas o lesivas". Se da la circunstancia de que López es el único portero del equipo, con lo que a Róberto Velázquez, entrenador del equipo, se le presenta un grave problema.
OPINIÓN: El Daimiel CF debería tomar medidas
Una vez conocidas las sanciones impuestas por el Comité de Competición tras lo ocurrido el sábado, personalmente tengo muy claro que el Daimiel CF debe tomar medidas disciplinarias serias con los chavales que provocaron el lamentable espectáculo. Desde luego, ni la acción de López, que fue el primero que perjudicó sériamente a su equipo, ni la de Jesús son justificables en modo alguno (por supuesto tampoco la de los jugadores almagreños, cuyo club tendrá que determinar si les sanciona a nivel interno).
Desconozco el montante de la sanción económica, pero sí se sabe muy a ciencia cierte quiénes fueron los inconscientes que saltaron al terreno de juego y pertenecen a la plantilla del Daimiel Juvenil Nacional. El Club debe tener muy claro que en estas edades la disciplina es fundamental y que no se puede ir por ahí dando una imagen tan lamentable como la que se dio el sábado. Así pues, no estaría de más que la sanción económica impuesta la pagaran aquellos jugadores que fueron los directamente implicados, previa carta explicativa a sus padres. Tampoco debemos olvidar que hay jugadores del Juvenil Nacional que ya tienen 18 años, por lo que a estos hay que exigirles un mayor grado de responsabilidad que al resto.
Esto al margen de las sanciones deportivas que a nivel interno se puedan derivar de lo sucedido. Nadie, en ningún equipo, es imprescindible y si no se corta de raíz estas actitudes en edades tempranas, más adelante será mucho más complicado.
Por último no estaría de más que alguien explicara a los jugadores juveniles del Daimiel un correcto uso de las redes sociales. Los comentarios leídos a raíz de la trifulca dan vergüenza ajena y dejan en muy mal lugar la responsabilidad de unos chicos que se ríen de la situación o de la sanción. Las redes sociales son ámbito de libertad, pero las palabras traen consecuencias y éstas han de asumirse.
Al igual que cuando cualquier equipo de Daimiel se queja del trato recibido en otras localidades es justo indicar cuando se hacen las cosas mal en Daimiel, y el sábado mucha gente quedó en demasiado mal lugar. Esperemos por el bien del deporte, del fútbol y del nombre del Club y de nuestra localidad que esto no vuelva a suceder jamás.
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